¿Cassie? — Preguntó Elizabeth confundida cuando contestó la llamada, pues era realmente tarde. 

No era una sorpresa que su hermana menor la llamase, le había llamado varios días desde que llegó a Madrid, pero lo que le sorprendió  fue que le llamase a esas horas de la noche. Por unos segundos se preocupó, ¿y si le había pasado algo? 

Hola, Liz...

¿Ha pasado algo? ¿Está todo bien? ¿Necesitas algo? — Preguntó de manera rápida y acelerada, dándole otra calada al cigarrillo y volviendo a poner una cara de asco, esta vez sin toser. 

Tranquila, está todo bien, es solo qué... — Cassie se quedó callada durante unos segundos, y después Elizabeth pudo escuchar como suspiró.—  ¿Puedo hacerte una pregunta?

 — Cassie... son casi las doce de la noche, — Murmuró llevándose el cigarrillo a su boca.— Deberías irte a dormir, podemos hablar maña...

¿Cómo supiste que Chiara te gustaba?

Elizabeth se quedó sin palabras. Abrió suavemente su boca, de la sorpresa hasta se le cayó el cigarrillo al suelo. No se esperaba aquellas palabras saliendo de la boca de su hermana, y menos con el tono con el que lo había dicho, como si realmente estuviera... 

¿Estás sintiendo algo por alguien?  — El silencio al otro lado de su móvil le dieron la respuesta que necesitaba.— ¡Eso es emocionante!

No lo sé, no me agobies. — Se apresuró segundos después a contestar.— Si te lo pregunto es porque no estoy del todo segura, no se qué es lo que siento realmente. 

Ay, enana... — Susurró Elizabeth con una pequeña sonrisa, sentándose en un banco.— Yo creo que desde un principio me fijé en Chiara. En como cantaba, en sus ojos, su sonrisa, como trataba que todos nos sintiésemos integrados... Inconscientemente supe que era ella desde el principio, aunque no quisiera aceptarlo.  La veía una persona tan real, tan buena, tan mona, tan perfecta... 

Dios, mira que eres cursi. 

Cuando la veía sentía una especie de cosquilleo en mi estómago.— Continuó Elizabeth, ignorando las palabras de su hermana.—  Y sentía que mi felicidad dependía de la suya. Cuando la vi riendo porque me caí en clase de urban, me di cuenta de que sería capaz de hacer el idiota y quedar como una patosa frente a todos los espectadores si eso significaba que podría verla reír. Sentir que cuando te mira se te alegra el día, que cuando te habla se te alegra la vida y cuando sonríe se te alegra el corazón.

Joder, que profunda eres.— Suspiró Cassie, escuchando la risa de su hermana. 

¿Quién es él? ¿O ella? — Preguntó Elizabeth, sacando otro cigarro de la cajetilla y poniéndolo en su boca, para después encenderlo. 

Es... es ella. — Respondió Cassie mientras su hermana se encendía el cigarrillo, el cual tenía en su boca.— Jasmine...

De nuevo, cigarrillo al suelo. Y apunto estuvo de caerse su móvil también, mientras que la mayor trataba de procesar la información que le acababa de llegar. ¿A su hermana le gustaba la hermana de su novia? 

Elizabeth por tu madre di algo. — Murmuró la menor, mientras se mordía las uñas. 

Perdona, perdona, estaba asimilando... — Habló Elizabeth, aún sorprendida.— A las Oliver se les da bien hechizarnos, ¿eh? 

Cassie rió suavemente ante las palabras de su hermana y se quedaron hablando durante un rato más, hasta que la mayor decidió que era hora de irse a dormir. Le había dado unos consejos a su hermana para saber si Jasmine sentía lo mismo que ella o no, ya tendría una pequeña charla con Jasmine si llegaba a pasar algo entre su hermana y ella. 

El juego de quererte en secreto [Chiara OT 2023]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu