◖Vínculo Prohibido◗

◖1◗ Recuerdos

El día en el que lo conoció; recordaba los olores, la música y las conversaciones que los rodeaban, todo parecía tan lejano y a la vez cercano, recordaba con cariño ese día.

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Escuchó al jefe gritar su nombre por encima de la estúpida música que había puesto Isidoro -mira tete, tu papá- le dijo acercandose a él, el rostro del rubio se contorsiono con disgusto al escucharlo -yo no lo invité, eh, algún puerco le debe haber dicho- levantó sus manos dando a entender que no tenía nada que ver en la fabulosa idea de invitar al Superintendente a una fiesta repleta de menores de edad y alcohol.

Gus sabía que no había sido él, podía notar cuando éste mentía y justo hoy no era el caso. Volteó para encontrarse con la figura del jefe; para algunos era intimidante, pero para él solo era asqueante. Sabía lo que era, lo que el supuesto frío y duro jefe de la ciudad era: un adulto depresivo y atascado en el pasado -¿Qué cojones haces aquí? ¿Vienes a arruinar el cumpleaños de tu hijo preferido?-.

-Gustabo... Solo te vine a dar tu regalo- extendió una bolsa gris.

Señalo hacia una mesa con unos pocos regalos -se dejan allá- Conway suspiro harto, estába por comenzar a reprocharle su mal educada forma de ser hacia él cuando Isidoro interrumpió.

-Conwi ¿quiere una cerveza? - éste se acercó rápidamente al mayor tomándolo del brazo y jalandolo hacia la barra improvisada, mientras se lo llevaba observó a su mejor amigo y le giño.

Conway se dió cuenta de lo que el "nuevo mejor amigo" de su hijo estaba haciendo y se enojó aún más ¿le creen tonto? Aparte, todos en esa fiesta eran menores, incluyendo a su hijo e Isidoro -Sueltame gilipollas, puto plancha bragas de mierda- hacía fuerza intentado soltarse para armar un escándalo.

-Que no soy un plancha bragas Conwi, soy un putero, te falta calle- continuaron discutiendo mientras Isidoro lograba arrastrarlo.

Gustabo observaba la escena junto con otros chicos que desconocía los cuales de habían percatado de la situación; dejó de mirarlos haciendo un sonido de desagrado con sus labios a la vez que tomaba su vaso con vodka para darle un sorbo -que sinvergüenza, pavo, ni rodeado de niños puede comportarse- escuchó a su lado una voz peculiar, movió su mirada hacia su derecha y vió al hombre que había dicho justo lo que él pensaba.

Bajó su vaso y tragó rápido -¿quién eres?- leyó "policía" En su chaqueta -todos aquí somos mayores de edad eh, no puedes multar a nadie- mintió sin siquiera arrugarse; dejó de observar la chaqueta y se centró en la cara del mayor, éste se veía divertido y a la vez sorprendido.

-No me digas que tú eres el hijo de Conway- sonrió con burla, lo cual molestó a Gustabo. ¿Se iba a burlar de su altura o de su casi nulo parecido con Conway? Gustabo asintió con desconfianza y el mayor soltó una pequeña risa. -¿me estás jodiendo, pavo? Pero si no os parecéis en nada. Para empezar, tú eres guapiño neno- las orejas de Gus se calentaron, escuchar un cumplido tan natural viniendo de un adulto siempre lo hacía avergonzarse.

-Dudo que Conway sea considerado feo en la ciudad- volvió a mirar al jefe, éste se veía hastiado de escuchar a su mejor amigo mientra que el otro parecía emocionado mientras hablaba -además, no me respondiste ¿quién eres? - volvió su mirada al mayor del cual desconocía su nombre y el por qué estaba ahí, aunque se hacía una idea.

Este se arregló el cabello, acomodó sus gafas y ordenó su chaqueta para luego extender su mano derecha buscando un saludo -Freddy Trucazo, Comisario, mejor amigo y mano derecha de tu papi. Un gusto, pituquiño- le regaló una sonrisa la cual gustabo imitó.

-Veo que eres diferente al viejo. Gustabo García, hijo de tu mejor amigo y alérgico a la gente- extendió su mano alcanzando la del mayor y estrechandola; al sentir su frío y áspero toque no pudo evitar quedar embobado con el.

-Alérgico, yo no veo que te esté dando alergia- apretó su agarre y lo apretó dando a entender a lo que se refería -porque no me sueltas nunca, pavo- Gustabo se dió cuenta y lo soltó al instante provocando que Freddy riera.

Gus se sintió avergonzado por un par de minutos más pero luego de que Freddy le sacara conversación éste se olvidó de su vergüenza. Estuvieron hablando gran parte de la fiesta; solo ellos dos con tragos y música a su alrededor, sentían que se conocían desde siempre, era tan fácil hablar entre ellos que parecía casi pactado su encuentro.

Definitivamente ellos nunca podrían separarse u olvidarse, eran tal para cual y los dos, muy dentro de ellos, lo supieron al instante.

Estaba mal y lo sabía pero, no faltaba mucho para su mayoría de edad...¿no?.