Capitulo 07. (+18)

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Mojada por Él.

La madre de Ámbar ya había abandonado la habitación, dejando a Ámbar algo desorientada. Preguntándose como era posible, que después de haber estado con ella Gian haya entrado en Celo y sobre todo... Si sería capaz de estar con otra chica que lo fuera ella.

A pesar de que al parecer sus destinos no estaban atados, para Ámbar se le hacía imposible imaginarse a Gian con otra chica, aunque fuese egoísta de su parte, Ámbar queria toda una vida junto a Gian.

El estrés producido por tanto pensar y la inesperada visita de su madre, además de un largo día de clases hicieron que Ámbar se tomara una ducha. Dejó su celular sobre su cama y entró al baño... Dios, el aroma a cedro y canela que expide cierto moreno acariciaran de manera tentadora la nariz de Ámbar. Al cerrar la puerta detrás de ella, se dió cuenta de que solo era el aroma que había quedado de él en el baño, además de ese olor a jabón y loción que solía usar... Maldición, Ámbar estaba hecha un lío solo con esos olores.

Entró a la ducha y el olor se hizo más fuerte. Ámbar tiró la vista hacia afuera, Pero ni vió a nadie, ni mucho menos escuchó algun ruido extraño. Pero el olor a cedro y canela era demasiado fuertes, era como si él estuviera ahí...

Ámbar se dejó guiar por su olfato, dejando que el embriagante aroma de Gian lo guiará hacia él, o al menos eso creía ella. Hasta que dió con el causante de su olor... Estaba tirado dentro del cesto de la ropa, solo estaba ese pedazo de tela que Gian usó para taparse esa noche, una vez terminaron de hacer... Sus cosas. Al sentir más fuerte el aroma, su cuerpo reaccionó de una manera inesperada. Toda su piel se erizó y sus pezones se endurecieron, además de que algo se estaba formando en su abdomen, esa orquesta que tomaba control de ella, esa orquesta que retumbaba de manera descontrolada en todo su ser y aturdía sus sentidos.

Ámbar tomó el boxer de Gian entre sus manos, se sentó sobre la tapa del retrete y observó la ropa interior del moreno. Toda su escencia estaba imprednada en él. La mente de Ámbar se oscurece, recordando todo el placer que le brindó Gian anoche, recordando la forma en que la hizo sentir, recordando cuánto lo deseaba sin importar qué... Recordando las fuertes embestidas que daba contra su cuerpo y justo cuando por su mente cruzó ese recuerdo, un fluido bajó a la zona más sensible de Ámbar. Llevó el boxer a su rostro e inhaló todo el olor que expedía, no entia porqué pero eso era lo que quería hacer, pero no era suficiente, Ámbar quería más. A pesar de haber tomado su posición, Ámbar pudo oler sus propias feromonas, que al mezclarse con la testosterona de Gian hacían la fragancia perfecta para la nariz de Ámbar.

Mientras olía la ropa interior de Gian, Ámbar empezó a tocarse, primero sus pechos, sus pezones, luego su abdomen, su ombligo y después... Ese lugar sensible que ya pedía a gritos ser atendido.

Sintió claramente cuando Gian separó sus piernas, dejandola expuesta para él, mojada y deseosa de tenerlo dentro, embistiendo sin piedad su cuerpo. Sintió la penetrante mirada dorada del moreno, luego él increíble aroma que expedía mientras besaba y lamía su cuello, luego su clavícula, después sus pezones, dando apretones a sus nalgas y acariciando su espalda y sin mas, bajó esos boxers que le quedaban tan sexys para dejar expuestos sus centímetros venosos y erectos a la vista de Ámbar.

Gian tomó una de las piernas de Ámbar y la llevó a su hombro, se posicionó en su entrada y de una sola estocada la penetró, robándole el aliento y un suave quejidos a la castaña. Luego volvió a salir por completo y volvió a entrar, Ámbar se estremeció al ser atendida de la forma en que quería. Sujetandose de uno de los hombros de Gian y con su otra mano apoyada del retrete.

Ámbar admiran el torso desnudo de su primo, la ma era en que la veían sus ojos. Gian empezó a embestir sin piedad. Con tanta fiereza que sus cuerpos aplaudían al colisionar el uno con el otro, segandose de placer y éxtasis.

Ámbar reprimía su gemidos para no ser escuchado por los demás chicos del instituto, Gian ayudaba con sus labios y metiendo sus dedos en la boca de Ámbar, mientras la embestida sin una pizca de gentileza. El pene venoso salía y entraba de la intimidad de Ámbar, lleno de fluidos vaginales y emitiendo si dios que provocaban lujuria a la mente de Ámbar, quien ya no aguantaba más, así que bajó la pierna del hombro de Gian, luego acarició su abdomen, luego ubicó sus manos sobre las nalgas de Gian para apretarlas y hacer que se hubiera mss profundo en ella... Su visión se volvió blanca.

El orgasmo aturdió a Ámbar mientras se corría sobre sus dedos y dejaba caer el boxer de Gian al suelo. A la vez su cuerpo daba sacudidas por las olas del orgasmo, dejando la tapa del retrete empapada de fluidos vaginales...

—Diosas—pronunció al darse cuenta de la gran masturbada que se habia dado.

***

Al salir del baño, vió que la pantalla de su teléfono está encendida, se acercó para ver y se percató de que tenía tres llamadas perdidas... Lo tomó en su manos y eran de su prima, pero el xelular bo estaba en silencio, asi que... ¿Porqué no lo escuchó sonar?.

Y allí, todo hizo click en su cerebro de rábano. Sip, ahora todo tenía sentido.

Gian estaba graduado en cacería, pero su madre le trajo acá con la idea de que se convierta en chamán de la manda de sus padres, asi que estaba estudiando magia, por eso sabía lo de la posion, admeas de haber usado hechizos para que nadie mas percibiera su Celo y... ¡Lanzó un Hechizo de silencio a su cama para que nadie los escuchará follar!.

Por amor a las tres Lunas...

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El Celo de Una Luna ✅Completa✅Where stories live. Discover now