Mientras Esté Contigo (Monty x Freddy)

Capítulo 10

El sol se estaba levantando, lo que indicaba que un nuevo día estaba por comenzar, el cantar de las aves silvestres se empezó a escuchar y con la luz del sol entrando por la ventana el primero en levantarse fue Freddy, el oso se encontraba en perfecto estado pues había descansado por unas 15 horas seguidas.

Lo primero que hizo fue sentarse en la cama para analizar la habitación donde se encontraba, a un costado logró observar a Montgomery durmiendo de una forma contorcionada y con la cama totalmente desordenada, eso le generó una pequeña sonrisa a Freddy.

Luego de eso se levantó y salió de la habitación cuidadosamente para no hacer ruido y despertar a Monty, caminó por el pasillo y bajó las escaleras para llegar a la sala/cocina donde empezaría a preparar un café antes de dirigirse al baño a cepillarse los dientes.

Una vez listo el café se sirvió un poco y salió al porche de la casa para sentarse en las escaleras mientras admiraba el hermoso campo que rodeaba aquel lugar.

—Creo que deje la estufa encendida antes de salir de casa... —El pensamiento de aquello se le habia venido de la nada y ahora no estaba seguro de si había dejado la estufa encendida.

Sus pensamientos lo distrajeron tanto que no escuchó el como alguien salia de la casa y se sentaba junto a el para acompañarlo, y no era nadie más ni menos que el lagarto.

—Buenos días dormilón —dijo Montgomery sentandose a la par de Freddy y sacándolo de sus pensamientos.

—Oh, buenos días Monty. —Ambos se quedaron en silencio admirando como la luz del sol hacia brillar las hojas del pasto de aquel gran campo.

El silencio duró hasta que Freddy le dió un sorbo a su café y se dió cuenta de que no la había colocado suficiente azúcar por lo que hizo una mueca de disgusto que hizo reír a Montgomery.

—¿Quieres? Se que te gusta el café amargo —El lagarto asintió y recibió con gusto la taza con aquel líquido dentro —¿Te desperté verdad?

—Sip, fue justo cuando cerraste la puerta, me quedé un rato arriba reflexionando de mi vida hasta que sentí el olor a café recién hecho.

—Perdon...

—No te preocupes, si no me hubieras despertado no hubiera estado contigo aqui juntos mirando el hermoso paisaje. —Concluyó con una sonrisa cálida que animó a Freddy a sonreír igualmente.

—Oye, con respecto a lo de ayer, lamento que hayas tenido que pasar por eso.

—No es tu culpa, lo que sea que sea esa enfermedad que tienes, no es tu culpa tenerla, y lo vamos a enfrentar todos juntos.

—¿Recuerdas esa noche en la que quisiste acompañarme a casa?

—¿La misma noche en la que me enamore de ti? —confesó el lagarto, pues sentía que ya era hora de decirlo de una vez por todas, Freddy lo vio algo sorprendido pero luego cambio esa confusión con una sonrisa.

—Sabes Monty —dijo rodeándolo con su brazo y acercándose más a él —Yo tambien quiero estar contigo. —Tales palabras hicieron sonrojar a Montgomery el cual recordó lo que le había dicho ayer en el lago.

Pero se calmó al instante gracias a que Freddy aceptó sus sentimientos y ahora los dos se encontraban juntos tal como siempre quiso, con sus dos corazones latiendo al mismo tiempo.

Los días pasaron y la estadía de los jóvenes se hacía cada vez más corta. Estuvieron allí por unas 2 semanas pero como todo, las vacaciones llegan a su final y ya era hora de que los cuatro Glamrocks volvieran al Pizza Plex.