- Royalty
❝Es mejor que me des tu lealtad por que estoy tomando el mundo que verás y estaras llamándome realeza ❞
Donde Healena Le'Black intenta seguir adelante donde apesar de su tragedias parece que no va a lograrlo.
O
Donde Hiccup Haddock...
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NO, HEALENA NO HABIA ESCUCHADO MAL CUANDO LE DIJERON QUE EN WETSFALL, HABIA DRAGONES.
Dos adultos y tres huevos para ser exactos, pero, no le asusto el hecho de que hubiera dragones si no, el hecho de que montaría uno de su padre, con solo cinco años de edad.
Los cuatro pequeños se encontraban en cuidado de su mucama, mientras ella mecía al pequeño bebé Robert, Deimos jugaba con unos dragones de juguete, Colin y Healena leían un libro.
La tranquilidad de Healena se había ido cuando escuchó como su padre entraba al cuarto, ella inmediatamente se escondió para que no la obligaran a montar a un gran dragón que fácilmente podía devorar la de un bocado.
Uno de sus padres, Ambrosio, entró al lugar a ver a sus pequeños, en especial en cómo estaba el bebé.
—¿cómo se encuentra? — pregunto al verlo un poco inquieto
La mujer lo siguió arrullando esperando a que dejara de estar algo inquieto.
—Ha estado muy molesto toda la mañana, mi rey, desde entonces no ha querido calmarse — le informó la mucama mientras seguía meciendo al joven príncipe.
Ambrosio asintió, después se dirigió junto al pequeño Deimos de cuatro años, quien aún se encontraba jugando con los dragones de madera.
—Bien, Deimos ¿que haces? — pregunto con una sonrisa.
Entre balbuceos y risas, el pequeño le explicó a qué jugaba. Ambrosio negó con una sonrisa. Luego se dirigió a su hijo mayor.
—Colin, ¿dónde está tu hermana? — pregunto al no verla
—No lo sé padre, talvez se escondió al escucharte entrar — respondió el niño con simpleza
Ambrosio suspiró.
—Si sale de su escondite, quiero que le digas a una de sus niñeras que la lleven a la sala del trono ¿está bien? — pregunto hacia Colin, el asintió.
El monarca no tuvo más remedio que irse, y una vez que lo hizo, Healena salió de su escondite.
—Tienes que ir, o mandara saquear todo el castillo — le informo su hermano mayor a la pequeña.
Healena suspiró, no le quedaba de otra, tenía que enfrentar su miedo. Colin suspiró y se inco frente a ella.
—Escucha, yo iré contigo, te acompañaré pero solo hasta la sala del trono ¿está bien? No puedo ir hasta con el dragón — aseguro con una media sonrisa
Healena hizo lo mismo, su hermano tomó su pequeña mano y ambos salieron de la habitación. Healena con más miedo que antes, se aferró aún más a la pierna de su hermano.
—Tranquila, Drogon no te hará daño, papá estará ahí para cuidarte y yo también —
