Impulso

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- Ah~... Satoru... Más profundo...

Después de un buen descanso, Yuuji despertó con el deseo de volver a sentir a su Alfa en su interior. Se abalanzó sobre él, atrapando sus labios en un apasionado beso.

Satoru estaba maravillado con la forma de besar del pelirrosa, la suavidad de su cuerpo, la fragancia de sus feromonas, que casi pierde la razón. En un momento de claridad logró detenerlo, para así poder colocarse el preservativo.

Yuuji curvó sus labios en protesta, dándole una imagen de cachorro adorable, que Satoru no resistió en besar.

Con mucha paciencia y amor, el Alfa volvió a recordarle el porqué aún no podían consumar el acto por entero, prometiendo nuevamente que él se encargaría de solucionar.

En compensación, colocó a Yuuji sobre él para que lo montara, posición que fascinó al pelirrosa, quien ya llevaba buen rato dando saltos sobre el miembro del albino.

Incluso había perdido la cuenta de cuántas veces se había corridø sobre el abdomen del Alfa, quien gozaba de la espléndida vista que le otorgaba su posición, admirando el dulce rostro de su amado, ruborizado y lascivo, soltando una espectacular sinfonía de gemidos y jadeos.

- Satoru~... Más, más...

El Omega rogaba profundidad y el Alfa se hizo cargo, tomándolo de las caderas para ayudarlo con las embestidas.

- Yuuji... Mi Yuuji... Me encantas. Se siente tan bien estar dentro de tí.

- Satoru~... Alfa... Mi Alfa, no puedo esperar para que me llenes de tu semilla y tener tus cachorros...

- ¡Por los dioses, Yuuji! - exclamó el albino al sentir su miembro endurecer aun más, amenazando con desbordar - Deja de decirlo, me excitas de sobremanera...

- Eso es lo que quiero, Alfa.

Dejándose llevar por la lujuria, el pelirrosa comenzó a saltar con más rapidez, cayendo con más fuerza sobre el Alfa, y tomando en cuenta la reacción del miembro de Satoru, era probable que el preservativo se llegara a romper.

- ¡Ahh~...! ¡Alfa, Alfa!... ¡Ahí~...! Justo ahí... ¡Ah!

El llamado del omega despertó los instintos del Alfa, quien con la mirada oscurecida por el deseo, mostró sus colmillos para intentar marcarlo.

Pero el sonido de una llamada lo devolvió a la realidad.

- No contestes... - demandó Yuuji - Me cørreré otra vez...

- Yo también, mi amor - le dijo Satoru - Hagámoslo juntos.

Unos cuantos saltos más y ambos terminaron corriéndøse. El sxmen de Yuuji cubrió hasta el pecho de Satoru mientras que éste separaba lentamente al pelirrosa de su interior, pues tuvo la sensación de desbordar fuera del cøndón.

Recostó a Yuuji a su costado, quien de inmediato se aferró a él, exhausto y satisfecho.

- Me encanta estar contigo, Satoru - dijo el pelirrosa restregando su nariz en el pecho del albino - No quiero separarme nunca más de tí. Prométeme que no nos vamos a separar a partir de ahora.

- Te lo prometo, mi dulce jazmín - dijo Satoru besando la frente de su Omega - Créeme, me encargaré de liberarte de ese contrato. Es más... - extendió su mano para tomar el celular de la mesita de noche - Ya lo estoy haciendo, creo que por eso fue la llamada.

- ¿A qué te refieres? - preguntó Yuuji observando con curiosidad la pantalla del celular.

Satoru revisaba sus llamadas, y la más reciente era de su oficina. Devolvió la llamada y su asistente le contestó.

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⏰ Última actualización: Apr 25 ⏰

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