_UN ÀNGEL EN LA OSCURIDAD UN DEMONIO EN EL PARAISO_
Acompáñame en esta historia de nuevos y viejos amigos, donde los monstruos a tu alrededor serán el ultimo de tus problemas, donde el golpe de la realidad te hará encontrar algo más allá del odio, l...
"En tus ojos veo todos los lugares a los que quiero ir... ...los sentimientos de alguien que conoce la caída"
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La confianza de Lower aumento significativamente, aunque no era muy bueno para soportar nuestras tardes de compras o cine después de clases. Luego de dos horas se quedó dormido en una tienda de vestidos, algunas señoras se reían al verlo a otras en cambio les parecía tierno. Era notorio que no estaba hecho para estas cosas o para soportar cinco polos apuestos escoger una película; con las chicas juramos que saldría corriendo en cualquier momento.
Nunca lo hizo.
Tampoco estos eran nuestros planes preferidos, pero al menos de los que si tenía permiso de mi madre.
Nunca me cansaba de decirlo, adoraba a mis amigas. Con ellas resultaba sencillo sentir que la normalidad de mi vida no se había marchado por completo quedando aun un poco entre las mentiras.
Desde un inicio las cuatro fueron capaces de adaptarse incluso más rápido que yo, al cambio brusco con respecto a mi madre.
Pero dejando ese tema de mi madre de lado. Por su parte Feder iniciaba a llevarse bien con Lower cómo lo hacía con nosotras y Mildred se sentía traicionada por eso.
Así había pasado una y otra semana en un parpadear. Conociendo más a Lower y el de nosotras. Resulto ser un chico bastante normal para su edad, algo introvertido para adaptarse a las clases, pero bastante agradable y demasiado seguro una vez que entraba en confianza con su entorno.
Oficialmente se había convertido en uno más de nosotros, al menos eso fue lo que él nos dijo. Algo de habernos escogido o aceptado, un mambo que nos perdimos a mitad de explicación, porque Lower cuando llega a explicarse lo hace en medias oraciones inentendibles que confundían más de lo que aclaraban.
—Feder que mierda de celular andas que no me contestas. —Se sentó Kelly enojada en la mesa entregando los postres—. Necesitaba ayuda.
—No lo escuche —contestó el revisando su antiguo celular algo dañado.
—¿Y el otro celular? —cuestiono ella.
—Encontró las fotos y... no resistió tanto como yo —dijo refiriéndose al corte en su labio.
—¡No!! —pego el grito al cielo Vero—. ¡No me digas que se perdieron!
—Sí. Se fueron a la basura mejor dicho a las llamas.
—Te dije que me las enviaras. Eran las nuds perfectas. —espetó Vero dolida sacudiendo a Feder de la camisa.
—Fue un accidente deje el celular y lo revisó —alzó las manos—. Tomas buenas fotos consigue otras.
—Sabes lo difícil que es conseguir fotos con permiso.
—A Vero le encanta coleccionar cierto tipo de fotos —aclare ante la cara de confusión de Lower.
