Un pulpo en una chalatería

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— Vio, justo a tiempo.— Ruslana se sentó en la mesa con su taza de café en manos y miró hacia Violeta, la cual seguía sin moverse de la puerta.— Cuéntanos, ¿Quién es la gobernada en vuestra relación?

— Ruslana, déjalo.— Rió Naiara desde donde estaba sentada.

Todas las mañanas eran así, y Chiara las amaba con todo su corazón. Ruslana vacilando cada día a una persona distinta cuando se despertaba, Chiara observando todo con una sonrisa, Violeta y Denna siendo normalmente el objetivo para las burlas de Ruslana y Naiara frenando las burlas de la pelirroja, para después las cinco poder desayunar hablando de temas normales y tranquilos. 

— Iré a despertar a Elizabeth.— Informó Chiara terminándose su tazón de Cola Cao y levantándose de la mesa, notando las miradas ligeramente incómodas del resto.

— Coño, milagro que siga en casa. — Ironizó Ruslana alzando ambas cejas, parecía molesta, y la verdad que lo estaba.

— Ruslana, ya. — Le cortó Naiara, viendo como la pelirroja bufaba pero no decia nada más del tema.

No era una sorpresa que las cosas que envolvían a la rubia menor se habían vuelto realmente tensas, llevaba una semana y media desaparecida, respondiendo mal lo poco que hablaban con ella y, además, Violeta les había contado lo que habló con la rubia en su última conversación con ella, y la pelirroja realmente parecía afectada por aquello.

Chiara, ignorando las miradas de todas, se fue hacia su habitación, donde encontró a la menor abrazada a la almohada, aún dormida, aunque completamente destapada. Siempre se había fijado que, cuando dormía sola, Elizabeth se movía muchísimo por las noches, sin embargo, cuando dormían juntas, la rubia apenas se movía en toda la noche. 

Se acercó a la cama y se sentó en el borde, mirando hacia su novia. Una sonrisa apareció en su rostro al verla, realmente se veía tranquila, en paz, y le daba miedo romper aquello, aquel sentimiento de tranquilidad que se podía apreciar en su rostro. 

— Amor...— Susurró Chiara, poniendo una mano sobre la cadera desnuda de su novia, ya que la camiseta del pijama se le había subido ligeramente.— Good morning, sweetie... 

La mayor comenzó a acariciarle la cintura, subiendo y bajando con cuidado, notando como Elizabeth empezaba a moverse un poco, quedando boca arriba y la mano de Chiara sobre su abdomen, el cual siguió acariciando del mismo modo.

— Kiki...— Se quejó la rubia, aún sin abrir los ojos, acción que hizo reír a Chiara.  

I would let you sleep more, but you should talk things out as soon as possible.— Rió Chiara, aún siguiendo con sus caricias, hasta que sintió la mano de su novia sobre la suya, frenándola.

— Créeme, si quieres que sea capaz de hablar algo con alguien, no sigas con eso o no podré parar. — Susurró de manera algo tímida, con las mejillas ligeramente rojas.

Are you horny right now? — Preguntó la pelinegra llena de burla, riendo al ver como Elizabeth se ponía una almohada sobre su rostro.

Shut the fuck up. — Se quejó la menor, aún escuchando la risa de su novia. — Joder, es que llevamos una semana y media sin follar, claro que estoy horny, y se que ha sido por mi culpa el no haberlo hecho durante esta semana, pero soy humana, soy débil y tú me has despertado con caricias muy cerca de zonas peligrosas.

Chiara no pudo evitar soltar una carcajada al escuchar aquellas palabras saliendo de la boca de su novia, la cual estaba completamente sonrojada. La mayor, aún con esa sonrisa burlona, se acercó a ella para dejar un beso en sus labios, pero Elizabeth se lo esquivó.

El juego de quererte en secreto [Chiara OT 2023]Where stories live. Discover now