Capítulo 6: Calma para uno, nostalgia para otro

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Tras aquel incidente en el aula de artes marciales, no volvió a ver otro. Gokú decidió replantear su plan de conquista a Milk, dándole su espacio para no incomodarla, el solo se limitaba a saludarla, aunque ella no le respondiera el saludo, y se mostraba cortes con ella cuando hubiera oportunidad para ello, así ella no acepte sus cortesías.

Ya había transcurrido 3 semanas desde que el joven de cabello alborotado había decidido cambiar de estrategia, para poder llegar al corazón de la pelinegra, pero todo seguía igual, a pesar de ello el apuesto joven no se daba por vencido en su plan de conquistarla.

Aula de Artes Marciales:

¡Hola! decía Gokú, al ver llegar a la pelinegra al taller que compartían, pero como siempre no le respondió el saludo, solo continuo su camino hacia una banqueta, en donde coloco su maletín, para segundos después abrir el mismo para sacar una botella de agua y llevarla a sus labios, mientras el apuesto jovencito la miraba embelesado.

¡Qué grosera eres! expreso la otra chica que era parte del grupo del joven de cabello alborotado, que estaba a unos metros de la pelinegra, pero no recibió respuesta alguna, solo una fría mirada. Mejor voy ya con los chicos, acoto la joven, mientras un joven de cabello de flama se acercaba al joven de cabello alborotado.

Kakaroto, vayamos entrenando hasta que llegan los demás, decía Vegueta, tras llegar junto a su amigo.

Claro, respondió Gokú, mientras pensaba: Hoy es el último día que compartiremos de taller, ya que mañana empiezan las vacaciones y no te veré hasta dentro de un mes, un mes, será un suplició todo ese mes sin verte.

Ya llegaron Krilín y Piccolo, escucho.

¿Qué?, dijo el apuesto joven de cabello alborotado.

¿Dónde está tu cabeza Kakaroto?, mejor ni me respondas que ya lo sé, expreso con molestia Vegueta, posando su mirada en su otro amigo para decir con fuerza: ¡Krilín!

¿Qué pasa Vegueta?, me dejarás sordo respondió el nombrado.

Has equipo con Piccolo, y vayan entrenando hasta que llegue el maestro, acotó el joven cabello de flama.

Bien, contesto el calvo, mientras caminaba hacia el lugar donde estaba el joven de pañoleta blanca.

Entonces yo entrenare sola, se quejaba Sayuri.

Como que sola, te toca entrenar con Milka, expreso Vegueta con firmeza.

Pero ella nunca entrena con quien le toca, salvo que el maestro le dé la orden, decía la joven de cabello lila.

Ello es cierto, expreso Krilín.

No totalmente, dijo Piccolo, haciendo una pausa para agregar: Ella tiene su propio estilo de entrenamiento en pareja, solo debes seguirle lo que ella haga....

Seguirle lo que ella haga, pronunció Gokú, claro ya entendí, no le gusta las maniobras donde hay mucho aproximamiento, pero si dar golpes, y vaya golpes que da...., decía Gokú, haciendo que la pelinegra empiece a mirarlo con molestia.

Amigo, mejor guarda silencio, expreso Krilín, al notar el rostro de la pelinegra.

Milka..., decía Vegueta, pero fue interrumpido por la pelinegra.

Entrenemos, pronunció Milk, mirando a la otra chica.

¡Eh! claro, contesto Sayuri.

Tras algunos minutos, ya estando todos completos el maestro dio inicio a su última clase del año con su grupo.

Minutos después:

Estarás contando las horas, decía la joven de cabello lila a la pelinegra.

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