Capítulo X.

186 12 0
                                    

De vuelta en su casa yo no dejaba de pensar en el giro de 180 grados que tuvo este día

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

De vuelta en su casa yo no dejaba de pensar en el giro de 180 grados que tuvo este día. Todas las emociones que atrevesé y lo sorpresivo de su cambio de actitud conmigo.

Le agradecí la cena y me despedí para ir a descansar. Intenté leer y escuchar música pero no conseguía pegar el ojo.

Eran cerca de las 11 pensé que podria bajar a ver una pelicula, la sala de televisión se ha convertido en otro de mis espacios favoritos, y el único lugar además de la habitación de Jacob con un plasma enorme y un sistema de teatro en casa.

Cuando abrí la puerta lo encontré recostado tan comodamente en el sofa jugando videojuegos.

Me apenó interrumpirlo.

—Oye lo siento, con permiso.

—Esta bien, pasa.

—No, yo creo que mejor...

Me miró y de inmediato se sentó, con la mano tocó a un lado suyo indicándome que podía sentarme.

—No puedes dormir ¿cierto? Es la malteada, ¡lo sabía!

Crucé los brazos en modo de protesta.

—Sí disfrutarás más lo que haces, lo entenderías.

—¿Eso fue divertido para ti?

—Pues claro, no todo es comer cosas elegantes y guardar las formas siempre. Esa malteada hizo feliz mi corazón.

Mi sonrisa de oreja a oreja desapareció en cuanto respondió.

—Entonces mi forma de divertirme es... "diferente"— lo miré incrédula —puedo enseñarte lo que me divierte...si quieres.

Otra vez esa sonrisa burlona, tan engreído, tuve que mirar otro lado.

Me puso tan nerviosa que no sabía que hacer con mis manos.

—Ya en serio, yo estaba por irme a dormir.

—Oye... ¿puedo decirte algo? Ya que estás de buenas.

—Tú eres libre de decirme lo que quieras.

Volvió a mirarme fijamente, ¿estaba hablando en serio?

—No debiste discutir con tu mamá y arriesgarte así.

—Y yo se que no quieres hablar de eso pero, nadie deberia tratarte mal. No lo haría por cualquiera créeme, lo hice porque se trata de ti.

Era sincero, su mirada no podía estar mintiendo. Habría dado lo que fuera por saber qué estaba pensando en ese preciso momento.

De pronto todo desapareció, yo misma no coordinaba mis pensamientos. Tonta, me autosabotee como siempre y me levanté en seguida, Jacob me detuvo con su mano en mi muñeca.

Nada me preparó para lo que dijo a continuación.

—Me gusta que estás mejor.

—¿Seguro?

Forever. You said.Where stories live. Discover now