El hechicero más fuerte por eliminación: Yuji Itadori

6: Pasado

De noche, en la casa de la familia Itadori. 

Yuko frotó sus nudillos ligeramente contra sus párpados, tras abrir la puerta trasera del jardín de la casa. Un jardín de aspecto mucho más lujoso que el resto de la más bien modesta casa, con numerosas plantas en sus macetas o plantadas directamente al suelo (como el gran árbol casi contra la cerca de la casa, y unos cuantos ejemplares de bambú), un pequeño camino de piedritas & alguna decoración más (como una estatuilla de Buda).

Y hasta un estanque con algunas carpas...

-¿No piensan ir a dormir?- Yuko preguntó un poco somnolienta a su esposo, y su discipulo. 

Yuji está de brazos cruzados a unos metros de Yamato, que por su parte apuntaba con una mano a un jarrón colgado de una cuerda al árbol del fondo - el jarrón funciona como 'blanco' o diana para lo que trata de hacer el adolescente... 

-Puedes irte a dormir. Finalmente parece que él se está empezando a concentrar.- Yuji insistió amablemente, mientras que Yamato permanecía en silencio...

-¿En serio?- Yuko exclamó sorprendida, haciendo reír un momento al hombre de espinoso cabello rosado. 

-Si. Algo así...- Yuji declaró calmadamente, mientras que Yamato casi se muerde la lengua...

-...Azul- Yamato trató entonces de reforzar su técnica con energía maldita, para producir aquel brillo azulado un instante...pero no paso absolutamente nada. Ni en el primer segundo después de que Yamato habló, ni en los siguientes cinco -¡Verde!- Yamato empezó a decir cualquier color que se pasara por su cabeza.

Yuji frunció ligeramente el ceño, antes de darle una ligera patada en el trasero a su estudiante, mandándolo al estanque con las carpas para refrescarse un momento. 

-Que tengan suerte~- Yuko comentó tras una risita, mientras se iba a la cama, dejando al par de hechiceros con sus propios asuntos. 

-¡Agh!- Yamato exclamó, llevándose las palmas a su húmedo rostro un momento - precisamente suerte es lo que le falta, porque el destino no le sonríe. 

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Al día siguiente.

-¡Te ves horrible!- Kamuima comentó sin pelos en la lengua, viendo a su compañero de cabello blanco con algunas ojeras debajo de sus ojos (aunque tampoco se ve tan mal en realidad como parece indicar el tono de la chica pelirroja).

-¡¿De qué hablas?! Me pongo unos lentes de contacto azules, y si esto de la hechicería no funciona, perfectamente podría vivir de mi bello rostro como modelo.- Yamato comentó acentuando con sus manos un momento la figura de su rostro...

-...¿Te digo la verdad, o ...?- Yuji (quien había venido a dejar a Yamato, como usual) exclamó llevándose las manos a la nuca, antes de que su alumno favorito trate de golpearlo.

El hombre de 33 años simplemente esquiva al adolescente de 15, sin necesidad de grandes movimientos o mucho esfuerzo, simplemente están jugando...cuando precisamente Takaba les cae encima un momento.

-¡Hola!- El hechicero número 2 de Tokyo saludó entusiasmado a su viejo amigo & el adolescente. Yamato parece ahora "pegado" al piso, como una caricatura, mientras que Yuji simplemente se "infló" devuelta colocando un pulgar en su boca un momento. 

-Takaba ¿Qué tal?- Yuji saludó al otro profesor con entusiasmo, mientras que Kamuima y Akira tratan de despegar a Yamato del piso... 

La técnica de Takaba es tan peligrosa como extraña.