El Celo de Una Luna ✅Completa✅

Capitulo 06.

Gian...

Ámbar despertó por la mañana, casi asfixiada. Cuando cobró totalmente la razón, se dió cuenta de que Gian estaba tumbado sobre ella, sosteniendo sus pechos con uno de sus brazos y con una pierna sobre su cintura. Además de tener el rostro apoyado sobre la mejilla de Ámbar.

La orquesta resonó de nuevo en el estómago Ámbar, al sentir el calor y el olor que emanaban el cuerpo desnudo de Gian. Que al solo tener un boxer puesto, podía sentir con facilidad la notable erección del moreno sobre sus nalgas. Pensó que el chico aún estaba insatisfecho, pero en realidad Gian dormía plácidamente como un oso. Ámbar se removió un poco para coger aire y Gian despertó. Soltó los senos de Ámbar y desenredó su pierna de la cintura de la castaña, Ámbar sintió la ausencia del calor... Pero una vezas optó por permanecer en silencio, porque se dió cuenta de tratar de entender a Gian era inútil, sin importar cuánto lo intentará.

Gian se retorció sobre la cama, luego se sentó y después se dirigió al baño. Ámbar solo pudo seguir con sus ojos el sensual trasero de Gian, hasta que entró en el baño, ya después solo pudo escuchar como la orina de Gian caía dentro del retrete.

Los recuerdos de la increíble noche que tuvieron, atraviesa los pensamientos de Ámbar y está toca de manera inconsciente su entre pierna. Una sonrisa se dibuja en sus labios, Gian la ve y se dirige a su guarda ropa para sacar una toalla limpia.

—Ya es un poco tarde para alistarse—dice neutro mientras observa el reloj.

Ámbar salió de su trance y vió los ojos dorados del moreno, además lo detalló con cuidado... Su cabello estaba desordenado, su boxer estaba de medio lado, su cara daba un aire de trasnocho... ¡Su cuello tenía un chupón!, Ámbar no sabía cómo carajos le había hecho ese maldito chupón y no solo eso, su muñeca tenía las marcas de unas uñas, sus hombros estaban arañados...

¡Lunas, piedad!.

—Buenos días—dijo sonrojada—. Es más cortés si das los buenos días. Por cierto, disculpa por los rasguños—dijo en verdad apenada.

Gian parpadeó un par de veces... En cierta parte Ámbar tenía razón, pero para él eso de estar repitiendo las cosas todas los días era cansino. Y respecto a los rasguños...

—Ya se me pasará—restó importancia e ignoró lo mencionado anteriormente.

Luego se dió la vuelta y entró al baño. Se quitó el boxer y lo tiró en la cesta, el agua tibia empezó a caer por su cuerpo, rodando por sus hombros, abdomen, pene y luego sus piernas. También recordó lo sucedido por la noche... Ámbar empapada por él, luego viniéndose, ese sabor en sus labios, el aroma en su piel, sus pecas... Diosas. En verdad que estaba pensando mucho en esa chica, pero lo más resaltantes es su culo, su hermoso culo. Dejó de pensar en Ámbar antes de que tuviese que terminar masturbándose.

Salió de la ducha, tomó la toalla y se secó, luego la envolvió en su estrecha cintura y abrió la puerta para encontrar dos pares de ojos ámbar envueltos también con una toalla. El olor a pino y flores se apoderó de sus fosas nasales, brindando una descarga eléctrica a todo su cuerpo.

—El baño está libre—dijo mientras pasaba por un lado de la chica.

Y como siempre, había llegado la hora de ignorar a dicha castaña de pecas y ojos ámbar. Gian sabía que era lo mejor.

—Vale—Ámbar habló mientras asentí repetidas veces.

A veces le incomodaba que Gian hiciera como si ella no existiera. Y ahora más, después de lo de anoche. Entró en la ducha y abrió la llave, el agua empapó su delgado y esbelto cuerpo, sus senos no eran muy grandes, su abdomen plano, sus anchas caderas y sus hermosas y alargadas piernas. Recordó como Gian apretaba su trasero y se le fué imposible no llevar sus manos hacia esa zona... Un gemido salió de ella al presionar sus uñas sobre sus nalgas y recordar el tacto de Gian, y más aún cuando un olor a cedro y canela invadió su nariz... El olor era más fuerte de lo habitual, era el peculiar olor que emanaba Gian, así que pensó que él estaba dentro del baño, miró fuera de la ducha pero estaba sola.

***

Ámbar había terminado su última clase del día y de Gian solo tenía el vago recuerdo de su olor... Y las marcas que había dejado en su piel.

Salió temprano, y por segunda vez y más decidida quiso ir en busca de su primo para hablar con el e ir juntos a comer y luego a su habitación. Al llegar al salón donde Gian recibía clases, se dió cuenta de que él ya no estaba allí. Entonces fue por algo de comer y luego su cuarto, pero tampoco se lo encontró ahí y lo más extraño aún su habitación no estaba vacía... Su madre estaba allí.

—Hola mamá—saludó un poco incómoda por el desastre en su cama.

La mujer de cabello azabache se levantó del puff donde estaba sentada y abrazó a su hija, el gesto confundió a Ámbar.

—Hola mi niña—sus manos quedaron sobre los hombros de Ámbar y sus ojos ámbar puestos sobre los de su hija—¿Estás bien?.

La nota de preocupación, la inquietud de su madre y la forma en que la miraba llenaron a Ámbar de incertidumbre.

—¿Sucede algo mamá?—inquirió.

La mujer analizó el rostro de Ámbar, buscando algún rastro de inquietud e incomodidad o algo que afirmaran sus sospechas. Pero no encontró nada, así que se calmó. Después de todo al parecer estaba bien.

—Solo una cosa a pasado y no es de tal importancia—hizo un gesto con su mano, iba a seguir cuando... Algo en la mente de Ámbar hizo click...

¡Sus gemidos se escucharon hasta en el patio del Instituto!, no solo eso sí no que también sus chillidos y los gruñidos de Gian. Ay por amor a Las Lunas. Ámbar se quedó sin palabras, quieta y llena de miedo por lo que su madre le iba a decir.

—Gian entró en Celo y pensamos que fué desde anoche, así que quise venir a ver si te había hecho algo—hizo una pausa y soltó aire—, pero veo que estás bien.

Ámbar volvió a respirar. Pero ahora sentía curiosidad por saber dónde estaba Gian y que habían hecho con él.

—¿Y que le han hecho?.

—He hablado con tu padre para que le entregué una Omega y apacigüe su Celo, aunque es muy poco probable—se encogió de hombros—. Es un Sigma, pero ya después podrás hablar con él, he visto que se han vuelto muy unidos. Pero por ahora estará lejos de tí, tienes que estar pura para que seas entregada al hijo de Asher.

No olvides dejar tu voto y seguirme.