ROMPIENDO MIS CADENAS/ No.1️⃣5️⃣ Serie: HOMBRES DE LA SIERRA

CAPÍTULO 29 ¿TIENES IDEA DE QUIENES SON?

Fernando, escuchó el estruendo de la puerta abrirse, la angustia que sintió al ver cómo Iván estaba a punto de asesinar a su hermano, quedó atrás ante la impresión de ver a aquél hombre grande y poderoso entrar al lugar, seguido por un contingente de hombres armados, que de inmediato se distribuyeron por toda la bodega tomando posiciones de ataque y vigilancia. Si antes estaba asustado, ahora lo estaba más, ese hombre seguramente acabaría con todos. Si hasta el último momento había permanecido en él, la esperanza de que su padre los salvara, ahora esas esperanzas eran nulas, aunque dentro del caos, lo miró y se dio cuenta de que él no parecía para nada asustado, por el contrario, permanecía inmutable, firme, como si momentos antes no hubiese recibido una golpiza, su rostro era antagónico, no sumiso ante el hombre que acababa de irrumpir.

_ ¿QUE DEMONIOS SUCEDE AQUI? - escuchó la voz fuerte y furiosa de ese hombre, mirando a su alrededor, le sorprendió que su rostro no mostrara sorpresa o repugnancia por lo que ahí veía, el lugar sucio, lleno de basura que la misma gente de Iván iba dejando, sobre todo después de la fiesta de la noche anterior, el cuerpo de Braulio tirado en el piso, el cual, él sabía que seguía con vida por su respirar agitado pero cada vez más superficial, la mujer atada de pies y manos que miraba asustada desde el fondo y el asqueroso y nauseabundo olor, al cual no se podían acostumbrar, y lo soportaban porque no les quedaba de otra, pero nunca se acostumbrarían, olor que provenía de aquél cuerpo ya en descomposición, que los había estado acompañando desde que Iván le diera muerte y que nadie se había tomado la molestia de sacar, o cuando menos cubrir, quizás esto era lo más aterrador de todo, el convivir día a día, hora tras hora, segundo a segundo, con el que un día fuera su amigo, o al menos había creído que lo era.

Lo cierto era, qué a esos hombres recién llegados, no parecía molestarles, la dantesca escena, por el contrario, ese hombre parecía solo estar concentrado en Iván.

_ ¡No es nada papá! - Lo vio adelantarse. _ solo estoy a punto de hacer el negocio de mi vida.

_ ¿ERES IDIOTA O QUÉ? - gritó ese hombre de nuevo. ¿COMO SE TE OCURRIÓ METERTE CON ESTA GENTE?

_ ¡Cálmate! - lo miró con suficiencia. _ deberías de estar orgulloso de mi, acabo de hacer un gran negocio, felicítame en lugar de gritarme.

_ ¡IDIOTA! - Fernando miró como surcaba el rostro de Iván, con una fuerte bofetada.

_ ¿A qué viene esto? - lo miró desconcertado. _ te digo que ya está hecho, acabo de obtener mucho dinero por estos. - los señaló a ellos. _ solo queda deshacerse de todos, para no dejar evidencias.

_ ¿ACASO TIENES IDEA DE QUIENES SON?, ¿DE CON QUIÉN ESTÁS TRATANDO? - volvió a gritar.

_ Estás exagerando. - dijo sobando todavía la mejilla enrojecida. _ solo terminemos con ellos y nos vamos.

_ ¡IDIOTA, MAS QUE IDIOTA! ¿TIENES IDEA EN QUE TE HAS METIDO? ¿EN QUE LIO ME HAS METIDO A MI? - se señaló a sí  mismo _ ¿NO PODÍAS HABERME PREGUNTADO?

_ ¡Cálmate! ¡te digo que he sacado mucho de esto!

_ ¡A VECES, ¡LO IMPORTANTE NO ES CUANTO GANAS, SI NO CUANTO PIERDES IDIOTA! - lo miró Fernando gritar de nuevo a su hijo. _ ¡SUELTALOS DE INMEDIATO!

_ ¿QUÉ TE PASA? - protestó. _ ¿SABES LO QUE INVERTÍ AQUÍ? ¿EL TIEMPO? ¿LO QUE ME COSTÓ?

_ ¡PUES MÁS TE VA A COSTAR EL HABERTE METIDO CON ELLOS Y A MI... A MI...! ES QUE, ¿CÓMO PUDISTE? - lo miró desordenado su cabello con desesperación. _ ¡CARAJO! TENÍA TANTAS ESPERANZAS PUESTAS EN TI, Y HAS ECHADO TODO A PERDER.

_ ¡Papá cálmate no es para tanto! - trató de tranquilizarlo.

_ ¿QUE NO ES PARA TANTO? - se volvió furioso una vez más contra su hijo. _ NO SOLO TE HAS EXPUESTO TÚ, SI NO A MI... TODO POR LO QUE HE LUCHADO... - le gritó a la cara.

_ ¿Tanto alboroto por esta gente que no vale nada?, esto no es un acto a lo tonto, los vigilé por años, esos. - lo señaló a él y a su hermano. _ Son unos buenos para nada, que apenas si pueden valerse por sí mismos, ni siquiera son ricos como aparentaban y sus abuelos, en realidad no tienen nada, menos poder, ¿que nos pueden hacer? y el padre, ese es un perdedor que nunca se ocupó de su familia y ahora por reconciliarse hace esto, que no sé cómo lo consiguió, ni me importa.

_ ¡PUES DEBERÍA DE IMPORTARTE! - volvió a arremeter contra él. _ ¿TÚ CREES QUE TIENES EL CONTROL? ¿TIENES IDEA DE CON QUIEN TE METISTE? _ volvió o preguntar mirándolo con desesperación. _ ¿RECUERDAS EL NOMBRE DE SANTIAGO MORÁN? Claro que lo recuerdas. - se contestó a sí mismo. _ TE LO REPETÍ HASTA EL CANSANCIO, DE TODA LA GENTE A MI ALREDEDOR, AMIGOS O ENEMIGOS, EL ÚNICO HOMBRE CON EL QUE JAMÁS QUISE TENER NADA QUE VER, FUE CON ÉL Y SU GENTE, ¿Y QUE CARAJOS HACES TÚ? HAS ECHADO A MI PEOR PESADILLA CONTRA MI ¿EN QUÉ ESTABAS PENSANDO?

_ Papá. - intentó Iván tranquilizarlo de nuevo. _ No tienes porqué ponerte así, total, si ese hombre. - lo miró Fernando señalar a su padre. _ es empleado de ese tal Santiago Moran, los liberamos y ya.

_ ¿ERES ESTUPIDO? - lo recriminó. _ PARA DE AQUÍ A QUE TÚ LOS DEJES LIBRES, YA TENDREMOS UNA HORDA DE HOMBRES INVADIENDO NUESTRO TERRITORIO Y ESTE HOMBRE. - miró hacia su padre. _ ES BRUNO ACOSTA, LA MANO DERECHA DE SANTIAGO MORAN. ¿AHORA CÓMO CREES QUE ME LO VOY A QUITAR DE ENCIMA?

_ No podrás hacerlo. - Fernando miró a su padre soltarse de la gente que lo tenía sujeto. Aún permanecía atado, pero eso no le impidió, quitárselos de encima. _ Tu hijo cree que soy un idiota, cuando el idiota es él, y no se da cuenta de que, para estos momentos el dinero que tenía en su poder, ya no está disponible, porque la camioneta que lo transportaba tampoco está y si mira para afuera, se dará cuenta de que sus hombres y los tuyos están bajó el poder de los míos y que si intenta él o alguna de su gente atacar a cualquiera de mi familia aquí presente, es hombre muerto, porque con el solo hecho de levantar un arma y apuntar hacia nosotros, un franco tirador lo eliminará antes de que sea capaz de tocar siquiera el gatillo, y si no me cree solo necesitan mirar hacia arriba.

_ ¿NO TE DAS CUENTA DE QUE TE ESTÁ ENGAÑANDO? - Fernando lo observó mirar a su padre con desesperación porque él parecía estar convencido de lo que Bruno decía. _ ESTAMOS EN UN LUGAR CERRADO, ¿COMO PUEDES CREERLE?, EN SU MALDITA MENTE ESTÁN ESOS FRANCOTIRADORES MIENTE Y TE LO VOY A DEMOSTRAR. - lo miró dar la orden a uno de sus hombres, quien sacó de improviso su arma y apuntó hacia él.

Su corazón se paralizó de terror, solo alcanzó a ver el cañón del arma apuntando hacia su pecho, fue solo una fracción de segundos, pero pudo ver la reacción de su padre, como se interpuso entre el matón y él, antes de que se escuchara la detonación y luego sintió cómo la sangre salpicaba su cuerpo.

Fuera de sí, quiso gritarle a su padre, hablar con él, cuando menos pedirle perdón, pero no tuvo tiempo, las palabras se negaron a salir y se quedó en shock, mirando la escena, mientras que como si fuera en una bruma escuchó los gritos y el llanto desesperado de la mujer que se encontraba un poco aparte de ellos.