¿Ambiente bochornado o rijoso?

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Eran las 8 de la mañana y los rayos del sol comenzaban a colarse por la ventana de la pequeña habitación de Edgar. Un nuevo día comenzaba y el joven fue despertado por su alarma. De fondo sonó una canción de Cuco, en específico "Lover is a Day". No fue hasta el puente de la canción donde el se despertó y apagó su movil, sentandose en la cama somnoliento. Se había quedado dormido tarde, otra vez.

— Que pereza... —Se dijo, frotandose los ojos.

Era otro día, tenía que trabajar y no se iba a quedar de brazos cruzados. Se levantó de su cama, se baño, desayuno y corrió a prepararse. Se puso su bufanda y lo demás de su uniforme.

Salió apresuradamente de su casa, cerrando la puerta detrás de sí. El sol esa mañana calentaba más de lo habitual en el Starr Park. Mientras caminaba rumbo a su lugar de encuentro con Colette, iba pensando en todo lo que debían hacer ese día en la tienda. De pronto divisó a lo lejos la figura de su amiga, quién agitaba su brazo saludándolo alegremente.

— ¡Edgarsito! —Le dijo Colette con entusiasmo

— Colette... —Saludó el, pero con menos entusiasmo.

— Veo que hoy también te has levantado con prisas, yo me levanté con prisas porque me gusta verte. —Dijo ella, sonriendo emocionada.

Edgar se rascó la nuca, incómodo. La sinceridad de Colette a veces le abrumaba un poco, pues no estaba acostumbrado a tanto afecto. Aún así, no podía negar que la apreciaba.

— Sí, bueno... Sabes que odio llegar tarde al trabajo —Respondió él con su habitual tono serio— Deberíamos irnos ya, Griff se enfadará.

— ¡Tienes razón! vámonos —Asintió Colette, energética, comenzando a caminar rumbo a la tienda.

Mientras se dirigían a su puesto, Edgar iba pensando en todo lo que podrían encontrar ese día. Quizás algún cliente problemático que necesitara ser puesto en su sitio, o alguna misión emocionante que los sacara de la rutina. Sea como fuera, al menos podía contar con su compañera a su lado.

—¿Qué hiciste anoche? —preguntó Edgar, sin observar a la chica.

Colette dio un respingo al escucharlo. No esperaba que le hiciera esa pregunta.

— Ah, pues... Estuve continuando las anotaciones de mi diario sobre los demás brawlers —Respondió, entusiasmada— ¿Sabías que Pam estuvo ayudando anoche en la panadería? ¡Hice un bonito dibujo suyo amasando pan!

Edgar asintió con desgana, aunque por dentro le intrigaba saber más. A Colette le encantaba recolectar información sobre todos en el Starr Park.

— Y... ¿no hiciste nada más? —insistió el chico emo, lanzándole una mirada de reojo.

— Uhm... Nop, solo pasé mi tiempo solita. —Dijo ella, caminando entusiasmada.

— Cool... 

Fue ahí cuando ambos divisaron la tienda. Lo primero que notaron fue que Griff estaba fuera, seguramente esperándolos. El dueño paseaba de un lado a otro claramente molesto.

— ¡Llegan tarde! —Les espetó en cuanto los tuvo a la vista— Los clientes están a punto de llegar y la tienda todavía no está lista.

Colette y Edgar intercambiaron una mirada nerviosa. Sabían que se avecinaban problemas.

— ¡Lo sentimos Griff! es que el tráfico estaba peor que de costumbre —Se excusó Colette con una risita nerviosa.

— ¡No quiero oír excusas! Las calles están vacías a estas horas —Replicó el hombre con dureza— Entren de una vez y pónganse a trabajar. Tenemos mucho que hacer antes de la apertura.

A "Chemistry" She Can't Deny  ― Colette X Edgar ―Where stories live. Discover now