Fue un mal día...

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Cill

Joe y yo regresábamos a casa callados, más que de costumbre. Ambos habíamos tenido uno de esos días en los que nada era suficiente si no teníamos lo que más queríamos: el deporte. Para mí, era complicado ver al equipo de atletismo, habían días en los que desde que amanecía, no podía parar de pensar en todo lo bueno que hice estando en el equipo y lo mucho que me gustaba correr de manera profesional, hasta el grado de ser considera para las nacionales si la estúpida consejera Grace no se hubiera atravesado en mi camino. 

Hoy, las chicas del equipo quisieron algo de mi consejo, y al entrenador Davis no le molestaba, al contrario, pero sabíamos que era imposible que yo regresara si Grace se seguía entrometiendo, así como sabíamos que jamás me dejaría en paz, y todo porqué decidí no callarme cuando la maldita decidió humillar e intimidar a unos cuantos, de mis compañeros, no podía tolerar eso, pero al parecer al rector no le importaba mucho, así que dijeron que era problemática y que por lo tanto, ya no podía pertenecer al equipo de atletismo, no con esa conducta tan "antideportiva". Son unos imbéciles. 

Fue difícil regresar al campo sin ser parte del equipo, me sentía devastada. Me quedé sentada toda la tarde en el pasto a esperar el entrenamiento del equipo de americano, a pesar de no poder estar con Joe, al menos lo vería, y sabía lo mucho que él aprecia que de vez en cuando vaya a verlo entrenar, así como él hacía conmigo. Por desgracia, fue un pésimo día para el equipo de los Tigers, los chicos no parecían coordinados en absoluto y por supuesto, el brillante coach lo único que hacía era presionar y gritar. Los chicos me decían cuánto extrañaban al entrenador Davis, quien fue reemplazado por el señor Justin Vernon cuando Grace intervino en ello. Así que sí, Grace es una hija de perra que sólo ve por ella, y yo estaba decidida a acabarla de una u otra manera, sólo que aún no sabía cómo. 

- ¿Lucill? - Regresé a la realidad al escuchar a Joey hablar.

- Ah, lo siento... - Nos quedamos parados frente a frente sin decir mucho a unos metros de la puerta. Me sentía del carajo y mi novio lo sabía, por lo que no dudó en abrazarme con fuerza contra él en cuanto notó mis ojos cristalizarse. - Extraño mucho correr con el equipo. - Le dije sollozando. 

- Lo sé, Harb. - Me reí bajito al escuchar el apodo que me puso acortando mi apellido: Harbour. 

- Lo lamento, hoy no soy tan fuerte para ti. - Joey me separó un poco para verme a los ojos con el ceño fruncido.

- Lucill, no tienes que ser siempre fuerte. Todos tenemos malos días.

- Sí, pero tú también tuviste un mal día. - Me limpié las lágrimas que habían caído. Joey sonrió sin ganas y se alzó de hombros.

- ¿Qué más da, bombón? Estamos juntos ahora. - Le di un golpecito en el hombro al escuchar lo último y nos reímos, Joey sabía lo mucho que odiaba ese apodo, así como el él odiaba que le dijera "vaquero".  

- Vamos adentro. Pidamos pizza y veamos películas hasta quedarnos dormidos. - A Joe le encantó la idea, así que nos besamos y entramos tomados de la mano dispuestos a realizar nuestro plan improvisado. Suerte que ya era jueves, un día más de mierda y la semana habría acabado, y otras dos semanas más y serían vacaciones de primavera, las necesito. 

Una desgracia más se me atravesó, pues al entrar a la casa, el equipo entero estaba listo para salir de fiesta. Suspiré pesado sabiendo que ahí se acababa la magia con Joe. Él iría a embriagarse con los chicos y yo me quedaría en una esquina fumando y alcoholizándome lentamente mientras veía el mundo correr a mi alrededor. No estaba segura de asistir a la fiesta, de hecho, incluso me fui a la cama, pero no podía dormir, algo me molestaba de sobre manera, y no quería admitir la razón, así que simplemente me puse un pantalón de mezclilla, una playera que encontré tirada por ahí y mi jersey de los Tigers, y salí caminando en dirección de la fraternidad Delta, donde la fiesta seguro ya era lo suficientemente escandalosa como para atraer a las patrullas de policía.

Bad DecisionsWhere stories live. Discover now