Capitulo 36

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Rina mantuvo la mirada en la aldea desde la ventana de su habitación, observando cada parte, como si fuera ya algo pasajero.

El sol ya había salido no hace unas horas, y ahora estaba tratando de encontrar algo con el cual mantenerse lo menos aburrida posible.

No había mucha emoción en su ser ahora mismo, sobre todo por que no había más que hacer después del trato fallido de Tsunade con seguir jugando al poker con ella.

Según supo, Tsunade era alguien a quien le gustaba los juegos de apuesta. Pero lo que la dejo incomoda fue verla seguir con la revancha, pues seguía con su dicho de que no se dejaría perder por una niña, y eso solo hizo que ella y shizune se tendrán o se pusieran nerviosas por la actitud de la mujer tetona y sus locuras en las apuestas.

Aun no sabía cómo estaba ganando, pues ella no era experta en nada sobre los juegos de mesa, sobre todo por que no entendió casi las cosas con la que se debía usar las cartas.

Pero solo basto que usarán una carta al azar, y terminara por ganar y provocar la frustración, dolor, tristeza y depresión de la rubia.

Esperaba que esa actitud no fuera nada grave, pues ya se Estaba empezando a preocupar por la mujer, junto con su asistente.

Ah! Y tonton.

Después de eso y las cataratas de lágrimas de Tsunade, Rina espero al día siguiente.

Al terminar eso, Rina esperaba que pudiera hacer algo más mientras esperaba a su padre a que volviera.

Quería que estuviera devuelta.

Aun no sabía cómo seria la mujer que traería, o al menos si encontraba una par que finja ser su madre.

Pero seguir una falsedad de tal forma, solo hizo que pensara en saber que tan bien debían de parecerse.

Pues apesar de poseer los rasgos de una Uzumaki, aun tenía algo de su padre. Sus ojos azules, Las marcas de bigotes, y las mechas rubias. Todo eso acompañado por más cosas que Estaba empezando a considerar en su propia cabeza.

Seguir sintiendoas emociones de las personas seguía siendo algo entre bastante bueno como al igual fascinante.

Nunca pensó en poseer algo como eso en toda su corta vida, y sin saber de qué más podría ser capas de hacer.

Pensando en eso, se fue a buscar algo entre algunos cajones.

Lo encontro.

Era la navaja que trajo de su mundo, al igual que el kunai medio oxidado que encontró en el bosque.

Mirando las 2 armas en sus manos, empezó a buscar más cosas de bajo de su cama

Saco de ella una mochila bastante desgastada por el tiempo, y fue una de las única cosas que podía considerar bastante útil en momentos de nostalgia.

Abrió para revelar 2 de sus tesoros.

Sus 2 flores.

Ahora estaban marchistas y con poco forma de considerarse buenas a simple vista.

Se cubrió la boca.

2 de sus tesoros, ahora estaban destruidos, y todos por que no se dio cuenta.

Tomo con delicadeza las 2 flores, mirando que el color se había ido, dejando un marrón bastante opaco.

No pudo cuidarlas.

No sabía cómo hacerla de todos modos.

Una lágrimas cayó en uno de los pétalos, antes de que más empezaran a caer sobre ellas.

Soy FelizWhere stories live. Discover now