Brutacio | HTTYD

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¿Cortito? Si, pero bonito.

Algunas historias no necesitan tener tantas palabras para contar todo. Espero les guste.

1208 palabras, sin contar esta nota.

Caryn estaba más nerviosa que nunca

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Caryn estaba más nerviosa que nunca. Se suponía que debía dormir, pero, ¿cómo? Al día siguiente empezaría su mayor aventura, una aventura que le cambiaría la vida para siempre.

Tal vez sería peligrosa, pero no podía quejarse, ella había aceptado. Ella había dicho “si” cuando Brutacio le había preguntado.

—Estarás ahí, ¿no? —susurró Caryn a Rayo, su dragón— Claro que estarás ahí. Siempre estás cuando te necesito.

Escuchó que un dragón aterrizaba en su techo. No le tomó mucha importancia, después de todo, Hipo había comenzado a traer demasiados dragones a Berk.

A lo que si le tomó importancia fue al sonido de la puerta principal abriéndose. Se asomó con cuidado desde el piso de arriba y se encontró a un rubio que parecía que había perdido algo.

—¿Brutacio? —llamó Caryn, bajando las escaleras— ¿Qué haces aquí?

—Hola Caryn. ¿Qué haces aquí?

—Es mi casa.

—Oh, claro. —Brutacio parecía nervioso. No veía a Caryn a los ojos y jugaba con sus manos.

—¿Pasa algo?

Brutacio no respondió. En vez de eso soltó balbuceos que Caryn no logró comprender del todo.

—¿Es por... mañana? —se animó a preguntar ella.

—Si.

La rapidez con la que Brutacio había respondido asustó un poco a Caryn. Brutacio, al ver la sorpresa en su rostro, se apresuró a acercarse a ella y tratar de tranquilizarla.

—No lo pienses mal. Solo estoy nervioso... Creí... —Brutacio vió los ojos de Carey. Los ojos que lo habían fascinado desde el primer momento en que los vio, aún cuando ella estuviera cazando dragones—. No es nada. Algo muy tonto a decir verdad.

—Dime.

Brutacio cerró sus ojos y suspiró. Nunca podía negar ni ocultar nada ante Caryn. Ella siempre sabía si estaba nervioso, si mentía, o si estaba por hacer alguna broma. Lo conocía tan bien, y eso le encantaba.

—Solo estaba... No sabía si tú estarías aquí mañana.

—¿Qué?

—Estaba asustado de que te arrepintieras.

—¿Por qué crees que haría eso?

—Porque hay mejores que yo... Vikingos que tienen la seriedad necesaria para estar contigo.

—Ay, Brutacio... —Caryn tomó el rostro del rubio entre sus manos, haciendo que la viera a los ojos—. Tú eres justo lo que necesito. Me haces reír, me alegras cuando estoy triste y estás para mí cuando lo necesito. Fuiste tú quien me hizo ver qué los dragones son amigos. Brutacio, sin ti, yo no estaría aquí.

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⏰ Última actualización: Mar 29 ⏰

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