Dieciséis ☁︎

2 0 0
                                    

Dudé unos minutos sobre si hacerlo o no, pero finalmente terminé tocando la puerta.

Un Julian serio y con ojos vidriosos estaba parado frente a mí.

- Que querés, Rebecca.

No me atreví a mirarlo a los ojos, aún así sabía que él no miraba a nada mas que a mí, el peso que sentía sobre mi cuerpo me lo decía.

- Puedo pasar? - lo pensó unos segundos y terminó apartándose del camino para dejarme entrar.

Miré los alrededores, el lugar era un desastre, excepto su escritorio, me acerqué al mismo y ví que tenía mi cd allí.

- Te traje algo - le entregué las hojas y al fin me digné a mirarlo.

Necesitaba correr a sus brazos pero no podía hacerlo, no puedo herir a Nick, aunque si sigo con él todo va a ser peor.

Necesito aclarar mi cabeza, tal vez tenga que hablar con Albert.

Agarró los papeles y comenzó a leerlos, dejó salir una pequeña sonrisa al darse cuenta de qué se trataban.

- A qué fuiste antes a la habitación? - me daba mucha vergüenza preguntarle pero la curiosidad era demasiado para mí.

- Iba a preguntarte si me querías acompañar a comprar unos vinilos, necesitaba la ayuda de alguien que tenga buen gusto musical y quién más que vos.

- Me estás halagando demasiado, después no te quejes si quedo como creída - comenzó a reír y yo lo acompañé. Era grato estar a su lado, me sentía feliz - me parece un buen plan, Jules.

Su risa se apagó y volvió a la seriedad de antes.

Hola sí, señor Dios, se te fue la mano con la bipolaridad en este chico.

- Sí, a mi igual, pero se ve que estabas muy ocupada con tu noviecito - uy dios otra vez.

- Bueno, yo no entré a una habitación ajena sin golpear.

Me sacaba de quicio que quisiera controlar mi vida, al menos eso parece que quiere hacer, ni siquiera Albert es así celoso conmigo.

- No sabía que iba a encontrarme con esa situación, no fue agradable para mí tampoco, para nada.

Nuestras miradas chocaron, había un par de lágrimas amenazando con salir de sus ojos, iba a llorar?

No podía verlo así, menos por mi culpa, corrí a su lado y lo abracé tan fuerte como pude. Me estrechó entre sus brazos con más fuerza aún, sus manos subían y bajaban por mi espalda mientras sentía su respiración en mi nuca.

- Perdón, Jules.

- No fue tu culpa, yo hice mal en entrar confiado, además, es tu vida, sos libre de hacer lo que quieras con quién quieras, me agrade o no.

Volvió a su posición normal pero sin soltarme. Estábamos tan cerca y lejos a la vez, nuestras respiraciones se mezclaban y no podíamos dejar de vernos a los ojos, jamás habíamos estado de esa manera, se sentía maravilloso.

Se acercaba cada vez más a mí, mi corazón palpitaba cada vez más rápido, mi mirada bajó a sus labios y sé que la suya igual a los míos.

Nick.

No podía hacerle esto.

Agaché mi cabeza y a duras penas me alejé de Julian, corrí hacia su cama y me senté allí. Su cara mostraba confusión y tristeza, no quería verme, pero aún así terminó por acercarse y sentarse a mi lado.

- No sé qué hacer Jules, realmente no lo sé, estoy tan confundida y todo es difícil.

- Perdón por haber sido un estúpido antes, arruiné todo solo por no comprender lo que me pasaba y te perdí, todo sería tan diferente ahora, estarías conmigo y no con ese imbécil.

- No, Julian, Nick es tu amigo, no voy a permitir que se peleen, no pienso arruinar su amistad, en serio.

- Yo lo quiero pero eso no quita que sea un imbécil, ahora no lo ves, pero no va a faltar mucho para que te des cuenta, por suerte todas lo terminan haciendo.

- Podés dejar de hablar mal de él? No es como vos decís que es.

- Estás retandome o tratando de convencerte? - dijo con una risa amarga.

- Basta, Julian, dios, no entiendo por qué haces estas cosas. Me decís que querés que yo esté bien y que no importa lo que haga ni con quién y después te molestas conmigo y me decís cosas que me ponen insegura, que es lo que pretendes?

- No pretendo nada, y no estoy enojado con vos, estoy molesto con él y conmigo, sobretodo conmigo.

Me recosté sobre su cama con mis piernas cayendo, Jules me imitó y agarró mi mano.

- No puedo tenerte lejos, eso ya lo sabes, pero cada vez se hace peor verte y saber que no puedo besarte cuando es lo único que quiero hacer. Odio comportarme como un estúpido con vos solo por la bronca que me da saber que estás con alguien más, y ni hablar cuando los veo juntos.

- Todo pudo haber sido tan diferente.

- Que es lo que sentís por mí? - su pregunta me sacó de la burbuja en la cual vivía y me escupió en la realidad.

- No sé, Julian.

- Sentís aunque sea algo?

- Sabes que sí, sino, no estaría acá con vos, debatiéndome sobre el futuro de mi relación y todo lo que puede llegar a desencadenar cualquier paso que dé.

- Te quiero, Beck, muchísimo, sabes?

- Y yo a vos Jules, realmente lo hago.

Se sentó en la cama y acercó su rostro al mío, me miró a los ojos con gran esplendor en su mirada, analizó mi rostro, juntó nuestras manos, y finalmente, cuando pensé que iba a unir sus labios con los míos, cambió de dirección a mi frente, dejando un dulce beso allí.

- No quiero arruinar nada, nuestro vínculo, tu relación, mi amistad con Nick, con cualquiera de los chicos, no quiero que te vean mal a vos, tampoco herirte.

Pasé mi mano libre por su rostro, dejando que se apoye en la misma.

- Tal vez no es nuestro tiempo, Julian.

- Este no, pero va a serlo, creeme que sí - dijo de forma silenciosa, más para él que para mí.

Si seguíamos así, no iba a poder resistir ante mis sentimientos.

- Jules, adoro estar con vos, pero creo que es hora de que me vaya.

- Si, creo que tenés razón.

Nos separamos, acomodé mi ropa y me acerqué a la puerta, él venía detrás de mí.

- Gracias por todo, Becca.

- No agradezcas Julian, espero podamos ir a ver vinilos juntos pronto.

- Yo igual, hermosa - me abrazó y besó mi cabeza - nos vemos.

- Chau, Jules.

Entró a su habitación sin mirar atrás y cerró la puerta en mi cara, largué un largo suspiro y volví a mi cuarto.

Mientras buscaba ropa para salir con Nick me sentía totalmente mal, culpable de haber simplemente pensado que sucedería si Julian me besaba.

No sé cómo voy a seguir con esto.

Something - Julian CasablancasWhere stories live. Discover now