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Kazutora.  
Las horas pasaban como años, ya la extrañaba. Tenía tantas ganas de verla y era lo único en lo que podía pensar, quería abrazarla y tenerla a mi lado. Estaba jugando con la poca comida que quedaba en mi plato.

Ya tengo tiempo en este lugar, casi dos años, ya tengo 17 y ella ya está por cumplir sus 15 añitos, por lo que tengo entendido me traerá una rebanada de pastel y otra más ya que sabe que me comenzó a gustar comer cosas dulces.

Ren: ¿Te vas a comer eso?

Kazutora: ¿Eh? -lo voltee a ver-. Ah, no, ya terminé, solo estoy pensando.

Ren: déjame adivinar... ______ ¿Verdad? -sonreí al escuchar eso, ¿Tan obvio es?-. ¿Cuando planeas decirle que la amas?

Kazutora: no se lo podría decir.

Ren: ¿Por qué?

Kazutora: ¿Crees que ella me espere 10 años?, ¿Crees que ella me entregue su paciencia? Ella que es libre, puede ir y venir y yo... Soy un asesino Ren.

Ren guardo silencio. Su respuesta era clara.

Guardia: ¡Kazutora Hanemiya! -voltee a ver a dónde me llamaban-. Tiene visitas.

Ren: ¿_____?

Sonreí y me levanté, pero mi sonrisa se borró al ver que me llevaban a la sala de visitas, confundido camine hasta allá y cuando entre a la sala y ví a mi madre del otro lado del vidrio, sentí una presión en mi pecho, mis ojos se cristalizaron y debido a ello comencé a ver borroso. Me senté frente a ella.

Madre: Kazutora... -me miro con lágrimas en los ojos-. ¿Cómo estás mi amor?

Kazutora: ¿Que hace usted aquí?.

Madre: quería verte... Yo

Kazutora: usted no me ha visto después del juicio, que fue hace dos años... Estoy por salir de aquí e ir a prisión y usted apenas viene a verme.

Madre: lo siento mucho Kazutora, yo... No podía.

Kazutora: si, si mamá, no tenías tiempo para ver a tu hijo... A ¡Tú único hijo! -levanto reclamé.

Madre: Tora... Yo conocí a alguien más y la razón por la que no pude venir era tu padre, me lo prohibido pero, está persona me ayudó a poder verte, el es un abogado y estoy luchando para que la orden de alejamiento que me puso tu padre hacia ti sea invalida.

Kazutora: ¿Qué él puso que?.

Madre; me aleje de ti desde que tenías 10 años por la separación, al principio la custodia era compartida cuando cu.olisge 13 años, tu padre me puso una orden de alejamiento y más de dos veces me golpeó por acercarme a ti.

Sus palabras me revolvieron el estómago, lleve una de mis manos a mis ojos y los presione con frustración, ese hombre otra vez estaba tratando de alejarme de mi madre...

Madre: Tora, hijo, no sabes cuánto me arrepiento de no elegir bien a tu padre. -la escuché eso sentí como un ligero escalofrío que me estremeció y mis ojos se cristalizaron-. No te pido que me perdones, pero voy a hacer lo posible para que tú condena se reduzca... Mi amor, yo sé que tú no hiciste eso.

La mire y pude ver qué ella estaba llorando, mi razón se dividió en dos al ver esa escena, parecía que tenía las mismas ganas de abrazarme que yo.

Madre: yo sé que no le hiciste daño a Baji, estoy segura de eso. -suspire- lágrimas corrían por sus mejillas-. Baji era una persona muy importante para ti y se que no serías capaz de hacer tal cosa incluso la señora Baji piensa lo mismo.

Kazutora: ¿Hablaste con la mamá de Baji?

Madre: si... Ella cree que no le hiciste eso a su hijo, pero no puede perdonar su perdida, ella ahora está sola y siente odio por ello, no le gusta la idea de que estés involucrado en la muerte de su hijo...

Bajo la mirada buscando un poco de consuelo en mi mismo, pero era imposible.

Madre: voy a pelear por ti y por mis derechos como tu madre, eso te lo prometo... -ella guardo silencio y por instinto la mire cuando hablo-. Y... Hay alguien a quien quiero presentarte.

Confundido me quedé esperando sin moverme, ella se levanto y camino hacia la entrada donde recibió a un bebé, o más bien, a una bebé de apenas dos años de edad, ella se sentó frente a mi con una sonrisa mientras la traía en brazos, no entendí que pasaba y solo fruncí el seño.

Madre: ella es Maryn, tú hermana menor -me confesó con una sonrisa.

Abrí los ojos de par en par al escuchar aquello, me enderece y me acerque es el vidrio que estaba dividiendo me de mi madre y mi hermana, la niña tenía cabellos castaños como los de mi madre y unos ojos verdes con el mismo lugar que yo, allá me miraba sin expresión y con un poco de miedo, pero pronto ella me sonrió, levanto su mano y la coloco en el cristal, puse mi mano en el mismo sitio que ella y Maryn sonrió más.

Kazutora: Maryn. -suspire.

[ ... ]

Ren: ¿Que paso? Regresaste pronto.

Kazutora: no era ella. -le aclaré. Él me miró confundido-. Era mi mamá. -su cara cambio a una de sorpresa-. Me acabo de enterar que ahora también soy hermano mayor

Ren: ¿QUÉ?

Guarida: ¡Ren! ¡No grites! -lo regañó.

Ren: ah, si, si, si, perdón.

Las horas pasaban y ella aún no llegaba, comencé a pensar que no vendría, ya van tres días que no viene, ya casi terminara el fin de semana y como cada domingo a las 4:30 llega una carta.

“ken Ryūguji" decía aquel papel, siempre me estaba contando sobre las cosas que pasaban en la toman, a haces incluso el mismo Mikey me mandaba cartas, algo lindo, ya que después se le hubieron todos los chicos, entre ellos el mismo Chifuyu quien me liberaba de acusaciones y acusaciones y eso esa palabra mal escrita: "tigre", me dió risa pero me recordó mucho a baji.

Llegaron las 5:40pm, estaba en mi habitación en total calma, estaba boca arriba con el libro en mi cara, tenía sueño pero me mantenía despierto por si llegaba.

No sé cuánto tiempo paso pero el sueño me estaba golpeando, cerré mis ojos y de un momento a otro sentí como la oscuridad en la que estaba se fue aclarando, ya no era tan obscuro, como si hubieran levantado el libro de mi cara y ante eso fruncí el seño, sentí un beso en mi mejilla, abrí los ojos y al mismo tiempo me levanté de un brinco, voltee rápido hacia la dirección donde recibí quel beso y la ví, la Vi con una sonrisa.

- buenos días kazu

Kazutora: ¡TN! -la abrace y para no caer al suelo la jale, pase sus piernas sobre las mías y caímos sobre la cama-. ¿Dónde estabas? ¿Por qué no habías venido? -preguntaba sin soltarla.

- lo siento -ella paso sus manos sobre mi cuello ya que mis brazos estaban envolviendo sus costillas y la parte superior de su espalda-. Yo también quería verte pronto pero no podía verte.

Mi cara estaba en su clavícula inhalaba por completo su aroma y dulce y fresco aroma que lo tengo muy bien grabado.

𝑺𝑰𝑳𝑬𝑵𝑪𝑰𝑶  [KAZUTORA HANEMIYA] (AUN NO EDITADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora