𝐄𝐓𝐋𝐕 | ❝Estaremos cerca en todas las vidas. Ya sabemos que sin el otro no podemos vivir❞
Libro de pequeñas historias de cualquier serie o película.
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No creo que tenga que aclarar, pero ahí va: universo sin poderes.
La idea me llegó en un sueño. Algo así, jaja.
Disculpen las faltas de ortografía.
3332 palabras, sin contar esta nota.
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Sabía que al cambiarse de escuela conocería gente nueva, y esperaba poder hacer buenos amigos. Lo que no sabía, ni esperaba (es decir, ¿quien se espera eso?) era que conocería a la famosa familia Hargreeves.
Los siete herederos de Sir Reginald Hargreeves estaban en su salón. El hombre no había tenido siete hijos, todos habían sido adoptados, y, por extraño que pareciese, todos tenían el mismo cumpleaños.
Pasó un mes tratando de hacer algún amigo, pero, ya que sus padres habían tenido la grandiosa idea de mudarse a medio año escolar, la tenía difícil.
—Danna Smith con Ben Hargreeves.
Danna sintió un escalofrío cuando dijeron con quién debía hacer equipo. Vió a su compañero, tal vez igual de nervioso que ella. Nunca habían cruzado palabra, capaz un buenos días cuando los Hargreeves llegaban antes que todos y ella era la siguiente en entrar. De ahí en fuera, nada. Aún así, trató de darle una sonrisa y, al final de la clase, Ben se acercó a ella para hablar.
—¿Podemos hacerlo en tu casa?
Danna parpadeó, algo sorprendida por la aparición de Ben.
—Primero que nada buenas tardes —dijo ella, cerrando su mochila.
—Oh, lo siento.
—Está bien. Solo déjame avisarle a mi papá.
Tras Ben se encontraban sus hermanos. No parecían poner atención a lo que sucedía entre ellos, estaban más concentrados riéndose de algo que uno de ellos había dicho. Danna lo reconoció por su cabello casi rizado como Klaus.
—Mi papá viene por nosotros —informó Danna, luego de terminar la llamada—. Llegará en unos diez minutos.
—Está bien.
Ben comenzó a caminar a la puerta. Danna lo siguió con algo de duda.
—¿No le dirás a tus hermanos?
—No, no. Así estamos bien.
—¿A dónde vas, Beny? —llamó Klaus, haciendo que los demás también los vieran.
Ben soltó un pequeño suspiro y dió la vuelta. Lo último que quería era que sus hermanos dijeran algo inapropiado, sobre todo Klaus.
—A casa de Danna para hacer el trabajo. Su papá viene por nosotros.
—¿Y no nos avisas? —El rubio cruzó sus brazos. Luther si mal no recordaba— ¿Al menos le avisaste a papá?
