O4: Emma

259 36 0
                                    


Cuando Matías se enteró que Francisco estaba embarazado se propuso ser el mejor tío del mundo para aquel futuro pequeño o pequeña, así que pasó los últimos nueve meses al lado de su mejor amigo dispuesto a darle todo lo que necesitaba. Claro que también estaban Esteban y Enzo, pero era obvio con quien pasaba mas tiempo el rubio.


El momento en que supieron que era una niña rapidamente empezo a ahorrar para comprarle algun body o mantita que pudiese usar para cuando saliera del hospital, aunque claro no fue el único con esa idea.


—Muchas gracias Enzo, está precioso —Dijo Romero al ver el hermoso pijama de invierno que le había regalado el alfa a su pequeña—¿No te parece divino Mati?


Claro que era precioso, se trataba de un enterizo en forma de hada.Recalt lo había querido, pero se salía demasiado de su presupuesto, y que Vogrincic lo haya traído no le causaba ninguna gracia.


—Ella seguro elegirá el mio.


—Oh sí, seguro preferirá un pijama rosa todo simplon —Ironizó el alfa y Matías le mostró su dedo medio.


—Mas les vale no estarse peleando así frente a Emma o tendré que prohibirle la entrada a los dos.


—¿Emma? —El rubio asintió con una sonrisa.


—Así va a llamarse, lo elegimos ayer —Respondió entonces Esteban.


La pequeña Emma sin dudas llegaría a cambiar la vida de todos y definitivamente sería para bien.



Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



Cuando Emma finalmente nació todos estaban alterados, Francisco había roto fuente en un viaje que habían hecho al barrio chino por lo que tuvieron que correr de urgencia al hospital mas cercano. Naciendo así la muchachita en un sanatorio de Capital.


Su llegada fue una inmensa alegría tanto para sus padres como para sus padrinos, así proclamados por el matrimonio días antes de haber nacido la pequeña. Emma era una bebé tranquila pero juguetona, podía estar horas despierta buscando algo con que entretenerse. No lloraba mucho ni hacia berrinches, por lo que realmente no presentaba un gran trabajo cuidarla.


Tanto Matías como Enzo la consentían en todo lo que podían, desde brindarles su total atención al jugar con ella hasta comprarle juguetes, ropa, pañales o cualquier cosa que viesen en las vidrieras de las tiendas.

emma ; enzo & matíasWhere stories live. Discover now