Un Nuevo Comienzo

10

Sentados frente a frente... Ninguno dice nada... Chuuya tiene un cigarrillo entre sus dedos... Dazai no sabe cómo comenzar a hablar... Un silencio que no es para nada incómodo para ninguno de los dos...

Dazai al fin se decide a hablar...

— Yo... — dice viendo cada movimiento de su acompañante.

— ¿Tú? — pregunta dejando salir el humo lentamente.

Traga con fuerza.

— Lo siento... No se cómo iniciar esta conversación... — se encoge de hombros.

— ¿No? — se levanta del sillón y camina hacia la ventana. — ¿Entonces qué hacemos aquí? ¿Por qué no te vas?

— Chuuya... — lo sigue, pero no sé acerca. — En verdad, lo lamento...

— ¿Qué lamentas? — mira la ciudad, solo quiere descansar.

— Todo. — su voz suena firme.

— Todo... — repite en un susurro.

Se acerca... Más de lo que debe... A pesar de la distancia el aroma del otro llega a él....

— Chuuya... Por favor... Perdoname... Fuí un completo idiota, cuando me respondiste esa noche, yo... — quiso tocarlo, pero se contuvo. — No sabía que hacer, que decir... No he podido estar tranquilo después de eso...

— ¿Eso es lo qué te ha hecho querer venir a pedir perdón? ¿Tu conciencia? — jaló otra bocanada.

— No quise decir eso. — se apresuró a decir. — Yo... Te quiero... — "Te amo"

— ¿Me quieres? — volvió a hablar en un susurro. — ¿Mi perdón es el qué buscas? ¿No? — pregunta volteando a verlo.

— Sí, pero también que me des una oportunidad... — más cerca...

— Bien, te perdono Dazai. — lo ojos de Dazai tomaron un brillo hermoso. — Pero, esa oportunidad que pides, búscala en otra parte, ahora eres mi enemigo.

Dazai sintió al romperse dentro de él... No, no se rendirá tan pronto. Se acerca por completo al pelirrojo y sin dejar hacerlo algún movimiento le sujeta las manos haciendo caer el cigarrillo y une sus labios en un beso.

— ¿Mhm...? — trata de separarse del castaño.

— Chuuya... — susurra sobre sus labios.

— No- no lo deja terminar y aprovecha para volver a atacarlo con otro beso... Esta vez más profundo...

Chuuya quiere golpearlo... Así como seguir sintiendo sus labios contra los suyos... Y algo más... Con la poca cordura que le queda logra con un movimiento separándose del castaño.

— ¿¡Qué crees que estás haciendo!? — está enojado.

— Chuuya, tú y yo sabemos que es lo que quiero hacer. — se vuelve acercar a él, está vez Chuuya es más rápido y de una patada lo deja en el suelo.

— ¿Ah sí? Ve con una de esas tantas mujeres a las que les coqueteas, no quiero que te me acerques. — pasó por encima de él y se dirigió a la cocina. — Imbécil. — agarró una botella de vino y una copa.

Dazai trataba de recuperarse de la patada... Otra vez volvía a meter la pata... Se levantó y volvió a ir detrás de Chuuya.

El pelirrojo lo vió acercarse.

— ¿Y ahora qué? — dice llevando la copa a sus labios.

— ... ¿Me das una copa? — pregunta desde la puerta.