Capítulo 8

18 1 14
                                    

Lindsey no paraba de gritarme. Estaba demasiado molesta.
Y no sabía porqué.

Frank se veía algo asustado.

Nervioso.

Trataba de ignorar todo lo qué había a su entorno.

Observaba el techo, fijamente. O también sus zapatillas. Cualquier cosa qué estuviera cerca de él.

—¿Pero qué mierda, Gerard? ¡Eres un idiota!

—¿Por qué te metes tanto en mis problemas?

—¡Me preocupas!

—¿Pero por qué tengo qué contarte todas las mierdas qué hago diariamente? ¡Eres demasiado manipuladora!—suspiré—. Además, ¿por qué te importa tanto lo qué pasa entre yo y Frank?

—¡Porque me importa! Gerard, él es un hombre casado. ¿Acaso eso no te importa?

—De hecho, estoy divorciado...

—¡Cállate!

Hubo un corto silencio.

Pero tenía más cosas qué decir.

—¡Lindsey, por favor! ¿Sólo te preocupas por eso? Estabas tan felíz porque me ví con Frank. Y ahora, ¿estás molesta?
¿Qué te pasa? ¿Por qué tienes esa actitud?

—¿A qué te refieres con "esa actitud"?

—Actuas cómo una completa perra estúpida.

—¿Disculpa? ¿Y tú porqué actúas así?

—¿Acaso estás en contra de lo qué siento por Frank?

—¿Qué?

—¿Acaso no me escuchaste?

Ella no respondía.

Solamente me miraba.

Parecía estar "confundida".

Algo nerviosa.

—Responde.

—Claro qué no.

—¿Entonces porqué actúas así?

Ella seguía sin responder.

—Responde.

—No se puede hablar nada contigo.-- dijo, mientras se marchaba.

—¡Eres una cobarde, Lindsey!

Ella no soportaba qué le dijieran eso.

Siempre aparentaba ser una mujer fuerte.

Siempre fué una cobarde.

Aún lo es.

Y le duele demasiado él saber qué lo es.

Ella corrió hacía mí.

Estaba demasiado molesta.

—Dilo una vez más.

—Eres una cobarde.

—Oh, claro. Después de todo lo qué he hecho por tí...

—¡Siempre te victimizas con eso! ¿Acaso no sabes decir algo realmente "bueno"?

Ninguna otra palabra salía de su boca.

Estaba realmente herida.

Me miraba con un rostro de "decepción".

—Perdiste todo contacto conmigo. Y no me busques más.

Ella se marchó.

¿Me sentía felíz por eso?

Me sentía culpable.

Aunque de todas maneras lo era.

—De hecho...

—¿Qué pasó?

—Ya me divorcié...

—¿Qué? Estás bromeando, ¿no?

—¿Creés qué bromearía con algo así?

—Apenas duraron un día...

—Creo qué fue demasiado estúpido hacerlo.

—Demasiado.

Mi teléfono sonó.

Era un mensaje de Lindsey.

Era demasiado extaña.

Nunca tendrás una mejor amiga. Nadie te querrá cómo yo.

Perdiste todo contacto conmigo, Gerard.

Estás demasiado loca, Lindsey.

Jódete.

A veces solía ser así.

Unas cuantas veces había pasado eso.

A los días llegaba rogando qué la perdonara, qué me quería mucho, qué no podía vivir sin mí.

Las mismas palabras.

Era demasiado predecible.

Odiaba demasiado eso.

—Eh, ¿qué pasó?

—¿A qué te refieres con eso?

—¿Por qué estaba así?

—Ni idea. Siempre fué así.

:Es algo manipuladora. ¿Realmente dejas qué te trate así?

—Es la única amiga qué tengo. Me ha ayudado demasiado. Aunque me dañe demasiado, la voy a seguir queriendo.

—Eso te va a afectar demasiado. Es algo violenta.

—Bueno.

De nuevo estaba sonando mi teléfono.

Era Lindsey.

"¿Qué quiere?"-- pensaba, mientras leía los mensajes.

Gerard, lo siento.

No quería decir todo eso.

Sólo estaba algo molesta.

Pero dijo qué estaba divorciado, ¿no?

Ya no me preocupo.

¿Me perdonas?

¿Vas a responder?

¿Estás enojado?

Agh, está bien.

¿Me perdonas?

Sí.

Pero por favor, no envíes tantos mensajes.

Oh, claro.

Entonces, ¿todo bien?

Eso creo.

Volvió a pasar.

Ambos éramos demasiado estúpidos.

Ella era una estúpida qué se molesta por todo, y yo él idiota qué le perdona todo.

Igualmente la quiero.

Are there still Feelings? ; Frerard.Where stories live. Discover now