La Teoría Del Caos (Amores Caóticos #2)

Capítulo veintiuno

21 | SIN MARCHA ATRÁS.

♪I know if I'm haunting you, you must be haunting me♪
(Sé que si te estoy persiguiendo, tú también debes estar persiguiéndome) -Haunted. Beyonce.

Hay una extraña y ligeramente adictiva emoción desconocida adhiriéndose a cada parte de mí que grita el nombre de Paxton Godfrey.

Durante años se trazaron muchas líneas alrededor de él y he cruzado todas en un tiempo récord. No hay culpa, ni remordimiento, todo se siente tan bien, tan correcto...

La razón por la que, fue excesivamente difícil aceptar, incluso para mí mismo que Paxton me gusta, es que ese hecho no encaja conmigo. Aceptar esa verdad, era aceptar que toda la percepción preexistente de mí mismo estaba equivocada y que en realidad no me conozco.

Sé que externamente parezco callado, pero en mi interior es todo lo contrario. Soy un experto en sobre pensar. Mi mente es un torbellino de dudas, miedos y constantes ideas que no dejan de gritar en mi cabeza.

Para mí, incluso una situación pequeña puede resultar en horas, días o incluso semanas enteras de análisis enfocados principalmente, en lo que puede salir mal. Me atormento con cada maldito escenario, por lo que, mi vida se basa en sobre pensar absolutamente todo. Por supuesto, Paxton formaba parte de ese «todo». Pero ya no puedo seguir pretendiendo.

La peor parte de cuando te gusta alguien de tu mismo sexo, y no quieres aceptarlo. Es que, al rechazar esa idea, te estás rechazando a ti mismo.

Estoy cansado de esa mierda.

He sido educado para ser perfecto y por eso, me preocupaba tanto hacer todo con cuidado e insanamente controlado. Intente resistir, evitar, retroceder, pero me he rendido ante lo que siento y eso fue el primer paso para permitir que cayera el primer bloque de una fachada que expectativas que no me pertenecían, fue ver y darme cuenta de que el resto de las piezas tampoco encajan. Soy un desastre. Pero, de alguna manera, jamás me he sentido tan libre. Irónicamente no lo soy, ni un poco.

Por primera vez estoy en problemas con absolutamente todos. Con mi familia, con la discografía, y por la manera en la que Levi casi atraviesa mi cráneo con la mirada en pleno concierto, supongo que también con él.

Debería estar sintiéndome como la mierda. Debería estar preocupado, asustado y todas esas cosas habituales en mí, pero no puedo ahora mismo, no cuando toda la atención de Paxton está puesta en mí.

Mis manos se enredan en su cabello mientras las suyas se vuelven puños sosteniendo con fuerza el cuello de mi camisa.

¿Las sensaciones tienen sonido? Podría jurar que cuando Paxton sella sus labios con los míos puedo escuchar algo; es como una sutil explosión de notas. Es como escuchar un piano, una guitarra acústica, la perfecta combinación de elementos de percusión. Es como... descubrir mi nueva canción favorita.

Estamos en medio de una tormenta: figurativa y literalmente. Los relámpagos iluminan la oscuridad de la noche, pero nada nos detiene y en especial, nada nos importa.

No podíamos llegar al edificio porque probablemente nos estarían esperando. Ya estábamos metidos en problemas, así que, ¿Por qué no llevarlo un poco más lejos?

Nuestros teléfonos suenan incesantemente en algún rincón de la habitación. No han parado de buscarnos, pero no darán con nosotros. Ahora mismo somos dos nombres falsos adornando el registro de un hotel.

En cuanto cruzamos la puerta de la habitación, le dije a Paxton que iba a bañarme y lo tomó como una propuesta. Me arrastró con él al baño y nos metió a ambos bajo el agua. Al principio me quejé; la molestia me duro menos de cinco segundos.