، 🦋 : Pómulo abierto.

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—Allí iremos, entonces.

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Llegando al restaurante y después de hacer sus pedidos. Ambos esperaban en una mesa, bebiendo un poco de vino. Riendo por lo que se compartían y se perdieron el fin de semana, además, Jungkook tenía una plática pendiente con Jimin, respecto a lo que le dijo Jongsuk.

Había besos y caricias de por medio, los cuales fueron interrumpidos por una voz que cambió la cara de ambos. Y es que, ya no recordaban que conocieron a Taeyong en ese lugar.

Un gesto serio, sus labios en una línea recta, una ceja enarcada y evidente enojo combinado con confusión. Jimin chasqueó sus labios, recibiendo la bolsa con su comida para llevar. Ninguna palabra fue emitida por ninguno, hasta que se pusieron de pie, dispuestos a salir del restaurante, fue la voz de Taeyong que hizo a Jimin girar su cabeza sobre su hombro.

—Con que fue con él con quien me engañaste —furioso alzó la voz—. ¿Ya lo sabe tu hija?

Jungkook podía ver como Jimin se mordía sus mejillas, nervioso por el último comentario.

—Taeyong...

Iba a hablar, pero fue interrumpido por él.

—No me quiero imaginar la cara que pondría ella al enterarse que su papá se fue de fácil con el papá de su novio —una risa con careza de diversión salió de su garganta.

Tal comentario fue lo que provocó a Jungkook responder. Estaba de acuerdo que habían hecho mal al engañarlo, pero no tenía el derecho de referirse a Jimin de la forma en que lo hizo. Nadie podía hablarle así a él, mucho menos estando Jungkook presente.

—¿Qué mierda dijiste, imbécil? —alzó su voz, soltando la mano de Jimin, dando un paso al frente.

Taeyong no pareció temerle, pues igual dio un paso al frente, quedando a menos de un metro de distancia.

Jungkook ya tenía sus manos hechas puños, a sus costados. Su mandíbula marcada y la sangre hirviéndole por dentro.

—Jungkook, no vale la pena —Jimin trataba de alejarlo, intentando tirar de su brazo, pero el castaño no se permitía tocar.

—No, amor —no pensó al momento, tan sólo salió el apodo de sus labios—. Que repita lo que dijo, y va a aprender que no puede llamarte así.

—¡Y ya con apodos! —Taeyong se burló—. ¿La clave para eso era tener sexo contigo? Yo no entiendo porqué siempre te hiciste el difícil conmigo para hacerlo, cuando bastó una noche para que fueras de arrastrado con este para que te cogiera.

Jimin no tuvo tiempo de alejar a Jungkook, pues el primer golpe salió directo al pómulo de Taeyong, haciéndolo girar su cabeza a otro lado, llevando después su mano al área afectada. Quejándose.

—¿¡Qué te pasa imbécil!?

—En tu puta vida te vuelves a referir a Jimin de esa forma. No tienes el derecho de hacerlo, mucho menos cuando fuiste el primero en engañarlo, ¿entendiste? —Taeyong negó apretando sus dientes. Jungkook formó un fingido puchero—. Oh, cierto. Tuviste que engañarlo porque sabías que Jimin no te quería de la forma que tú decías quererlo, sabías que no te deseaba si quiera. ¿Celoso de que yo sea su tipo y tú no? —Taeyong tragó con fuerza, pues Jungkook le estaba dando golpes bajos—. Dime, ¿qué tan patética es tu vida como para que tengas que ofender así a alguien por el simple hecho de que estás dolido porque nunca te vio como algo más? Es la primera y última vez que le hablas así a él, y si me vuelvo a enterar que le dijiste algo, vuelvo a venir y me encargo de ponerte en tu lugar de nuevo, porque quieras o no, Jimin tiene quien lo defienda.

Jungkook sintió el apretón de la mano del rizado sobre su hombro. Una mueca era lo que vio, Jeon sonrió de lado, tomó la mano de Jimin dejó un beso en su sien y dio media vuelta para salir de ahí

✧✦✧

Todo el camino de vuelta a casa de Jungkook transcurrió en completo silencio. Con miradas de reojo, veía a Jimin, quien pasaba sus manos por encima de sus propios muslos, esquivando los ojos de Jungkook.

El castaño se sintió mal por ello, pensando que la forma en que pensó era la correcta, había causado incomodidad por parte de Jimin.

Hasta que aparcó el auto, fue cuando pensó era el momento de hablar con Jimin, y disculparse por la actitud agresiva que tuvo, pero era un acto reflejo suyo si le hablaban e insultaban de tal forma a la persona que ama.

Ayudó a Jimin abriendo la puerta de su lugar del auto, Jimin agachó la cabeza en cuanto estuvo afuera hasta que entró a la casa, detrás de Jungkook.

El castaño acomodó su cabello y se deshizo de su chaqueta. Pasó su lengua por sus labios, y dio una mirada de Jimin que parecía nervioso.

—Jimin, si yo llegué a incomodarte por alguna cosa que hice, discúlpame, yo no podía dejar que ese estúpido hablara así de ti —apoyó sus manos en sus brazos—. Sé que puedes defenderte tú sólo igual pero...

Fue callado por el repentino y agresivo beso que Jimin se encargó de dejar en sus labios. Moviéndolos con urgencia y deseo, sacando un gruñido de sorpresa de su garganta. El rizado lo empujó hasta que su espalda estuviera contra la puerta principal. Jungkook se dejaba llevar por sus movimientos, totalmente sumiso a sus labios y toques, lo único que hacía era tener sus manos en la cintura de Jimin, mientras que este lo tomaba de la nuca con fuerza, y con su mano libre revolvía su cabello.

Tuvieron que separarse por falta de oxígeno. Los ojos de Jungkook abiertos de par en par, y Jimin con una sonrisa tímida en sus labios rojos y ligeramente hinchados.

—Pensé que te habías enojado y sentido mal por lo que hice, estabas muy tranquilo en el camino —carraspeó su garganta después.

Jimin sonrió y mordió sus labios. Acarició el cuello de Jungkook, hasta llegar a su hombro.

—Estaba tratando de contenerme —su tono de voz bajó—. Me gustó lo que hiciste con Taeyong, gracias por defenderme. Merecía ese golpe en la mejilla.

Jungkook enarcó una ceja, metió su mano por debajo de la camiseta de Jimin, tocando su piel caliente con la yema de sus dedos.

not you again, please › kookminWhere stories live. Discover now