Kim Taehyung y Yoongi, sufren abuso por parte de su padre. Cuando el amigo de Yoongi, Jungkook, consuela a Taehyung, esto desencadena una historia de amor y odio que se extiende por diez años.
Jungkook, un jugador seguro y coqueto, nunca ha tenido u...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
No estaba prestando atención a donde íbamos, así que me sorprendí cuando nos detuvimos en el estacionamiento de la pista de hielo. Él sonrió y se levantó, yo le seguí con el ceño fruncido.
— ¿Qué estamos haciendo aquí? -le pregunté mientras me agarraba la mano y me llevaba dentro, tal vez tenían un buen café en el interior o algo, que era la única razón que se me ocurrió para que me trajera aquí.
Hizo caso omiso de mi pregunta.
—Hola, por favor, dos -dijo a la señora que se encontraba detrás del mostrador, entregándole el dinero. Di un grito ahogado ¿Realmente íbamos a patinar? Había estado patinando un par de veces en mi vida, pero era completamente malo en ello.
—¿Necesitas alquilar patines? -preguntó la señora con una sonrisa agradable, mientras sus ojos discretamente recorrían el cuerpo de Jungkook.
—Sí, un nueve y un siete, por favor -respondió, guiñándome un ojo. Fruncí el ceño mientras hablaba, preguntándome cómo demonios conocía mi talla de zapatos.
Le paso ambos pares de patines y él sonrió de nuevo, tomó mi mano y me arrastró a los bancos. Me di cuenta de que la señora no dejaba de ver a Jungkook mientras se alejó. Me reí y puse los ojos en ella, lo cual la hizo ruborizarse y mirar hacia otro lado.
—¿Qué es tan gracioso? -preguntó Jungkook, mirándome extrañado.
—Tienes una nueva admiradora -declaré, asintiendo con la cabeza hacia la mujer- Simplemente no puedes evitar ser tú mismo, ¿Puedes? -bromeé con una pequeña sonrisa.
—No tienes por qué preocuparte, no estoy interesado en ella -respondió, mirándome como si quisiera decirme algo.
—¿Preocupado? Jeon, eso no me preocupa en lo absoluto -me burlé, mientras ponía los ojos en blanco.
Nos cambiamos a nuestros patines y nos dirigimos hacia el hielo, no había nadie más en la pista, probablemente eso se debía a que apenas eran las nueve y media de la mañana.
—¿Por qué hacemos esto? Sabes que no sé patinar-hice una mueca, mirando el hielo, comenzando a entrar en pánico.
Él se rio y tiró de mí hacia el hielo.
—Lo sé, lo recuerdo. No te preocupes, te ayudaré -Jungkook y mi hermano eran muy buenos en patinaje, pero yo nunca había sido capaz de hacerlo. Me encantaba ver a la gente patinar y siempre deseé poder aprender, pero literalmente no podía ponerme de pie. Tomó mis dos manos mientras resbalaba y me deslizaba por todo el lugar. Él estaba patinando hacia atrás, frente a mí.
—Estás doblando los tobillos ligeramente, Ángel. Trata de mantenerlos de forma recta, por eso es que no puedes mantener el control -dijo mirando mis pies.
Me quedo más recto y sentí que mis pies se deslizaban hacia afuera por debajo de mí, al instante, me agarró por la cintura y se inclinó hacia atrás de manera que ambos caímos y caí encima de él, su cuerpo amortiguando mi caída. Se rio debajo de mí, yo no podía ponerme de pie, así que espere a que se levantara primero.