Quizá soy paranoica, no sé, incluso puede que sea de puro aburrimiento pensar que mi primo oculta algo. Mi intuición pocas veces se equivoca, lo juro, y ahora pareciera que mi intuición no deja de tintinear como una campana tratando de advertirme del peligro.

Pero Stiles jamás fue del tío "Misterioso", al contrario, le encanta compartir su conocimiento con las personas a su alrededor, llámenlo presumido si quieren, para mi es una razón para confiar en que es incapaz de mentirme.

¿Peligro de que? si es solo un pueblo más de Estados Unidos, si bien tiene eso de "la temporada de lobos".

—Charlie.— llamo su atención.— ¿has visto un lobo alguna vez en Beacon Hills?

—Gracias al universo, no.

—¿Pero no te causa curiosidad?

—¿eres muy curiosa no?.— ríe mirándome, yo me sonrojo.— eres como la sirenita Ariel curiosa por el mundo de los humanos, excepto que no eres una sirena y bueno tienes curiosidad por un pueblito

—Si tal vez solo me estoy interesando de mas.— dejo caer mi cabeza en el sofa

—Puede que sol... oye tu celular esta sonando.— señala la mesa.

Me siento y veo el nombre de Stiles en la pantalla. Contesto la llamada y la pongo en altavoz

—Hola, em ¿dónde estás?

—Hola Stiles.— Charlie me mira confundida.— te dije que estaría con Charlie

—¿y donde vive Charlie?.— pregunta como si tratara de ocultar su nerviosismo

—¿Está todo bien?

—¡Si!.— dice demasiado fuerte.— todo bien es solo que pensaba en... pasarte a ver

—Llevo solo dos horas aquí, estoy bien.— digo molestandome un poco

—Ah claro... ¿me das la dirección?

Corto la llamada y miro a Charlie

—Bueno, esa wea si fue rara.

—Es lo que te digo.— apoyo el celular en la mesa viendo como vuelve a prenderse la pantalla con el nombre de Stiles.

—Creo que le preocupa tu seguridad pero también creo que comienza a pasar a llevar tu privacidad.— Asiento completamente de acuerdo.—¿y si...? nah olvidalo

—dime.— suspira y se acerca a mi para susurrar

—¿y si nos estaba siguiendo pero nos perdió de vista?.— la miro y estallamos en risas. Stiles está loco pero nunca tanto.

El teléfono vuelve a prender y estoy por ignorarlo pero veo que es otro nombre el que aparece en la pantalla, es mi hermano.

Respondo y me pongo el celular en mi oreja.

—Hola, Fran.

—Hola chiquita

—¿Cómo estás?

—Todo bien por acá, los chicos del equipo te mandan saludos

—que lindos, diles que los extraño de mi parte.— Charlie me mira

—Oye, te llamo porque Stiles me llamó y...— no me jodas. no no no.

—Tienes que estar bromeando

—¿que?

—Te voy a cortar, Adios.

Bajo el celular y me pongo de pie, Charlie me mira desde el piso.

—Me voy.

—pero si apenas son las cinco

—Si pero debo ir a acusar a alguien

ADICTIVO | Derek HaleWhere stories live. Discover now