Comunicación

220 31 1
                                    

- No puedo, no puedo... Simplemente no puedo,  siento que me va a dar un colapso...

- Yuuji, relájate - le dijo Nobara a su amigo mientras hacía un intento de masajear sus hombros para que éste se calmara - Tienes que mostrar seguridad ante todo. Si sigues así de nervioso no vas a disfrutar tu cita. Por cierto ¿A dónde te llevará? Debes decirme para saber dónde recogerte.

- No lo sé - dijo el pelirrosa mientras mordía sus uñas - Dijo que nos encontráramos en el centro comercial, que me llevaría a cenar o algo así.

- Pues entonces, deja de comerte las uñas, o no te quedará espacio en el estómago para la cena.

Los dos amigos echaron a reír y poco a poco Yuuji fue perdiendo el miedo. Nobara lo ayudó a elegir su ropa, pues el pobre había buscado en todo su armario y no le gustaba nada. Le recomendó que llevara un abrigo ya que el clima andaba loco y podía hacer frío o llover en cualquier momento.

Una vez que estaba listo, la castaña le aconsejó unas cuantas cosas. Primero le dijo que dejara fluir la conversación, que responda con la mayor sinceridad las preguntas que el albino le hiciera, y así mismo también se anime a devolverle las preguntas. También le dijo que una vez que entraran en confianza, no dude en preguntar aquello que lo estaba mortificando desde un principio: el porqué tuvo que irse por 8 años y qué pretendía hacer ahora. Finalmente, le entregó un supresor en inyección, como medida de precaución.

- Toma, colocátelo, porque si esto sale bien de seguro que el alfa y tu omega interior van a querer "chimi chimi"...

- ¿"Chimi" qué? - preguntó el pelirrosa confundido.

- ¡Ay, Yuuji! Ya sabes ¿o quieres que te lo diga con todas sus letras? Pues está bien: S E X O, coito, relaciones sexvales, cog3r...

- ¡Ya, Nobara, basta! - dijo tapándose los oídos y sonrojado de la vergüenza.

- Entonces colócate el supresor. Y aunque me encantaría ser tía, aun eres muy joven para tener cachorritos.

Yuuji se inyectó el supresor y aparte tomó dos inhibidores de aroma para evitar liberar sus feromonas y así no correr el riesgo de provocar al alfa. Tan solo esperaba que Satoru hiciera lo mismo o en todo caso no servirá de nada el esfuerzo, ya que la última vez cuando se encontraron en la piscina, el aroma a Bosque que desprendió lo cegó por completo, tanto que sintió que era capaz de dejarse tomar en ese mismo instante.

Los jóvenes salieron rumbo al centro comercial. Los nervios nuevamente intentaron apoderarse de Yuuji, pero una vez que llegaron se sintió inmensamente feliz. Era su Omega interior quien lo contagió de esa emoción, Pues ansiaba reunirse nuevamente con su Alfa.

Caminaron un poco, hasta que una voz llamándolo lo detuvo. Cuando se giró para verlo se encontró con la mirada de esos hermosos ojos celestes. Su corazón latía desbordando de felicidad mientras su Omega bailaba en su interior.

- Hola Yuuji - le dijo dedicándole una hermosa sonrisa.

- Hola... - suspiró el pelirrosa.

- Y hola - intervino la beta castaña extendiendo su mano - Soy Nobara, mucho gusto.

- Mucho gusto, Nobara - dijo el albino correspondiendo el saludo - Tengo entendido que eres la mejor amiga de Yuuji. Gracias por acompañarlo.

- De nada. Ahora dejemos unas cuantas cosas claras. Primero: Nada de sobrepasarte con Yuuji. Segundo: 10 pm. en punto lo espero en este mismo lugar para regresar a su casa. Tercero: Si lo haces llorar, date por muerto.

- Me parece perfecto - dijo el albino sin dejar de sonreír - Mientras tanto ¿Tú qué harás?

- Iré al cine a ver "La lombriz humana 4", la acaban de estrenar y no quiero perdérmela. Bueno... - dirigiéndose a Yuuji - Me voy, pero ya sabes, si necesitas algo o ocurre alguna emergencia, llámame de inmediato.

Aromas del Destino: "Flores y Bosque"Where stories live. Discover now