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Habrían pasado algunos meses desde aquel acuerdo que había hecho con Scott, Cartman había continuado su trabajo en la compañia. Había estado deprimido por no saber nada de Kyle. De su esposo. Lo extrañaba y anhelaba verlo más que nada en el mundo, se preguntaba muchas cosas. ¿Estaba bien? ¿Lo extrañaría tanto como lo hace él? ¿Estará comiendo bien? ¿No lo habrá olvidado? ¿Estará protegido como se lo prometieron? Soltó un suspiro y vio el calendario, hoy le tocaba hacer otro pago para Scott.

Soltó un suspiro pesado y vio que le llegó un mensaje. Claro era Scott recordándole sobre la paga, rodo dud ojos molesto y dejó el celular de lado. Miro un marco de retrato que tenía sobre su escritorio, era una que le había tomado a Kyle un día que salieron a un picnic. Mismo picnic donde le pidió matrimonio, se veía tan feliz... Lo extrañaba tanto. Deseaba estar con el y pedirle tantas disculpas por su ausencia.

- No te preocupes, Kyle... Pronto estaremos junto y juro darte el mundo. Y toda la atención que mereces por que estés donde estés es por mi culpa.. - Anhelaba tanto estar junto a él más que nada en el mundo.

Las horas pasarían hasta el atardecer, Eric salió de su trabajo y fué a aquel almacén donde se encontraba con Scott todos los meses en el mismo día. Espero en el auto por la llegada de Scott y al ver el auto estacionarse del lado de él entonces salió para entrar en el almacén y sentarse en la misma silla. Escuchó la puerta abrirse y algunos pasos acercándose hasta que pasó por su lado y tomó asiento frente a él.

- ¿Como estás mi querido hermano? - Preguntaba cómo todo el tiempo.

- Solo toma el dinero Scott y dejame ir. - Dijo seco Eric mientras sacaba un sobre pesado y lo ponía sobre la mesa. - Ahí está tu dinero. ¿Me dirás algo de Kyle por fin? - Preguntó.

Scott sonreía mientras miraba el sobre de dinero y lo agarraba para luego mirarlo.

- Bueno veo que te adelantaste, pensaba que como llevamos 8 meses haciendo esto te dejaría verlo en una foto. Claro si eso deseas. - Sacó una cartulina de su mochila y la puso sobre la mesa.

En ese preciso momento Eric no dudó 2 veces en tomar aquella cartulina, tomó un respiro antes de abrirla y al hacerlo vio una foto de su pelirrojo que ya no era pelirrojo. Sus ojos se abrieron al ver un Kyle con cabello largo y negro, se veía en mal estado y con un uniforme de mesera. No reconocía ese lugar y le frustraba.

- ¿Por que su cabello lo tiene pintado así? - Pregunto seriamente. - Me dijiste que lo cuidarian. ¿Por que esta trabajado? - Lo miraba de cierto modo molesto.

- Para que no lo encontrarás fácilmente es obvio.

- ¡Aún así! ¿Por que esta trabajando? ¡Me dijiste que el estaría bien mientras yo te pagaba!

Scott se le quedó mirando con una mirada que claramente decía que se contralara. Era una advertencia.

- Si sigues reclamandome de tal manera, el que saldrá perdiendo no serás tú. Será él. - Advirtió Scott.

- ¡Dejame verlo! ¡Esta en mi derecho! ¡Es mi esposo, mi Omega! - Exclamó Eric gruñiendo bastante molesto y desesperado.

La expresión de Scott poco a poco paso de una relajada a una bastante molesta, golpeo la mesa con fuerza para captar su atención.

- ¡A la próxima que me vuelvas a cuestionar de esta manera me aseguraré de convertir a tu Omega en una sucia puta y que todos los Alfas y Betas se lo cogan! ¡Y me aseguraré de que quede bien preñado y ni siquiera sepa de quien es el jodido padre por que esto es así! ¡Es solo un sucio Omega y nada más así que tenme más jodido respeto maldito hijo de puta! - Dijo enfurecido Scott en ese momento harto de las estupideces de su "hermanito".

Cartman se quedó pálido y callado tan pronto el explotó de tal manera, se asustó con la simple idea de que Kyle fuese usado como un juguete sexual. Kyle no era para nada como esos Omegas. Jamás.

- A la próxima quiero más dinero. Te escribiré cuanto me pagarás de ahora en adelante si quieres que nada le pase a tu Omega.

- Está bien.. Lo que digas.. - No le quedó de otra que aceptarlo, no quería que Kyle sufriera por sus acciones. Por nada en el mundo.















Mientras tanto en otro lado de una ciudad.

- ¡Combo 4 con papas fritas y malteada de Oreo para la mesa 7!

- ¡Ya voy!

Iba con algo de prisa a recoger aquel platillo con la malteada para luego ir a servirla en la dicha mesa.

- Aquí tienen, buen provecho y disfruten de su comida.

Decía aquel pelinegro con rizos maltratados mientras sonreía orgulloso.




Muchas gracias por leer y lamentó haberme tardado tanto, estaba celebrando algunas fiestas y se me atraso el capítulo pero espero que este haya válido la pena para ustedes ^^

El Regalo Que Dejaste | KymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora