CAPÍTULO 9: Tensión.

91 10 10
                                    

-Kanae -la llamó mientras guardaban sus pertenencias en sus mochilas.

-¿Sí?

-¿Crees que tus padres te dejen ir a mi casa hoy?

-No lo sé... Si soy honesta, no les agrada mucho que me quede contigo a solas.

-Bueno, lo sugerí porque Genya te extraña y... Yo también. Hace tiempo que no vas.

Sanemi no lo sabía, pero esa simple confesión provocó en su amiga una ola de emociones. Quién sabe cómo había logrado ocultarlo sin haber levantado ninguna sospecha, pero la verdad era que Kanae estaba enamorada de su mejor amigo casi desde que eran niños.

-Está bien.

El albino mostró una imperceptible sonrisa, aunque para su acompañante fue mucho más notoria, tal vez por todos los años que llevaba de conocerlo.

-Entonces vamos por Genya, estará feliz de verte, te tiene mucho cariño.

Los adolescentes salieron del aula y bajaron las escaleras. Al llegar a la planta baja, alguien le tocó el hombro a la chica y ella reaccionó deteniéndose.

-Disculpa mi imprudencia, pero me parece que no me presenté contigo como se debe.

-Espérame afuera, ¿sí? -le pidió a Sanemi, quien miraba al otro chico con el ceño fruncido, sin embargo asintió y caminó hasta la puerta.

-Mi nombre es Takada Yoichi, encantado de conocerte.

-Soy Kocho Kanae, un gusto Takada-san.

-¿Ibas a algún lado? -intentó no verse tan invasivo.

-Ahora la disculpa te la ofrezco yo, pero me tengo que ir. Me están esperando.

-¿Puedo verte mañana?

-Claro -se despidió con una sonrisa, como siempre.

Llegó a la puerta, donde estaba Sanemi mirando su teléfono y con una mano en el bolsillo. Al verla se acercó y la tomó de la mano con algo de fuerza, mirando de reojo al causante de su pequeño retraso con intensidad y rabia.

-¿Nemi?

-¿Qué?

-¿Pasa algo?

-No es nada.

Aún lo notaba algo tenso, así que aplicó el gesto que siempre relajaba su actitud y dio un pequeño apretón en el agarre.

Y así, unidos por ese contacto que para ambos era tan normal y natural, acudieron a buscar a Genya, a quien le brillaron sus ojitos negros en cuanto vio a la azabache.

-¡Kanae!

-Hola, Genya, iré a comer con ustedes hoy, y puede que me quede más tiempo.

-¡Qué bien! Nemi pensaba pedírtelo desde hace más de una semana, pero le daba pena -confesó mientras la abrazaba por la cintura.

-¡Cállate, mocoso!

-No le hables así, Sanemi. No está diciendo nada malo -defendió con ternura.

-Kanae, deberías ser la novia de aniki -comentó ahora mirando a la fémina con ilusión. Este niño parecía querer matar a su hermano de la vergüenza.

Ante la nueva sugerencia, la mariposa sintió su rostro arder en color rojo.

-¡Genya, déjala, la incomodas! -alegó el más alto, quien estaba igual que ella: nervioso y sonrojado.

Opuestos. [SaneKana].Where stories live. Discover now