Invertidos

232 27 16
                                    

N/A; mi lado estúpido se verá reflejado en este escenario.

...

— Mierda...

Su cabeza era un desastre de pensamientos e inconsciencia hasta ahora. Daba vueltas y vueltas que solo le hacían querer vomitar cada comida consumida en el día.

Ni siquiera notó el "ligero" cambio en su voz.

Colocó ambas manos en su cabello, apretando los parpados con fuerza en un intento para recordar lo último que vio antes de caer desmayado. Rebuscó en los rincones de su mente con impaciencia, teniendo flashes dolorosos que corrían en él sin una pizca de lentitud.

Se frotó los ojos con delicadeza. Sus manos se sentía suaves como el algodón a pesar de tener tanto tiempo involucrado con la piratería que dejaba callos en sus palmas. Demasiado suaves y pequeñas para ser suyas ¿debería estar orgulloso?

— ¿B-buggy?

Tu rasposa voz retumbó en sus agudos oídos. Ladeó el rostro, entrecerrando los ojos para verte de un mejor ángulo antes de parpadear varias veces. 

Ambos soltaron un grito.

— ¡¿Que nos pasó?!

Cada quién se echó para atrás en cuestión de segundos, alejándose uno de otro como si al tocarse fuesen a estallar. Buggy te señaló con su dedo índice, su vista clavada directamente en cada una de las facciones de tu rostro, ropa y figura.

— ¡¿Por que carajos-...!? — Se sostuvo el pecho, tocando dos "algodones" grandes y redondos al tacto de sus manos. — Ouu... — Agachó la cabeza y se cubrió con ambos brazos, tratando de no parecer avergonzado.

Tú, en cambio, pareciste ser más torpe, tus larguiruchas piernas se tambaleaban al intentar dar un solo paso. Tu trasero cayó al piso de nueva cuenta, el cabello azul se soltó en cascada sobre tus hombros. Pero, definitivamente tenías más confianza que él.

— ¡¿Que mierda haces con mi cuerpo?! — Entonaron a la vez.

— ¡Devuélvelo! — Exigió el payaso.

— ¡¿Huh?! ¡¿Y como se supone que lo haga?! ¡Suelta mis pechos, Buggy!

— ¿De que hablas? Son míos ahora.

Los balanceó provocativamente al tiempo de cruzarse de brazos.

Frunciste el ceño con rabia, queriendo pegarle un puño solo porque ahora no era momento de que estuviese toqueteándote ¡Mucho menos si él era quién controlaba tu cuerpo!

En un buen orden de ideas, se suponía hace un par de horas estuvieron peleando contra una tripulación enemiga en la que, al parecer, uno de sus tripulantes poseía los poderes de una fruta del diablo capaz de invertirlos, mandándoles a tomar una siesta de inmediato. En un análisis más exacto se podría decir que sus mentes fueron ¿intercambiadas? por así decirlo y eso por eso que ahora cada uno tiene el control del cuerpo del otro.

Salieron casi ilesos, o de lo contrario estarían amarrados contra el mástil del otro barco.

Descubriste algo nuevo también. 

— ¡Oh... por... Dios! — Tiraste del borde del pantalón de cuero que llevabas puesto, guiando tu mirada directamente a lo que había dentro del paquete de tela. — ¡Buggy, tengo pene! ¡Tienes que ver esto!

— ¡Eres una asquerosa! 

Reíste con ronquera, colocándote de pie de un brinco estable sobre la madera bajo tus botas. Te sacudiste los pantalones con tranquilidad, digo ¡Como podías estar tan tranquilo! giraste la cabeza en dirección a Buggy tirado en el piso mientras le daba una mirada a cada rincón de la habitación. 

𝑬𝒔𝒄𝒆𝒏𝒂𝒓𝒊𝒐𝒔 - 𝑩𝒖𝒈𝒈𝒚Where stories live. Discover now