Weon Hinata Weon (Suga's version)

La caña post carrete

Narra Asahi

—Creo que ya es hora de irnos—. Les indiqué a Sugawara y a Rayosa que seguían haciendo salud.

En un principio le habíamos prohibido a la Rayita seguir tomando porque ya estaba copeteada, pero cuando se empezaron a ir todos y Koushi decidió "tomar las sobritas para no guardar el concho" la Rayi se le unió y ahora ambos están haciendo competencia de baile, lo cual no tendría ningún problema, si es que tuvieran la polera puesta.

—Raya ponte la polera por favor—. Daichi le pidió a la chica que se puso a llorar, ayuda.

—¿Me estás diciendo fea?—. Lágrimas cayeron por sus mejillas, negras, ya que su maquillaje aprovechó de escaparse.

—No, pero vas a resfriarte, ven—. Nishinoya le extendió su mano y ella la tomó desconfiada. Yuu secó sus lágrimas con su mano y con cuidado le puso la polera otra vez.

—Te ves preciosa incluso con el maquillaje corrido—. Noya le sonrió. —Ven, yo te cuido—.

Mientras Noya intentaba controlar a la Rayita, Daichi y yo nos encargamos de Suga quién estaba llorando también porque le dijeron fea a la Rayi.

—La Rayita no es fea, mírenla—. La apuntó mientras sollozaba. —Ojalá fuera la madre de mis hijos—. Dijo llorando y abrazándose a Sawamura quién le sobaba su espalda.

—El Suga se quedaba a dormir donde la Rayi hoy, yo iré con ellos y me quedaré para cuidarlos—. Indiqué mientras tomaba mi mochila y la cartera de la Raya.

—Nos vemos Daichi—. Me despedí de mi amigo, pesqué al Suga de la oreja y lo jalé, caminamos hasta donde Rayita le estaba haciendo un peinado a Noya.

—Rayi ya nos vamos—. Dije tomando su mano para llevármela. La chica tomó mi mano y se despidió de Nishinoya.

—Quiero que me de un beso antes de irme—. Se quejó estirándole la trompa al libero.

Noya se sonrojó y sonrió con un poquito de pena.

—Ya diste suficientes hoy, vamos—. La jalé con suavidad pero se resistió.

—No quiero.

—Cuando lleguemos vemos High School Musical—. Dije rendido.

—¡Voy!—. Sonrió y tomó mi mano entrelazando nuestros dedos.

Salimos de la casa de Daichi y llamé a la mamá de la Rayi quién debía venir a buscarnos, me contestó que estaba cerca así que la esperamos en la calle.

—Suga, ¿no te da risa la palabra pote?—. La curada se empezó a reír como delfín luego de mandarse el comentario random.

—¿Pote?—. Respondió con una risa el peliblanco.

—Es como poto pero con e y guardas la comida ahí—. Empezaron a reír a carcajadas.

Diosito, soy yo otra vez...

Luego de dos minutos de risas y palabras raras llegó su mamá a buscarnos.

—Hola tía—. Saludé abriendo la puerta del auto, dejé que ambos borrachitos entraran primero.

—Hola mami—. Rayi saludó y su mamá se rió, luego entró Suga.

—Hola suegrita—. Bromeó y la tía Michelle volvió a soltar una carcajada.

—Creo que la pasaron mal—. Dijo en talla antes de empezar a manejar.

—¿Y usted Asahi mi niño? ¿Cómo anda?—. Me preguntó la tía Michelle con un tono amable.