Nuestro nuevo comienzo

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El sol alumbraba aquella alcoba, calentando con sus rayos a la joven pareja que yacían dormidos. Ella tenía su espalda apoyada en su pecho,mientras el abrazaba por la cintura firmemente sin intención alguna de soltarla. Sus respiraciones eran tranquilas,sumidos en un sueño tranquilo,sus cuerpos se amoldaban de una manera increíble,sus piernas entrelazadas entre si... curiosamente en toda la noche durmieron abrazados o se buscaban entre sueño.
Ella poco a poco fue despertando gracias a los rayos que golpeaban su fino rostro. Cubrió sus ojos tratando de darse la vuelta,pero la brazo en su cintura se lo impidió. En ese momento fue consiente de lo de la noche anterior. Sonrojada volteo la cabeza para observar a su esposo,quién seguía dormido. Su sedoso cabello rebelde estaba hecho un nido de pájaros y unos cuantos mechones caían cubriendo sus ojos,sus labios entre abiertos mientras soltaba un pequeño ronquido. Se encontró sonriendo sin proponérselo,era una pena tener que levantarse para usar el baño. Así que con mucho cuidado se levantó tratando de moverlo lo menos posible. Logro levantarse a pesar de que se quejo en dos ocasiones,quedándose quieta para no despertarlo vio como la buscaba a tientas en la cama. Dándose prisa camino desnuda hasta el baño,logrando encontrar ahí colgadas las batas de ambos. Hizo sus necesidades y preparo un baño caliente,sentía las piernas entumecidas y la cadera le punzaba ligeramente. Estaba tan concentrada verificando la temperatura del agua qué cuando unos fuertes brazos la rodearon por detrás pego un pequeño grito.
Con el corazón en la mano,escucho la varonil risa de su esposo qué se burlaba de ella.
Con el ceño fruncido se dio la vuelta estando aún en sus brazos para descubrir que se encontraba igual de desnudo que ella.
- Buenos días madame,¿Por qué salió de la cama tan temprano? - preguntó el con una sonrisa viendo su vergüenza en ella ante su desnudez.
- Buen día...tenía que hacer uso del escusado y la tina me estaba llamando para tomar un baño - contesto tratando de ver solamente su rostro, consciente de que la situación lo estaba excitando...su miembro erecto entre ambos lo confirmaba.
- Mmh,¿Te apetece compartir el baño? La tina es lo suficientemente grande para entrar ambos.
- Cla-claro
Ambos entraron en la tina,uno a cada extremo. El agua caliente relajaron sus tensos músculos,no sabía lo agotado que se encontraba hasta entrar en la bañera. Volteo brevemente a ver a su esposa,quién se hallaba con la cabeza echada hacia atrás apoyándola en el borde. Bajo la vista por su largo cuello,descubriendo ligeras marcas rosadas de los besos dejados la noche anterior...su profundo escote se dejaba entrever ligeramente entre la espuma de la tina...sabía que su esposa era hermosa,y que más de uno deseaba tenerla como el la tenía ahora... Un travieso pie lo saco de sus cavilaciones.
Beatrice,en su nueva faceta candente,había estirado su torneada pierna hasta tocar con la punta de los dedos el duro abdomen masculino. Frederick inmediatamente fue presa de un deseo incontrolable,soltando un gruñido gutural tomo su pierna acariciando la piel mojada. Ella soltó un grito sorprendido cuando la jalo hacia el,haciendo que se sentará a horcajadas en su regazo... Sintiendo su dureza golpeando su abdomen se fundieron en un beso mientras se acariciaban con urgencia. Ya sabían de antemano lo que seguía a continuación. Tomando su miembro lo alineo con su intimidad,descendiendo lentamente,sintiéndolo llegar aún más profundo. Rompió el beso para liberar un ronco gemido,y con ayuda de él comenzó un vaivén lento, provocando las aguas.
El se encontraba perdido en las emociones de placer que ella le despertaba. Podía ver el vaivén del generoso pecho,su cuello y su sensual clavícula,la sentía estremecer mientras la tenía tomada de las caderas y le ayudaba con los movimientos. En algún momento ella bajo la cabeza para volver a tomar sus labios y acelerar sus movimientos. Ambos estaban por alcanzar el orgasmo y no se dieron cuenta que parte del agua de la bañera se había regado y el baño se hallaba echo un desastre. Soltando un gemido ronco que murió en la boca del otro,tuvieron su orgasmo juntos mientras sentía como Frederick la apreta por las caderas y su ardiente semilla en sus entrañas...

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Salieron envueltos en las mullidas batas notando que el cuarto había sido ordenado y la cama se encontraba como si nada hubiera pasado. Avergonzados con la idea de que alguien pudo haber escuchado su momento íntimo en el baño,se alistaron rápidamente para bajar a desayunar... después de tanta actividad física se encontraban hambrientos.
Bajaron en un cómodo silencio sin notar de nuevo sus manos entrelazadas. Adentrándose juntos al comedor vieron la mesa servida decorada con finos candelabros dorados y rosas que despedían un aroma agradable.
Jugo de naranja recién exprimido, café con crema, té negro, pequeña bollería,huevos revueltos,una tarta de fresas y crema batida y demás delicias los tentaban a probarlas...
Cómo el caballero qué es,extendió la silla para su esposa y acto seguido entraron dos criadas para acabar de servir la mesa. Fue el mejor desayuno de su vida,todo estaba realmente delicioso.
- ¿Qué te apetece hacer el día de hoy? - pregunto el mientras se llevaba la taza de café a los labios,viendo como ella alzaba la vista dejando a medio camino el tenedor.
- Creí que saldríamos hoy de viaje...
- Será hasta el día de mañana,pensé que era buena idea reponernos del cansancio de la ida antes de abordar el barco
- ¿Barco? ¿Viajaremos en Barco? - pregunto emocionada
- Si, zarparemos en el Lusitania mañana a medio día. Tu madre me comentó que se encargaría de llevar todo lo necesario para el viaje mañana al puerto.
- Vale...puedo preguntar..¿A dónde iremos? - pregunto con impaciencia. La idea de viajar en barco la había emocionado en demasía...su esposa la había sorprendido gratamente.
- Iremos a Italia - dijo sonriendo al verla prácticamente rebotar en su asiento como niña pequeña.
- La verdad..me apetece seguir en cama,estoy agotada - dijo enrojeciendo al recordar lo que hicieron en la cama...y en la bañera...
- Si eso deseas por mi está bien,pediré que más tarde nos suban el almuerzo y el té de la tarde - respondió sonriéndole suavemente.
El resto del desayuno charlaron de manera amena,reparando en los posibles destinos turísticos en Italia,así como las actividades que ella quería realizar.

Una esposa diferente para el ducado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora