𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝗼 - 𝗚𝗮𝗱𝗿𝗶

𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗦𝗲𝗰𝗿𝗲𝘁𝗼 - C͟a͟p͟i͟t͟u͟l͟o͟ ¹⁶

—Muy difícil   —Comentó recordando como fue que les regaño porque no se habían apresurado en limpiar por culpa de Pedro y su...

—Hay un club de deportes, me preguntaba si tú te inscribirás en alguno  —

—Aún no lo se, pero creo que mejor no lo hago, la universidad ya es muy difícil y estoy trabajando así que el tiempo será menos  —

—¡A dormir¡  —Pablo suspiro algo fastidiado, Sofia parece que es una guardia de un reclusorio extremadamente asegurado donde están los peores asesinos del mundo y tiene que ser bien cuidados para que no se escapen.

Ahora comprende el porqué está universidad no la habita tantas personas por mucho tiempo, son tan estrictos que da miedo en algunas ocasiones, le tiro un beso a su novio al aire, quien estiró su mano, fingiendo que lo ha cogido, llevándolo a su boca, haciendo sonreír a Pablo, el cual siente la culpa invadir todo su cuerpo por lo que se dejó hacer por Pedro, Adal no lo merece... nadie en realidad ni siquiera a Lucía que es la tía más insoportable e insensible.

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Al día siguiente se levanto antes que Adal, se arreglo apresuradamente sin hacer algún ruido, optando por ponerse una sudadera color negro, la cual cubre perfectamente el chupeton, por lo tanto en todo el día no se la quito aunque estaba sofocadose un poco por el calor, pero tuvo que soportar para que nadie se diese cuenta de la marca de su cuello, sobre todo Adal.

Aunque recibió reclamos de sofia porque no tenia que ponerse tal prenda encima de la camisa de su uniforme, ya que le estaba dando un mal aspecto al buen vestir, de la universidad, parece que tendrá más problemas con ella si sigue de esa manera, ahora tiene un problema encima y es ir a la cafetería, donde tampoco puede usar la sudadera por las reglas de esta, así que no tuvo más opción que ir en busca de Sara, la única que puede le puede ayudar.

—Sara  —Le cogio de la mano sacándola de su grupo de dos amigas, las cuales le hizo una señal con la mano para que no intervinieran dejandoles claro que no pasa nada.

—¿Que pasa tío? —Pablo la adentro en el primer salón que esta vacío, agradeciendo que lo haya encontrando a una distancia corta.

—Maquijalle  —Respondió siendo su primera palabra  —Necesito de tu maquillaje  —Dijo rápido cerrando la puerta, quitándose la sudadera, Sara observo cada movimiento hasta notar la marca que tiene en su cuello, entendiendo la razón.

—Adal   —Aclaro su garganta  —Fue muy brusco, ¿no?  —Pablo rápidamente se cubrió el chupon con su mano.

—S-si  —Respondió acompañado de una risita nerviosa  —Necesito cubrirlo, ¿me ayudas?, por favor   —

—Claro que si, pero no tengo mi maquillaje aquí, lo tengo en el tercer piso y...

—Joder, pero lo necesito ahora —Camino de lado a lado, rascándose la nuca, aumentando su ansiedad.

—Pero tengo unos parches que cubren perfectamente el color rojo de los granos, y el tuyo es rojo así que será fácil cubrirlo   —Abrió su bolso buscando los parches, Pablo se detuvo acercándose a ella, girando las manos entre sí mostrando su ansiedad.

—Gracias   —Ella asintió, siguiendo buscando los parches que siempre trae con ella por si surge alguna emergencia.

—Venga, haz el cuello hacia un lado  —   Pidió, Pablo asintió, hizo su cuello hacia un lado, dándole acceso  a Sara para que pegue el marche en su chupeton, después hablara con Pedro para pedirle que nunca más lo haga.

Termino de colocarle, a tiempo que unos golpes en la puerta interrumpieron el silencio que tenían.

—Yo iré  —Avisó  —Presiona un poco más  —Pidió, dándole unas palmaditas en su espalda, caminandose hacia la puerta.