Ducado Evans

24 3 1
                                    

En las afueras de la ciudad de Watford,se podía apreciar otra mansión igual de lujosa que la anterior.
En su interior se podían apreciar a toda la servidumbre corriendo de un lado a otro llevando bandejas de comida,jarrones con miles de rosas y peonías que despedían un aroma sutil en el ambiente,unos tantos pulían la platería y cristalería mientras otros colocaban una alfombra roja en las imponentes escaleras. Todo debía de quedar perfecto para la fiesta que se llevaría a cabo esa noche.
Mientras en la planta alta,iba una bella mujer,dejando un sutil sonido de taconeo en su andar. Caminaba con el porte digno de una reina,su hermosa figura se encontraba envuelta en un precioso vestido azul de seda y damasco,que combina a la perfección con su piel de porcelana y hacia resaltar sus bellos ojos grises coronados por unas tupidas pestañas. Llevaba un elegante moño bajo,dejando entrever lo largo que podía llegar a ser su cabello castaño rojizo.
Se detuvo frente a una imponente puerta de madera de caoba con detalles dorados en los marcos,y con su mano enguantada tocó finamente.
- Adelante - respondió enseguida una voz masculina desde el interior.
La dama en cuestión giro el picaporte y entro a la habitación,encontrando a su esposo detrás de su gran escritorio sumido en muchos documentos. El al escuchar la puerta abrirse,alzo su imponente mirada de ojos verdes y una sutil sonrisa apareció en su guapo rostro.
- Mi amor,que gozo poder ver tu hermosa presencia - le dijo mientras observaba el rostro de su esposa tomar un exquisito tono rosado que la hacía más bella ante sus ojos.

Los duques de Evans, matrimonio por convenio,y de los pocos que lograron encontrar el amor pese a ser desconocidos cuando los comprometieron. Lord Robert y Lady Elisa de Evans,eran igual uno de los matrimonios más sólidos entre su círculo social. Todos los matrimonios de los nobles se realizaban por intereses de ambas familias,casando a jóvenes que apenas y se conocían y lo peor,que ni se querían. Lo que llevaba a matrimonios infelices,donde lo único que los unía eran los herederos y el hecho de que ambos tenían amantes a diestra y siniestra.

- Querido,que cosas dices - le contesto mientras camina hacia el desván cerca de la venta. Ahí podía apreciar a los jardineros regar sus rosales que planto cuando nació su hijo.
- Es la verdad amor mío,cada día que pasa tu belleza incrementa - responde con una sonrisa mientras la contempla.
Ella voltea a ver a su esposo,mientras piensa que a pesar de los años,sigue siendo tan apuesto como cuando se casaron . Su hijo era su viva imagen,con esa piel tan blanca y sus fascinantes ojos verdes en los que más de una vez se encontró perdida y su cabello negro tan sedoso, Lo único que ella le heredó a su hijo fue su cabello rojizo.
- Gracias mi lord, por cierto,ya están listos todos los preparativos para hoy
- Perfecto,enseguida termino de firmar estos documentos y subo a prepararme.
- Le haré saber a su ayuda de cámara para que todo esté preparado - le aviso mientras camina hacia donde está el y se inclina para darle un pequeño beso.
El enseguida se levanta y la toma por la cintura mientras que con la otra mano le acaricia su suave mejilla.
- La amo más que a mi vida mi lady - le dijo con voz ronca mientras la veía a los ojos.
Ella sonrió y le dio un suave beso.
- Y yo a usted mi lord, temo que tengo que retirarme a los aposentos de su hijo, seguramente sigue exhausto de su práctica de equitación,así que con su permiso...
Le dijo mientras se alejaba sonriendo y el corazón latiendo y deja a su esposo por igual.
______________________________________________

En una habitación decorada principalmente con tonos oscuros desde los muros hasta los muebles,se apreciaba en la cama una silueta masculina.
Se trataba de Frederick Evans, heredero de los duques. Cómo lo indico su madre, vivo retrato de su padre,y el practicar equitación y demás actividades desde niño hizo que desarrollará una estructura corporal bien formada. A sus 24 años de edad,era uno de los solteros más codiciados de la temporada. Hombre culto,desde pequeño recibió una exquisita educación para convertirlo en un futuro,en un perfecto sucesor de su padre. Sabía de contabilidad, administración,hablaba 5 idiomas,sabía sobre política y cultura. Tenía buen gusto, excelentes modales y sin olvidar que heredará un ducado muy importante y sobretodo,uno muy rico.
Motivo por el que desde los 18 años,lo perseguían las duquesas y condesas para presentarle a sus hijas y pactar contrato matrimonial.
Pero para gran consternación de todos,sobre todo para sus padres,ha declinado todas y cada una de ellas,alegando que ninguna de las candidatas ha logrado llamar su atención.
Razón por la que sus padres organizaban bailes para poder encontrar a su futura nuera.

*Toc toc* Unos suaves toquidos los sacan de su placentera ensoñación. Conocía perfectamente la persona a quien pertenecían. Con un suspiro resignado tomo asiento mientras daba autorización de entrar.
- Adelante madre - dice con una fuerte voz varonil,otro de sus atributos más deseados por las señoritas.
Acto seguida aparece la mujer con una sonrisa y se dirige hacia las ventas para recorrer las pesadas cortinas que las cubren.
- Hijo mío,espero hayas descansado. Me alegra informarte que ya está todo listo para el baile,enseguida tu ayuda de cámara vendra para comenzar tu arreglo.
Él solo hace una mueca al escuchar la palabra baile,su madre y sus fiestas...
- Gracias madre,aunque debo reconocer que este baile fue sin mi consentimiento - dice mientras se levanta y se acerca su jofaina para comenzar su aseo.
- Querido, si por ti fuera,no habría bailes nunca en esta casa - le rebate su madre con ironía mientras voltea a verlo.
- No encuentro razón lógica para que los allá,solo son reuniones en donde los lords se reúnen a presumir sus bienes y buscan oportunidad de expander sus negocios,mientras las ladys buscan con desesperación atención masculina - debatió mientras caminaba a su armario.
- ¡Frederick Daniel Evans Wells! ¡Qué palabras son esas! - le reprimió su madre escandalizada de escuchar tales palabras salir de la boca de su hijo - Esa no es la educación que te hemos dado,¿Qué acaso se te olvidaron los buenos modales?
- Perdóneme madre,no era mi intención - responde sabiendo que no es apropiado seguir con el tema.
-No vuelvas a decir eso. Además,sabes bien el propósito de cada uno de esos bailes,ya es hora de que te cases y des un heredero a nuestro ducado querido,no somos eternos,en cualquier momento debes de tomar tu lugar y con ello las responsabilidades que conlleva.
Frederick sabía que su madre tenía razón en el fondo,para bien o para mal,era heredero de los Evans,y tenía que seguir los genes.
- Está bien madre,cómo diga. Lamento el disgusto que le hice pasar -
- Iré a prepararme,que no se repitan esos comentarios.

Frederick suspiro,tratando de imaginar cómo sería el baile de hoy...

Una esposa diferente para el ducado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora