Donde Young-mi deja que Suho se acerque a ella solo por celos de ver a Seojun con otra chica.
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Donde Suho usa la misma estrategia que Seojun, de acercarse a la chica que a él le sigue gustando, p...
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– ¡Terminamos! ¡Sí! – Gritó eufórica como si hubiera ganado un partido. – Gracias Diosito por darme fuerzas porque si fuera por mi ya estaría tirada en el suelo sin fuerzas y tú me tendrías que llevar como bolsa de papa en tu hombro.
Apuntó a Suho. Él se encontraba agarrando sus cosas y sonrió al escuchar a Young-mi pero volvió a su seriedad cuando la rubia llegó a su lado.
– ¿Vamos? – volteó su rostro para mirar a la chica.
Young-mi frunció su ceño y asintió.
– ¿No escuchaste lo que dije? ¿Ni una sonrisa o risa por eso?. - le cuestionó.
– Sí, te escuché. Entonces,¿vamos? – volvió a preguntar.
– Eres muy difícil de hacer reír – confesó a la vez que agarraba su mochila – Vamos, gruñón.
Suho comenzó a caminar hacia la salida seguido por la rubia, quien venía tarareando una canción en voz muy baja.
Antes de llegar a la salida Young-mi paró de caminar y se golpeó la frente con la palma de su mano.
– No pierdo la cabeza porque la tengo pegada – habló llamando la atención de Suho.
Él paró de caminar al no sentirla a su lado y al escucharla hablar se volteó a verla.
– ¿Qué pasó? – le preguntó.
– Me olvidé mi botella de agua y las llaves de mi casa. – le reveló a Suho – Voy a buscar eso, mientras ve a la salida que yo en un rato voy, ¿Está bien?.
Suho asintió dando así el pase a la rubia de volver a las gradas donde se había olvidado sus pertenencias mientras que el chico retomo su camino hacia la salida.
– ¿Han Seojun? – Pronunció confundido apenas lo vio al salir de la cancha de básquet. – ¿Qué haces aquí?
El mencionado lo miró con desprecio y enojo.
– No te importa – espetó y comenzó a caminar con el objetivo de ir por su motocicleta y salir del colegio.
Suho apretó sus puños y paró al chico al hablar.
– ¿Qué quieres de mí? - cuestionó seriamente.
– ¿Qué quiero? – volteó a ver a su ex amigo – Que salgas de mi vista, eso quiero.
– Mantente lejos si no quieres verme. No tengo razones para huir de tí.
