22. Amigo o enemigo II

98 23 37
                                    

Mis ojos se han cubierto de lágrimas por la impotencia que siento.

Todo este tiempo he creído que estaba a salvo, libre de la mirada de los demás y sin levantar sospechas, pero ahora llega Oliver quien parece saberlo todo. ¿Qué debo hacer?

Estoy paralizada, temblando desilusionada porque no quiero ser descubierta y dado que no pensaba que iba a volver estar en problemas. Jamás iba a imaginar que con superar la última luna llena no iba a ser suficiente. El pasado sigue persiguiéndome y sé que es difícil ocultarlo.

Tiempo atrás, si no fue obra de mi imaginación o paranoia, por poco me convertí en mujer lobo. Suponía que no sucedió nada porque batallé, incluso porque empecé a amar a Blake de verdad, limpiando con eso mi corazón que ahora late libre de odios. También creía que todo podía quedar atrás y que nadie iba a detenerse a investigar lo de mi accidente. Pero no. Tenía que ser justo Oliver quien me diera la sorpresa...

—Dímelo —le pido ante su silencio, cuando por fin logro formular una palabra en mi boca.

—No sé qué quieres que te diga cuando tú misma sabes todo lo que pasó. Es así de simple.

—Dímelo —repito.

—Ya pasaron muchos días.

—Cuéntame qué es lo que sabes, Oliver. ¡Quiero saberlo de una maldita vez, ahora mismo!

—Elizabeth, basta. —Se enoja—. Creía que éramos amigos, pero no fuiste capaz de avisarme lo que te pasó. Por suerte me enteré por terceros de que estabas viva y luego te vi aquí como si nada...

—Un momento —lo interrumpo de pronto con ira en vez de preocupación—, ¿o sea que todo esto es... por no haberte "avisado" lo que me sucedió?

—Sí. No entiendo cómo fuiste incapaz de avisarme lo que te pasó. Podrías haber muerto.

En una situación como esta, tendría que estar tranquila de que Oliver tenga una queja y no que me haya descubierto. Sin embargo, estoy consumiéndome de la bronca por sus constantes regaños ridículos. ¡Yo soy quien tuvo un accidente y encima tengo que darle explicaciones a él!

—No puedo creer lo que me dices, Oliver. ¿Por qué no me llamaste tú mismo si te enteraste de antemano de estas cosas?

—Porque esperaba algo de tu parte.

—¿De mi parte? ¡Por favor, Oliver!

—¿Tanto te cuesta entender que creía que éramos grandes amigos? ¿No podías marcar mi número y avisarme, por ejemplo?

—Esto es ridículo, Oliver. Olvídate de que seguiré discutiendo.

—Haz lo que desees, Elizabeth. Después de todo, siempre termino solo, sin que nadie quiera escucharme.

—Basta, Oliver. No me culpes de tus problemas. Un chico como tú seguro debe de tener varias pretendientes persiguiéndote. Además, una vez me contaste que tenías muchísimos amigos y...

—Yo no dije eso.

—Sí lo dijiste, Oliver. No seas embustero. Tú me lo dijiste.

—Pero estoy distanciado.

—¿Lo ves?

—No importa. Es que fui traicionado muchas veces. Y... mis otros amigos se mudaron —musita, mientras suena el timbre.

—Como quieras, Oliver. Llegaré tarde a clase si seguimos así.

—De verdad me sentí mal por ti. También presentí que te había pasado algo, pero no me lo creerías.

Plenilunio: Luna del Lobo (Concluida)✔️ [+13]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن