Tu Sonrisa Lo Dice Todo [HunHan] {Yaoi}

Capítulo 40

~Capítulo 40~

*En la enfermería*

-¡Ahh!- el escozor es muy molesto pero aún así soportable. Veo que Tao se levanta y se acerca a mí.

-Tranquilo.- me dice la enfermera. -¿Ves? ¿A qué hemos terminado rápido?– me dice después ajustarme una venda que rodea toda mi rodilla.

-Sí,muchas gracias – me levanto y comienzo a cojear hacia la salida.

-¿Adónde crees que vas? - pregunta Tao que me lleva de nuevo frente a Kyung Hee.

-Me refería a que habíamos terminado con la rodilla – suelta una risita.

Me sienta bastante mal, la verdad. Entre los tres me están tratando como si fuera un niño pequeño.

-Bueno,y si no has terminado, ¿qué queda por curar? - lo digo en un tono de pocos amigos pero para mí sorpresa la enfermera no tiene cara de enfado sino de preocupación.

-¿Cómo te llamas? - Se acerca a mi rostro.

-¿Qué?- para que lo quiere saber, ya se lo ha dicho Tao.

-Por favor responde.

-Me llamo Luhan. ¿Que intentas saber? - ahora sí que me estoy poniendo nervioso.

-Creo que la herida de tu cabeza no te sangro demasiado – aún sigue con esa mirada preocupada y eso me descoloca mucho más.

-¿Y eso es malo? - Tao se adelanta como si me leyera el pensamiento.

-Normalmente sí. Cuando después del golpe aparece sangre significa que la herida ha sido superficial...- hace una pausa - pero si no aparece sangre puede existir algún tipo de conmoción cerebral que puede llegar a causar un síndrome postraumático con la consecuencia más significativa de pérdida de memoria. - todos en silencio me miran o me analizan, no estoy muy seguro. - Esperemos que no sea el caso más extremo, de todas formas voy a mandarte a urgencias a que te hagan una prueba.

-Pero si estoy bien, ya le dije mi nombre. - Joder, no. No quiero perderme más clases por esto y menos hacer que se las pierda Tao. La presentación se acerca cada vez más y por desgracia no me siento muy capacitado para bailar ahora mismo. La enfermera se retira a buscar el teléfono y yo me asusto. Tao me agarra del brazo.

-Tranquilo,Luhan. Solo quieren asegurarse de que estás realmente bien. Parece que te diste un buen golpe. - Me da un toquecito en la espalda supongo que para darme ánimos. -Oye, tengo que avisar a algún profesor para decirle que voy a acompañarte al hospital y no crean que me he escapado, jajaja.

-No hace falta que me acompañes, llamaré a mi madre. - se nota que se preocupa por mi de verdad, esa primera impresión de chico malo se va desmoronando rápidamente.

-Llama a tu madre si quieres, pero supongo que tardará y no quiero que estés solo en lo prueba.

-Si insistes...- sonrío.

-Yo no he insistido, eh? Eres tú el que quieres que te acompañe! - pone cara de sorpresa y comienza a reírse.

-La ambulancia viene hacia aquí, no tardará mucho. Han Na tienes que ayudarme a llevarlo a la sala donde están las sillas de ruedas. - La novata se comienza a acercar para sujetarme del brazo pero  Tao la detiene con delicadeza.

-Lo haré yo – perplejo observó como le sonríe con cara de Don Juan y hasta parece que le hace un guiño. Ella por su parte, con una sonrisita nerviosa se hace un lado para dejarle espacio.

Entre la veterana y Tao me alzan de la cama y empiezo a caminar gracias a su soporte, ya que al tener una venda en la rodilla no puedo flexionarla para andar, pero realmente el que me ayuda realmente es Tao, en él intento echar todo el peso de mi cuerpo ya que de los dos es el que tiene más fuerza. Los dos brazos, uno de cada uno están en mi cintura pero uno más bajo que otro, y no puedo diferenciar cuál de los dos es el pervertido o pervertida.