HOTEL HASSLER

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Llegamos al hotel de cinco estrellas.

¡Me encanta! Es super precioso.

El chófer me abre la puerta del coche para salir. Vienen unos mayordomos o los botones para cogernos las maletas.

Mi equipo de decoración salen del autobús.

— ¿Estáis todos bien? — Pregunto para comprobar si han llegado sanos.

Me responde con un sí.

— Bienvenidos a Roma. — Dice un hombre alto, rubio de ojos azules. Tiene pinta de tener treinta años. Supongo que es mi cliente. — Señorita Dunia, ¿come questi? (Cómo estás) Soy el Sr. Alassio.

Dice él y me extiende la mano como signo de salutación. No le doy la mano. Bajo la cabeza mientras llevo mi mano hacia mi pecho.

— Muchas gracias. — Le respondo.

— Instalense en los hoteles. — Nos invita a entrar.

Por lo que se, el hotel es suyo y nos ha invitado a venir para poder decorarle un sitio para su boda.

Los chicos y yo nos separamos y cada uno se fué a coger una llave en recepción y dirigirse a su habitación.

****

Me acomodo en mi habitación y comienzo a desempacar. Justo cuando iba a quitarme el hijab, escucho la puerta sonar. Alguien está intentando abrir la puerta con llaves.

Que extraño. Miro a mi alrededor para coger algo y así defensarme por si acaso. Lo primero que vi, fue la lámpara de la mesita de noche.

La persona abre la puerta y casi le abro la cabeza hasta que veo que es...

— Malik?!

Al parecer él también se sorprende.

— Que... ¿Qué haces tú aquí? — Me pregunta mientras se quita las gafas de sol.

— Lo mismo pregunto yo. Esta es mi habitación. — Le digo.

— Y la mía.

— Imposible. — Le digo.

— ¿Esta es la habitación 785 verdad?

— Así es. Si no fuera por eso, nuestras llaves no abrirían la puerta.

— Dejame ir a solucionarlo. — Dice él.

Después de 10 minutos, aparece otra vez.

— ¿Lo has solucionado? — Pregunto muy entusiasmada.

— No. — Responde y mi cara cambia instantáneamente a una de confusión y miedo.

— ¿Qué quieres decir?

— Dicen que no quedan más habitaciones libres y las que quedan, están reservadas. — Explica él.

— No te creo. Ya iré yo misma.

...

— Perdone. — Digo.

— Si. — Me responde la recepcionista.

Le explico la situación y al parecer, Malik tiene razón.

Regreso a la habitación.

— ¿Y bien? — pregunta él.

Suspiro. — Tienes razón.

Esperaba a que se fuera pero no lo hace. Nos quedamos un rato en silencio hasta que habla.

— Si quieres, ya me voy.

Hombre, querer, sobraría.

Obviamente que quiero que se vaya y a la vez no. Pero sería muy egoísta de mi parte decirle que se vaya.

— Si te vas, ¿a donde te irás?

— A Berlín. Donde más va a ser.

— No me has dicho la razón por la que estás aquí. — Le pregunto.

— El dueño del hotel se va a casar y soy el que organiza la comida. — Explica.

— ¡Enserio! Yo también estoy aquí por la boda. Soy la decoradora.

El asiente y dicho esto, coje su maleta para irse.

— Quédate. — Suelto sin pensar.

El se gira y me mira sorprendido.

No sabía qué decir. Así que pienso una excusa.

— Si te vas, ¿quién va a preparar la comida? Así que, quédate a dormir en esta habitación.

— ¿Contigo?

— ¿Qué? ¡No! Claro que no. — Le digo. — Tu al suelo y yo en la cama.

— Tan cruel eres? — Dice él con cara de pena fingida.

— Así es.

****

Ya son las 20:36. Y a las nueve es la hora de la cena en el restaurante del hotel.

Quería darme una ducha por segunda vez pero estando Malik en la habitación, no puedo. Pero en cambio, él sí está disfrutando de la habitación. Cojo mi móvil para escribirle a mi secretaria para preparar las mesas para comer. Levanto la vista de la pantalla y lo que veo...

Buaa. Malik está de espaldas y sin camiseta. Vaya músculos que tiene.

¡Qué sinvergüenza!

No pude quitar mis ojos de él pero se que lo que estoy haciendo está mal.

— Astagfirullah, astagfirullah. — Me repito a mí misma y Malik se gira y me pilla mirándole.

Él sonríe.

— No me mires. — Dice y empieza a ponerse la camiseta.

Me pongo roja.

— No es mi culpa que te quites la camiseta.

Él me iba a responder pero su teléfono suena y lo coje.

— Hola amor. — Escucho la voz de Noor desde la otra banda de la línea. Malik está en videollamada con ella y Zeynab.

— Hola hermano. — Saluda Zeynab. Y Malik le devuelve el saludo.

— Hablamos luego Noor.

— Estoy bien y tu. — Dice ella sarcásticamente. — ¡Qué haces con ella!

La escucho gritar y Malik me mira.

Oh oh, parece que la bruja me ha visto.

— Salam Dunia. — Me saluda zeynab.

Me acerco a Malik para ver la cámara.

— ¿Qué tal estás hermana? — Le pregunto.

Ella iba a responderme pero Noor cuelga.

Malik nota mi cara de culpabilidad.

— No te preocupes. — Dice él.

— Creo que está celosa.

— Tiene razones para estarlo.

— Yo no lo veo. — Respondo.

— Tu eres más guapa, inteligente, amable que ella,... — le corto:

— Malik, para por favor. — Hay un silencio incómodo. — Acaba de arreglarte y vente a cenar con nosotros abajo. — Le propongo y acepta.

No sé lo que estoy haciendo con un hombre casado. Ya Allah, perdóname.


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17/04/2024

Mi pasado es pisadoWhere stories live. Discover now