Al llegar a la casa me percato que era mucho más grande de lo que Albert me había dicho.
- En serio esta tremenda casa es de ustedes? - le pregunte a Nick mientras me subía los lentes de sol a la cabeza para poder apreciarla mejor.
- Sí, dónde pensaste que viviríamos no solo los cinco, sino que ahora seis personas - QUÉ.
- CÓMO QUE SEIS, SI SOMOS CUATRO.
- Albert no te dijo nada, cierto? Bueno, por tu cara creo que no - dijo con una risita - Bueno linda - QUE ME DIJO COMO -no solo somos tu hermano, Nikolai y yo, faltan Julian, nuestro cantante y Fabrizio, el baterista de la banda. No te preocupes, somos buenos chicos, además tenés una habitación para vos sola y baño propio, privilegio de unos pocos.
O sea que voy a vivir con PROBABLEMENTE dos lindos más, esto es demasiado.
- En serio? me siento especial ahora.
- No, todos tenemos un baño para cada uno, pero no te pongas mal que especial seguís siendo - respondió Nick luego de largar una carcajada.
- Y lo que te falta por convivir con ella como para saber lo especial que puede llegar a ser - agregó mi hermano con un tono muy irónico, demasiado para mi gusto.
-Bueno bueno, tampoco me insultes así que muy normal no sos eh.
Entramos discutiendo quién era más anormal que el otro a la casa. Estaba tan sumida en la conversación que no me había percatado de que tenía un chico frente a mí, mirándome tan directamente que llegué a sentir como inspeccionaba casi toda mi alma.
Nikolai se había tirado en el sillón a descansar apenas terminamos de entrar todas las cosas, Albert corrió en dirección a la cocina a buscar algo de comer y Nick se sentó en otro sillón a ver televisión. El chico seguía observando la situación desde un rincón, todo parecía que iba en cámara lenta a nuestro alrededor, al menos yo lo sentí así.
- Supongo que sos la hermana de Albert - dijo acercándose a mi, tenía una voz muy hermosa.
- Sí, por ahora creo que lo soy, mañana no sé, depende de mi estado de ánimo cuando me levante y qué tan pesado esté él - dios QUÉ LE DIJE, que pelotuda que me pongo cuando estoy nerviosa. A pesar de mi estupidez mental, rió y me estrechó la mano
- Soy Julian Casablancas, podés decirme Jules si querés, bienvenida a nuestro hogar, ahora tuyo también. Sentite cómoda, tenés la libertad de hacer lo que quieras.
- Gracias Jules - se había formado un silencio un poco incómodo, ya que ninguno sabía bien qué hacer, pero tampoco podíamos dejar de vernos.
- Ahora te muestro tu habitación, se encuentra en el segundo piso. Te ayudo a llevar eso .
Cargó algunos de mis bolsos y yo ayudé con los que faltaban. Mientras subíamos las escaleras con un poco de dificultad debido a las cosas, Julián me iba explicando la estructura de la casa. En la planta baja se encontraba la sala de estar, cocina, comedor y un baño. En el primer piso estaban los cuartos de Albert, Nick y Fab, el único que me falta por conocer. Y por último se hallaba el segundo piso, donde aguardaba mi habitación, también la suya y la de Nikolai, además de una hermosa biblioteca, mi sueño hecho realidad. Por último estaba la terraza y un gran patio que contaba con pileta.
- Bien, este es tu cuarto, sabrás que podés pintarlo como quieras y decorarlo como te guste. Si necesitás ayuda en cualquier cosa solo decime, la puerta de en frente es mía y Nikolai se encuentra a tu izquierda.
- Gracias Julian, en serio, ahora voy a buscar a Albert, él debería estar ayudándome en vez de vos - me sonrió y recordé que no me había presentado - perdón, olvidé presentarme antes, me llamo Rebecca pero todos me dicen Becca.
- Lindo nombre, ya lo sabía igual - dijo mirándome de forma intensa - yo voy a estar en mi habitación, estoy disponible para lo que necesites, un gusto Becca.
- BECCA ACÁ ESTÁS - gritó Albert cuando terminó de subir las escaleras.
- Dónde estabas Albert? se supone que tenías que ayudarme a subir mis cosas.
- Bueno me olvidé, ahora te ayudo a desempacar - agregó y encaminó hacia mi puerta
Cuando me di vuelta para agradecerle otra vez a Julian, él ya había entrado a su cuarto. Seguí a mi hermano y empezamos a guardar mis cosas y acomodar mejor todo. Al rato se unió Niko, el cual no paró de halagar mi bajo y decirme que iba a enseñarme todas sus técnicas y trucos. Así pasé mi primer día en Nueva York, rodeada de hermosuras, con sueño y mucha felicidad al estar cerca de mi hermano otra vez como cuando éramos niños.
YOU ARE READING
Something - Julian Casablancas
Fanfiction- Donde sea que estés, sé que estás escuchándome. Recuerdo cuando cantábamos juntos esa estúpida canción de los Beatles, yo te decía que no me gustaban, era mentira, los adoraba, lo sigo haciendo, porque son lo único que me recuerda a tu amor - agar...