Kim Taehyung y Yoongi, sufren abuso por parte de su padre. Cuando el amigo de Yoongi, Jungkook, consuela a Taehyung, esto desencadena una historia de amor y odio que se extiende por diez años.
Jungkook, un jugador seguro y coqueto, nunca ha tenido u...
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Lo siguiente que supe fue que se había alejado. Levante la mirada, desconcertado, para ver a Jungkook, presionándolo contra la pared y su brazo, aguantando su garganta. Se veía tan enojado, sus ojos estaban inyectados de un rojo carmesí demostrando que su lobo estaba al mando. El rostro del chico pasó a ponerse rojo, ya que no era capaz de respirar por la presión ejercida.
—¡No lo toques, maldito hijo de puta! ¿Crees que puedes simplemente entrar como si se tratara de tu casa y darle un beso a pesar de que él no quería? -gruñó Liam con enojo.
Comencé a sentirme enfermo, literalmente enfermo. Me puse en pie y tambaleé hacia mi baño, donde vomité lo que parecía ser varios litros de vodka. Gemí y me sonrojé, me comencé a mover para sentarme, cuando me apoyé en las piernas de alguien. No me asusté, podía olerlo. Sabía que era Kook.
—¿Estás bien? -pregunto, de forma suave.
Pero no pude responderle, solo me incliné sobre el inodoro y vomité otra botella de vodka. ¡Wow, eso es un desperdicio de dinero!
Jungkook, bendito seas, me frotaba pequeños círculos en mi espalda y sostenía mi cabello. Después de unos minutos, me sentí mucho mejor.
—¿Quieres ir a la cama? -preguntó, mirándome preocupado. Asentí con la cabeza.
—Sí, pero antes quiero cepillarme los dientes.
Me esforcé por levantarme del piso del baño, pero estaba tan mareado que no funcionó muy bien. Kook sonrió y se inclinó, deslizando sus brazos debajo de mí y levantándome fácilmente, como si no pesara nada.
Me senté junto al lavamanos. Tomé el cepillo de dientes y le puse pasta dental. Sonreí débilmente y cepillé mis dientes, asegurándome que todo el sabor a alcohol se había ido.
—¿A la cama? -preguntó, cuando había terminado. Asentí con la cabeza, y me levantó al estilo nupcial y me llevó de vuelta a mi habitación. Había quitado los cobertores y estaba a punto de dejarme en la cama, cuando recordé que todavía llevaba mi ropa de fiesta.
—¡Espera! No quiero ir a la cama con esto -murmuré, mirando mi atuendo, incluso todavía tenía mis joyas y los zapatos.
Él asintió y me puso de pie, casi no podía mantenerme, y sentía como si mis piernas estuvieran estropeándose. Jungkook puso un brazo alrededor de mi cintura, sosteniéndome, para luego comenzar quitarme los collares.
Quité el botón de mi camisa y lo comencé a deslizar por mis brazos, pero me enredé en el proceso y empecé a reír. Lo oí suspirar, mientras me empujaba para que me sentara en la cama.
Cuando lo miré, vi que tenía una expresión divertida en su rostro. Comenzó a sacar mis brazos de ambas mangas de la camisa. Me puse hacia atrás y me desabroché el pantalón, levantando mis caderas mientras bajaban por mi trasero; él los tomó y los haló hacia abajo lentamente, mientras me acostaba en bóxer. Mantuvo mis piernas elevadas, mientras me quitaba los zapatos.
