- Royalty
❝Es mejor que me des tu lealtad por que estoy tomando el mundo que verás y estaras llamándome realeza ❞
Donde Healena Le'Black intenta seguir adelante donde apesar de su tragedias parece que no va a lograrlo.
O
Donde Hiccup Haddock...
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HEALENA SENTIA LOS NERVIOS A FLOR DE PIEL, mientras maldecía a Hiccup quien aparentemente se veía bastante tranquilo o al menos fingía o aparentaba estarlo.
Estaba hecha un manojo de nervios, además si sus hermanos se daban cuenta de que ella no estaba se preocuparían y Robert sacaría cualquier estupidez, sin contar que probablemente su padre la castigaría.
Habían caminado ya un buen trecho, Hiccup tenia un mapa de las pequeñas zonas que había cerca de punta cuervo habían revisado cada punto para ver si los dragones habían caído ahí pero desafortunadamente no había rastros de ellos. Conforme avanzaban el hiba tachando los lugares y hiban en el último y al no encontrar nada, Hiccup lo tachó y terminó haciendo rallones sobre el dibujo.
—Hay los dioses me odian — replicó disgustado. — algunos pierden cuchillos en el lodo pero yo no, yo voy y pierdo un dragón entero.
Healena simplemente lo escuchaba pues no sabía que decir exactamente, por lo que aveces preferiría quedarse callada, su padre le decía que cuando fuese reina tendría que hacerce escuchar pero ella ya no sabia si en verdad hiba a ser reina.
Hasta donde sabía, Berk se había convertido en el nuevo Wetsfall, pero tarde o temprano regresarían a su antiguo hogar y mientras Healena se perdía en sus pensamientos, Hiccup la zarandeaba de los hombros para que reaccionara.
Parpadeo varias veces pero luego le sonrió, tomó sus manos suavemente y las alejó.
—Estoy bien — se limitó a contestar con una sonrisa
—Si tu lo dices — respondió Hiccup no muy convincente, volviendo a caminar, pero tal parecía que su enojo había vuelto ya que una rama de un árbol un tanto caído estorbaba en su camino por lo que la golpeó pero la rama le regresó el golpe, soltando un quejido de dolor.
—¡Por los siete! Hiccup. . .¿te duele? — pregunto Healena acercándose rápidamente a él.
Hiccup asintió levemente mientras tenia su mano en su mejilla lastimada
—Deja me ver — pidió amablemente Healena y sin esperar respuesta de Hiccup quito su mano delicadamente y comenzó a ver su mejilla.
Hiccup se quedó quieto al sentir el tacto de Healena, pero ella no se dio cuenta de eso ya que estaba más concentrada en ver si la rama solo le había dejado marca o si en verdad le haría una herida grave.
Hiccup no le quitaba la mirada en encima a Healena, teniendo la oportunidad de verla mejor, tenia un cabello color rojizo pero algo castaño a la vez, y si te detenias a mirar muy de cerca podías ver sus lindas pecas que adornaban su cara como constelaciones, aunque la idea de que alguien estuviera mucho más cerca de Healena no le gusto. Luego pasó a sus ojos y ¡Oh dioses! seguía pensando lo mismo que le dijo el día en que la conoció, sus ojos eran lo inverso a los suyos que le recordaban al mar y al cielo, eran de un azul profundo que te hipnotiza al momento de verlos y sin que se diera cuenta estaba bastante sonrojado.
