Capítulo IX.

176 11 0
                                    

Desperté temprano y como era de esperarse Jacob no durmió aquí. Sin afán de justificar lo que pasó, ambos habíamos bebido.
El alcohol y la soledad no son buenos
consejeros.

Lo mejor sería fingir que no sucedió, tal vez ni él se acordaba, pensar eso me hacía sentir menos culpable.

No tenía ánimos de enfrentarlo, tampoco a su familia con las posibles preguntas que harían sobre su paradero.
Pedí el desayuno en la habitación y luego me dispuse a bañarme mientras aparecía.

Seguramente volvería con una resaca terrible.

Le marqué de nuevo pero no respondía su teléfono, decidí deambular por los jardínes del hotel para matar el tiempo, atravesaba el salón cuando me encontró Kristin.

Su presencia me sacó de mi monólogo interior: repasaba en mi mente todo lo ocurrido anoche, el reencuentro de ellos dos, la clasista de su madre, era demasiada información. Ojalá hubiera estado más ebria.

Me saludó con una sonrisa me dió un beso y un abrazó, era tan educada, no me veía por el hombro o era tan discreta que no lo noté.

Aunque estaba vestida de forma casual se veía preciosa. Su pelo recogido en una trenza griega como corona o diadema y apenas unos mechones flotando, enmarcando sus pómulos.

—Hey, ayer no tuvimos mucho tiempo para hablar. Me alegro de verte.

—Lo mismo digo, eres muy importante para Jacob.

—Tú también, no hace falta confirmación- me tomó de las manos, las apretó suavemente.

—Me hace feliz saber que va sentar cabeza y que por fin tendrá la familia que siempre quiso.

No sabía si alegrarme por su honestidad o entristecerme por lo equivocada que estaba.
De pronto su mirada se llenó de añoranza.

—Oye, puedo hacerte una...pregunta- su voz vaciló en la última palabra.

—Por supuesto- sonreí

No había marcha atrás estábamos solas ¿qué podría salir mal?

—¿Cómo lo supiste?- No entendí su pregunta.

—Es decir, eres joven y con tantos sueños por delante... ¿cómo supiste que era él? Cuándo tomaste la decisión, quiero decir.

De todas las preguntas que nos habían hecho está era la más complicada, qué se suponía que debía responder a algo tan personal, ni lo conocía bien.

Me tomó por sorpresa y al parecer a ella también mi silencio, no dejaba de mirarme.

No había como zafarme, sólo deje que las palabras salieran, que sea lo que tenga que ser.

—Supongo que lo supe cuando apareció, no inmediatamente por supuesto pero, tuve una corazonada que sería algo importante; podía confiar en él, era como si nada malo pudiera pasarme en adelante, me sentí segura como nunca antes.

Me sorprendió mi propia elocuencia y traté de no ahondar más, aunque sería más oportuno que lo respondiera Jacob, después de todo él había tenido la brillante idea.

Le devolví la pregunta

—¿Y tú?— parecía que no tenía la más remota idea como si nunca se lo hubiera planteado, no podía ser tan difícil ¿no?

Kristin miraba su anillo y lo rozaba con la yema de sus dedos.

—Creo que llega un momento en que hacemos un balance de expectativas versus realidad y buscamos algo que sea posible. Cuando alguien se ajusta a eso y te hace sentir bien, todo es sencillo.

Forever. You said.Where stories live. Discover now