Mi pasado es pisado

EL ACCIDENTE

Una notificación me devuelve a la realidad cuando estaba perdida entre mis pensamientos y del paisaje que se veía desde la ventana del coche.

Número desconocido: Hola Dunia. No me bloquees. Soy Malik y quiero invitarte a comer. Solo dame esta oportunidad y si no te convenzo, te dejaré de molestar.

Yo: Ok. A las 20:30 en *****

Solo le voy a dar esta oportunidad. Después de esta reunión, no habrá más porqué pienso olvidarle.

— ¿Quién es? — Pregunta Jamal.

— Ah, nadie. Solo es Amira.

¿Por qué le gusta tanto entrometerse en mi vida?

Llegamos al aeropuerto, me despedí de mi madre y le he pedido perdón. Ella me ha abrazado tan fuerte que empecé a llorar porqué la extrañaría.

— Jamal, llévame a la empresa. Tengo que coger mi coche e ir a un sitio.

— Si quieres te acompaño. — Se ofrece.

— No. No hace falta. Quiero ir por mi cuenta.

— De acuerdo.

****

— ¿Qué desea señorita? — Un camarero me pregunta.

— Solo agua.

Solo necesito agua. Estoy muy nerviosa porqué puede que esta sea la última vez que vaya a ver a Malik.

Esperé unos quince minutos pero Malik no aparecía.

Ya estoy perdiendo la paciencia y ahora son las 21:00

Le he enviado un mensaje pero me sale leído y no responde.

Enserio. No sé por qué estoy aquí. Siempre acabo cayendo en el pozo.

Que ingenua soy en pensar que se merece una oportunidad.

****

— Assalamu alaykum. — Digo al entrar a casa con el pie derecho.

— Dunia? — Escucho a Amira decir.

— Si soy yo.

Me quito el hijab y ella nota mi cara de decepción y directamente entiende lo que ha pasado.

— Me ha dejado plantada por su mujer. A partir de ahora él ya no existe para mi, me voy a olvidar de él como lo he hecho desde antes. — Digo sin hacer pausas. — ¿Sabes qué? No quiero hablar del tema. Llama a Damla y vamos a hacer una mini fiesta las tres solas con spa, relajación, buffet y piscina.

Dicho esto, me voy del salón para que ella no diga nada más.

****

Me levanto, rezo fajr, me ducho, desayuno y me dirijo a la oficina de Malik para acabar con su proyecto. Hoy es el último día y lo voy a aprovechar para trabajar duro.

Llego a la oficina pero la secretaria de Malik me detiene.

— Señorita Dunia, el Sr. Malik no está aquí.

— ¿Y dónde está? — Pregunto frunciendo el ceño.

— ¿Es que usted no lo sabe?

— ¿El que?

— El Sr. Malik tuvo un accidente de coche ayer sobre las ocho de la tarde.

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15/04/2008