Escapando de la casa de los horrores

2. Cercanía y galletas

Nadie tuvo éxito en la búsqueda del cuerpo. Bill y Billy siguen insinuando de que Garvey lo ocultó, a lo que él insiste en que admite haberlo asesinado pero que no tiene intenciones de quedarse con su cuerpo, además de que no le importa lo que piensen de él.

-Deberíamos priorizar la seguridad de todos – Menciona Zacharías.

- Claro, es tan sencillo como amarrar al asesino y encerrarlo – Dicen Bill y Billy. – Si él estuviese atado ya nadie correría peligro ¿cierto? –

Todos voltean a ver a Garvey y él se encoge de hombros.

-Bien, si así lo quieren – Dice estirando las manos. Algunos parecen sorprendidos por la respuesta de Garvey, por lo que lo observan anonadados. - ¿Qué? Ya he admitido que asesiné a Paco. Aquí no hay policías ni justicia para sentenciarme, pero si todos ustedes están de acuerdo con "arrestarme" pues adelante... no hay nada que yo pueda hacer al respecto – Responde a esas miradas con un encogimiento de hombros.

La habitación se llena de silencio mientras Zacharías procede a amarrarle las extremidades. Los gemelos sonríen complacidos y nadie tiene nada para objetar. Por otra parte, Coiseam se siente mal por Garvey y no sabe qué opinar al respecto. Ojalá no tuviesen que estar en esa situación.

-El que Garvey esté atado no significa que no haya otros peligros entre nosotros. No olviden que alguien tiene un cuerpo escondido – Rae dice mirando de reojo a los gemelos, y estos se sienten incriminados, respondiendo que ellos no tienen ninguna intención de esconder un cuerpo.

-Dudar así entre nosotros solo hará que nos atrasemos nuestro progreso hacia el objetivo común, y además puede provocar consecuencias aún más graves. Hay que tener claro que con o sin Garvey aún corremos peligro dentro de esta casa, hay que tener precaución – Interfiere Anson con seriedad.

-Puedo mantener vigilado a Garvey, incluso si alguien quiere nos podemos turnar. Mientras tanto, deberíamos tener normas adicionales que limiten las acciones de todos – Propone Zacharías, y Coiseam levanta la mano.

- ¡Yo tengo una propuesta! Podríamos reunirnos en el comedor a la hora de comer así charlamos e intercambiamos información. Así también sabríamos el estado en que nos encontramos cada uno – Propone para luego hacer una mueca y bajar un poco el tono de voz. – Tal vez... si hubiese podido intuir que Paco se sentía mal... -

-Coiseam, no te culpes de todo ¡No fuiste tú quien lo mató! – Saskia interviene, y a pesar de ello, la pelirroja aún está un poco cabizbaja y triste al respecto.

-Estoy de acuerdo con tu propuesta Coiseam, así podremos trabajar en equipo. Además, tu comida es deliciosa – Apoya Rae, y Coiseam se anima ante su respuesta. Luego mira al hombre invisible a un lado de la sala, observándolos a todos. – En todo caso ¿El hombre invisible también participaría? – Dice señalándolo y dirigiendo la mirada de todos sobre él. – Dada su particularidad, creo que debería ser constantemente acompañado y vigilado, para estar más tranquilos. –

-Parece que... ustedes no confían demasiado en mí... - Habla el hombre invisible. -En ese caso, también seguiré las normas y vendré al comedor a las horas de comer. Espero que eso tranquilice a todos – Responde mientras hace gestos sin sentido y mueve la sábana al hablar.

Anson vuelve a llamar la atención de todos y propone una manera de garantizar la seguridad de todos del ciclo de medianoche, que todos acuerden una hora concreta para regresar a sus habitaciones y que alguien comprobará que las habitaciones estén cerradas y todos a salvo.

- ¿Comprobar las habitaciones? ¿Y quién se encargaría de esa tarea? – Preguntan los gemelos.

-Si confían en mí me gustaría hacerlo yo – Se ofrece Anson.