pecado | Todobaku

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Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es la vida eterna de Cristo nuestro señor - ROM 6:23 pág 281

"La biblia contiene la mente de Dios, el estado del hombre, el camino de la salvación, la condenación de los pecadores y la felicidad de los creyentes"  Explica e invita a los presentes–el padre– quien brinda hoy la santa misa en la catedral del pueblo. Mientras a su lado dos Hombres con túnica son el soporte que sostienen la copa y el vino que hace unos momentos bebió el mayor. "Por mencionarles. Ya se está llevando a cabo la búsqueda del Hombre que fue poseído por el demonio. No os preocupéis más por el asunto. Lo tenemos bajo control"

Los murmullos no hicieron falta y eso solo ocasionó que el de ojos rojos se asustará.

"¡Padre!"  llamo uno desde el fondo "creo que el demonio también está entrando en mi alma, padre. Creó amar a un ser que no comparte mis mismos ideales. Que no sigue la santa misa como yo y mi familia. Estoy asustada, padre"

La gente a su alrededor volvió a los murmullos, a las miradas acusadoras y de miedo, pero... ¿Porqué? Si solo es...

"Hija mía, ven esta tarde. Nuestro señor hablara contigo respecto a este asunto. Te salvará" hablo con calma el mayor. Todos sonrieron y la chica sin pensarlo suelta un suspiro mientras se toca su pecho como si la calma hubiera llegado hasta ella.

Katsuki quien era espectador; solo sonríe con orgullo y felicidad. Porque sabe muy bien que ahora la chica frente a ella será salvada por el todo poderoso y todo se debía a su sinceridad y al mayor. A quien tanto admiraba.

...

Dada terminada la misa. La catedral es desalojada dejándolo solo a él y a su otra compañera. Yaoyorozu Momo una chica de alta clase que está ahí para concluir sus estudios con la iglesia para que así. Su futuro matrimonio y su familia sea bendecida hasta el final de sus días. Si Bakugo usará una palabra para describirla totalmente sería Materna porque esa chica a pesar de ser muy joven tenía una calma y paciencia con los niños del orfanato. Sin mencionar que se comportaba como un adulto. Uno razonable que llega a comprender por ello, el mayor la dejo a cargo de la ventanilla de confesiones.

Decía que su sabiduría y sus buenos consejos ayudarían a que la gente siguiera en el camino del bien.

Por ello con algo de pena y vergüenza. Dejo de hacer sus deberes para encontrarse frente a frente con ella.
"Yaoyorozu-san" le llamó. La chica de cabellera negra algo sorprendida por el extraño llamado solo atinó a asentir para darle la oportunidad de hablar "¿Alguna vez has dudado de la palabra del señor?" preguntó haciendo que la chica temblará dejando caer la escoba al suelo.

La catedral se hundió en un silencio abrumador que incluso se escuchaba el viento chocar contra las paredes. La cabellera negra solo atinó a cubrir su boca en señal de sorpresa, pero después la transformó a una de preocupación y ¿Miedo? No sabía cómo describir aquella mirada que la chica le brindo.

"Bakugo-san" solo atinó a decir ya que antes de decir algo más. Las puertas de la entrada chocaron con agresividad contra las paredes produciendo un chirrido molesto que asustó incluso a las pequeñas aves que tenían sus nidos en las ventanas de la catedral. «otra vez esté chico» pensó el de ojos rojos mientras lo veía ingresar otra vez. Cómo aquella vez cuando el señor Aizawa había abandonado la iglesia por un hombre.

"Es él" susurro la chica algo que desconcertó al de cabellera Ceniza.

"¿Quién?" preguntó. Era mala la curiosidad, pero no podía evitarlo. Desde la primera vez que lo vio algo le hizo saber no, desear conocerlo. Algo le hizo desear conocerlo, Ayudarle si era necesario. Porque ese chico parecía haber perdido el camino de Dios.

"Desfallece mi alma por la salvación de mi progenitora, más espero tu palabra la cual Nunca llega" le escucharon susurrar para después observar como el invitado sacaba de entre sus ropas una pequeña botella de vino y sin pensar la abrió y bebió todo su contenido vaciándolo para culminar con ella rota en pedazos sobre el suelo de la catedral "¡Aborrezco a los hombres hipócritas; más a aquél que le has brindado la oportunidad de una nueva salvación!" Grito sin ímpetu "¡Tu, salvador. Tu ser que todo puedes ver y perdonar!» Dijo con calma arrodillándose importándole poco que algunos vidrios se le incrustaran en sus rodillas.

Yaoyorozu y Bakugo le miraron dándose cuenta que el alcohol ya estaba haciendo de la suyas.

"Por favor os suplico. Regrésame a mi ser amado" termino de decir y antes de volver a siquiera ponerse de pie termina por caer inconsciente. Ambos chicos preocupados se acercan hasta él. Y sin que alguno de los mayores se de cuenta terminan por llevarlo hasta la habitación de la chica algo que sigue desconcertando al de ojos rojos ya que ella misma fue la que se ofreció a llevarle hasta su habitación.


Recopilaciones, One-Shot [BNHA]Where stories live. Discover now