CAPÍTULO 11

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Restregó sus ojos antes de abrirlos por completo y mirar la hora en su celular, el sueño aún estaba a flor de piel, pero al ver todas las llamadas perdidas de Yugyeom un escalofrío recorrió su espalda.
                          
Marcó rápidamente el número mientras se levantaba de la cama para buscar su uniforme esperando impaciente que su amigo le contestara lo antes posible.                          

-¿Dónde estás? Hace quince minutos que comenzamos las clases. - cerró los ojos maldiciendo internamente el haberse quedado despierta gran parte de la noche.
                            
-Sigo en pijama - murmuró asustada agarrando todo lo que se encontraba en su escritorio y echándolo a la mochila.
                           
-El profesor Cha anda demasiado molesto hoy día, de hecho, no está dejando pasar a nadie que haya llegado tarde, Sanha me sigue mandando mensajes al celular para que hable con él, pero te juro que ni siquiera quiero mirarlo. ¿Tienes alguna idea de qué le puede pasar?

                             
-¿Por qué debería saberlo?
                             
-No sé, como compartieron saliva hace unas semanas, pensé que tal vez te había dicho algo - rodó los ojos ante el comentario de Yugyeom.
                         
-Pues no me ha dicho nada, de hecho ni siquiera me ha dirigido la palabra, cosa que encuentro muy estúpida porque la que debería estar enojada soy yo, no él - alzó la voz molesta.
                           
-Ya, pero no me grites... bueno, solo te llamaba para decirte que no es necesario que vengas, de todos modos no creo que el profesor Cha te deje entrar, aún si eres la persona a la cual besó fuera de su departamento como si no hubiera mañana.
                            
-¿Puedes parar? en todas las conversaciones que tenemos siempre tienes que hablar de eso, creo que tienes un leve trauma - cortó la llama tirando el celular en el escritorio.                         

Caminó de nuevo hasta su cama para volver a recostarse, todavía estaba con sueño así que optó por acomodarse y volver a dormirse, pero el sonido de unos golpes en la puerta hizo que sus planes tomaran otro rumbo.
                         
-¡Ya voy! - gritó a viva voz mientras caminaba lentamente hacia la entrada para recibir a la persona que había llegado - ¿Qué haces aquí? No espera, ¿qué te pasó en el rostro? - preguntó acercándose a él tocando con delicadeza su mejilla inflamada.
                        

-Un chico rudo me golpeó de la nada, pero da igual, te vine a buscar para llevarte a la escuela, aunque veo que todavía no estás vestida - Jinyoung puso sus manos a cada lado de su cintura regañándola con la mirada.
                       
-Yugyeom me acaba de llamar diciendo que no fuera a clases porque Eunwoo no está dejando entrar a nadie que llegue atrasado, según dice, está molesto - le dio la espalda tomando asiento en el sofá.                             
-¿Sabes por qué razón? - preguntó tomando asiento al lado de ella.                            
- ¿Debería saberlo? - lo miró extrañada.                             

-Debiste saberlo hace días... - murmuró por lo bajo.
                          
-¿Días? ¿De qué estás hablando? - frunció el entrecejo sin entender.
                             
-Nada, ¿tienes hambre? - preguntó parándose y dirigiéndose hasta la cocina.                              

- Algo, ¿por qué? - siguió sus pasos hasta la cocina para ver con este revisaba el refrigerador.
                           
- ¿Puedes cocinarme algo? salí de mi casa sin comer y muero de hambre - tocó su estómago haciendo puchero.

                           
- Está bien - lanzó un suspiro cansado saliendo de la cocina - deja que me arregle y te hago el desayuno.
                                                                      
- ¿No puedes hacerlo antes? - escuchó el grito de Jinyoung desde la cocina.

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