5. Ni te despides

23 2 0
                                    




Cierro la puerta de mi habitación y me apoyo en ella, suspirando. Creo que es hora de una ducha. Fría. Miro a mi alrededor en busca de mis neceser de baño y mi toalla lila favorita, me doy cuenta del estado de mi habitación y suspiro de nuevo. Tendré que recoger las consecuencias del tornado llamado Layla después.

Después de la ducha, analizo mi cara en el espejo del baño común. Miro mis mejillas sonrojadas por el calor del vapor y mi pelo mojado. No hay ningún resquicio de lo que pasó anoche en mi cuerpo. A decir verdad no sé qué pasó. A partir del segundo chupito no tengo recolección de la noche. Solo sé que me he despertado en la cama de un hombre y que he huido de ahí, sin despedirme, antes de que despertara y de tener que enfrentarme a lo que seguramente sería la conversación más incómoda de mi vida. Por lo tanto no sé quién era, ni lo que ha pasado, y no sé si quiero.

Sacudo mi cabeza intentando frenar mis pensamientos, de solo pensar en cómo actué en El Antzoki me avergüenzo de mí misma. Bajo la mirada y salpico agua fría en mi cara. No puedo volver al pasado, así que no gano nada pensando en ello. No es como si fuera a volver a verlos... A verle...

...

Vuelvo a mi habitación, convencida de que poniendo en orden mi habitación pondré en orden mi vida, cuando oigo una voz familiar.

— ¡Tía tía tía! Te tengo que contar, vas a flipar...— dice Layla con un tono alegre.

No es muy difícil de adivinar lo que pasó anoche en su caso.

— Dejame adivinar, te lo tiraste, ¿no?

— Sí, pero tía es que no te vas a creer la historia, o sea, se hizo el duro al principio de la noche, tipo me hablaba y así pero como que no se me lanzaba ni nada. Y yo en plan, ¿tío? !Espabila! !Que quiero que me comas la boca! Pero el tío nada, se hacía el loco. Lógicamente me miraba todo el rato, en plan, yo sabía que él quería conmigo, pero el tío no tiraba.

— Pero, ¿estuviste con él toda la noche?— pregunto intentando recordar cuando la vi por última vez.

— !Qué va, tía! Estuvimos un rato con ellos, pero luego nos separamos, ¿no te acuerdas? Bueno, qué digo, seguro que no, ibas fina jajajajaja— responde Layla despreocupada.— Pero bueno eso, que nos fuimos por ahí a bailar y yo le notaba que no paraba de mirar hacia donde estábamos, evidentemente buscándome, pero no voy a ir yo, ¿sabes? O sea, no soy tan fácil, asi que idee un plan. Te tuve que arrastrar a dar una putivuelta pero bueno, hay que hacer lo que hay que hacer. Conseguí encontrar a un guiri con el que ponerle celoso. ¡Ay, pero si nos invitó a una copa! ¿No te acuerdas de eso tampoco?— sacudo la cabeza en respuesta— Bah, tampoco te perdiste mucho, era un sueco de esos, o algo así dijo, no estaba muy atenta. Yo estaba a Manu, iba a conseguir que moviera el puto culo y me entrara de una vez, soy una señorita al fin y al cabo—  sonríe picaramente.

— Y, ¿ahí fue cuando se te acercó?

— ¡Qué va, tía! Le veía mirando pero no venía, me estaba empezando a rallar, casi me lio con el sueco de la rabia. Total, que le perree al sueco, en plan guarro mientras el otro miraba. Luego me distraje un poco porque se acercó un amigo del sueco y se puso a hablar contigo, no veas lo bueno que estaba. Que, por cierto, te lo tendrías que haber hecho. Pero bueno, total, que me distrajiste, cabrona, así que para cuando me di cuenta, ¡Manu se estaba acercando! Bueno, y Julen también, para acompañarle, supongo.

Me sonrojo involuntariamente al escuchar su nombre. Olvidalo, después de anoche... Te has humillado demasiado...

— B-bueno y... ¿luego que paso?— pregunto, esperando que mencione a Julen otra vez.

— Um... Luego nos fuimos a la barra otra vez con estos, creo. No sé, desde ahí hasta que nos liamos Manu y yo está un poco borroso—  rie, sin avergonzarse. Me gustaría ser como ella en momentos como estos, pero no soy así.— Total que nos liamos, pero no veas lo burro que fue, o sea, no me lo esperaba tan sado. En plan, delante de todos, contra la pared, guarrisimo, casi parecía como... ¿enfadado? No sé, yo estaba cachondisima.

— ¡¿Delante de todos?! M-mira no hace falta que des más detalles, me hago una idea.

— Puajajaja, ¡pero si eso no es nada! Total, que una cosa llevó a la otra y acabamos en su apartamento. Nos fuimos antes que todos, claro, pero acabo de llegar...— dice ella, sugestiva.

— ¿Y yo? ¿Dónde me quedé?

— Ah, bueno, yo te dejé con estos, no sé cuando llegarías a casa, pero bueno que son famosos tía, no te harían nada malo, evidentemente. Parecías contenta con ellos así que no pensé que te importaría...— dice con una sonrisa amable.

— V-vaya, pensé que me podrías decir cuando me fui, pero... es igual.

— ¿Cómo? Me estás diciendo tú, TN TA, ¿que no sabes a que hora llegaste a casa? ¿Quién eres y qué has hecho con mi amiga?— dice a carcajadas.

— No tiene gracia, me he perdido la clase de literatura y he desperdiciado toda la mañana recogiendo el desastre que dejaste en mi habitación.

Y preguntándome qué pasó anoche, pero ella no tiene que saberlo.

— Bah, venga, no seas así...—  me choca el hombro.— Seguro que a la segunda le cojes el gustillo—  dice mientras sonrie con un brillo familiar en los ojos.

— Layla, ¿de que...? Oh, ¡no! No digas lo que creo que vas a decir...

Comienza a asentir,  sin borrarsele la sonrisa.

— Sí, lo voy a decir, nos han invitado a salir otra vez con ellos. Y tú te vienes.

— Layla, si Manu te ha invitado será porque quiere que vayas tú, ¡yo no pinto nada ahí!

— ¿Cómo que no? Además, ha sido el que ha sugerido que vinieras, así que, en tus palabras, sí que pintas, ¿vale tía? Aparte, ¿no me harás ir sola no?— dice con ojos suplicantes a los que sabe que no sé decir que no.

Respiro hondo y Layla añade:

— Bueno, tienes cinco horas, para descansar, estudiar, leer o lo que quiera que hagas en tu tiempo libre— dice agitando la mano en mi dirección. — Por lo que me ha dicho Manu, viene a buscarnos a las 22h, ¿no es adorable? — comenta con una sonrisa ilusionada.

— P-pero... Es muy repentino.

— Que noooooooo. Mira tía, a las 21h paso por aquí, estáte cenada, miramos cuatro trapitos con los que puedas ir vestida y listo — dice mientras se levanta y se dirige a la puerta.— Venga, hasta luegoooo. Te quiero, muak muak — cierra la puerta y me deja sola.

***

Nota de autor:

¡Hola chic@s! He vuelto y más fuerte que nunca. Tras unas semanas muy muy ocupadas y trágicas, traigo de vuelta la historia del momento. Una aclaración: TA son las siglas de Tu Apellido ;)

Os quiamoooooooo <3

Al otro lado del río (Norman Bates y TN)Where stories live. Discover now