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Salió corriendo después de haber hablado con su subordinado, al llegar a las instalaciones se dirigió a la enfermería encontrándose con este.

— ¿Cómo se encuentran? — preguntó con la voz agitada.

— El doctor dice que estarán bien. — respondió poniéndose en pié y haciendo una reverencia.

— Olvida las formalidades por hoy, Akutagawa. — dijo con una sonrisa. — Iré a hablar con el doctor. — colocó una mano en el hombro del chico, le dió una palmada y se dirigió al consultorio.

Al estar allí llamó a la puerta y entró al recibir un "adelante" como respuesta.

— Es un honor verlo por aquí, señor Nakahara. — al ver de quien se trataba se levantó de la silla y lo saludo con una reverencia. — ¿Qué lo trae por aquí?

— Dos de mis subordinados fueron lastimados y quiero saber que tan graves son sus heridas. — habló con voz firme.

— Bueno, la chica recibió tres apuñaladas en el estómago, el chico un golpe en la cabeza, dos apuñaladas en la espalda y otras dos en el estómago. — enumeró entrelazando las manos.

— ¿Estarán bien?

— Por supuesto, esos chicos son muy fuertes. En unas semanas estarán como nuevos. — respondió con una sonrisa.

— Bien, gracias. — finalizó con un leve suspiro de alivio.

— Para servirle, señor.

Chuuya salió del consultorio, cuando estaba ya cerca de Akutagawa su celular comenzó a sonar y contestó enseguida.

Hola Chuuya
Lamento molestarte
otra vez

No es molestia.
¿Qué es lo que necesita?

Hablar contigo,
Ven a mi oficina
¿En dónde estás ahora?

En la enfermería

Ya te enteraste de lo que pasó...
Bien, mucho mejor
De eso es de lo que tenemos que hablar, ven  pronto.

La persona con quien hablaba finalizó la llamada, Chuuya se acercó a Akutagawa, este último levantó la mirada para poder verlo a los ojos.

— No te preocupes, Gin estará bien.

— Lo se, es muy fuerte... Pero yo tenía que protegerla. — habló y apartó la mirada.

— No siempre lo podrás hacer, no te tortures. Voy a ir a hablar con el jefe, mantenme informado de lo que pasé, ¿Entendido?.

— Sí. — afirmó y le regaló una pequeña sonrisa a su superior.

— Bien, regresaré lo más rápido que pueda. — dijo por último y salió de la enfermería.

...

Iba caminando con paso rápido por los pasillos, al estar enfrente de la puerta de la oficina de su superior inhaló y llamó a la puerta....

Un suave "adelante" fue lo que se oyó y entró.

— Bienvenido Chuuya. — el mencionado hizo una reverencia como respuesta. — Bien, el motivo por el cual te hice venir es el siguiente... — Hizo una pausa antes de continuar. — A Tachihara y a Gin los hirieron los hombres de la organización que te pedí investigar. Al parecer ellos estaban caminando por los alrededores y se encontraron con diez hombres de dicha organización, unos de los hombres se acercaron a ellos con la intención de abusar de Gin, — Chuuya al oír el porque se les acercaron frunció el ceño y apretó los puños. No le agradan para nada los idiotas que se aprovechan de las mujeres solo por ser más débiles a la hora de enfrentarse a un rival más fuerte. — Tachihara se colocó enfrente de ella, los hombres lo empezaron a insultar luego dos de ellos fueron los que iniciaron la pelea, — siguió explicando al ver la reacción del chico. — Tachihara y Gin acabaron con ellos, cuando llamaron para informar lo sucedido fueron nuevamente sorprendidos por muchos más hombres, los refuerzos llegaron y lograron salvarlos de la muerte. Tres de los hombres sobrevivieron y los tenemos para sacarles información... — Hizo una pausa de unos segundos y siguió hablando. — Quienes fueron heridos son tus subordinados, así que tú te encargarás de ellos. — levantándose de la silla en la que estaba se dirigió a paso lento a Chuuya. — Averigua quién es sus líder y qué es exactamente lo que están produciendo. — dijo estando enfrente de él.

Asintió — ¿Algo más? — fue lo único que preguntó.

— Cuando termines puedes hacer lo que quieras con ellos. — Respondió.

— Bien, me retiro. — habló haciendo una reverencia, salió del lugar y se dirigió al lugar en donde estaban los tres hombres a quienes debía interrogar.

Al bajar las escaleras se podía sentir el olor a sangre y sudor, ese olor era el motivo por el cual no solía hacer él mismo los interrogatorios. Bajo por completo, preguntó en qué bodega se encontraban a uno de los hombres encargados de cuidar a los prisioneros quien se lo dijo de inmediato, se dirigió hacia allá y abrió.

La bodega estaba llena de sangre por todos lados, en el centro estaban los hombres amarrados al techo de las muñecas.

— Bien, hagamos esto rápido. — Fue lo primero que dijo.

Unos minutos después solo se podía escuchar los gritos de dolor de los hombres.

— Voy a preguntarles por tercera vez... ¿Quién es sus líder?

— N-no lo s-se... — respondió un hombre con sangre recorriendo todo su cuerpo.

— La misma respuesta... No me sirves. — Dijo, lo agarró del cabello, colocó una navaja en el cuello y lo degolló. —Bien, intentaré contigo. — Se colocó enfrente del hombre que estaba a la par. -— ¿Quién es sus líder?

— No te lo diré. — Fue la respuesta que recibió.

— Bien, creo que no necesitarás la piel de tu horrendo rostro. — dijo mostrando la navaja. — Última oportunidad... ¿Quién es sus líder? — Preguntó poniendo la navaja en el rostro del hombre. — ¿Vas a responder?

— Yo... No te diré nada. — Volvió a responder.

— Bien. Despídete de tu ya deformado rostro. — Empezó a penetrar la piel haciendo que el hombre dejará salir un grito.

— Bi-bien, t-te d-diré lo que s-se... — habló con la voz rota.

— Habla entonces. — Separó la navaja de la piel del hombre.

— Y-yo no s-se quien es e-en realidad... Na-nadie lo sabe... So-solo lo conocemos co-como el doctor Jhon...

— Doctor Jhon... — repitió para si mismo.—  Y ¿Qué es lo que han estado traficando?

— E-eso n-no lo s-se...

— Mientes... Y tan bien que íbamos... — dijo y lo mató igual que al anterior. — Solo quedas tú... — habló acercándose al último hombre

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Un Nuevo ComienzoWhere stories live. Discover now