I wanna love you ❃ HyunIn

❥. CAPÍTULO XXX

Sabía que era el peor momento para pensar en eso, pero le era inevitable, iba sentada en el asiento del copiloto de un auto mientras a su lado se encontraba su exesposo, una escena que hacía meses no presenciaba, y que, aunque en ese momento la situación era un poco más grave para sólo centrarse entre ellos dos, los recuerdos eran imborrables.

—Intentaré llamar a Chan —susurró, deslizando sus dedos por la pantalla del celular y llevándolo a su oído, teniendo intentos fallidos segundos después. — No contesta.

—Chan te llamará —dijo calmado, tomando rumbo desconocido en la carretera y lo miró. Para ser una situación como la que estaban pasando se encontraba muy dócil — Me quedé esperando a tu novio.

La paz ya comenzaba a irse y la calma ya se estaba esfumando del auto, Jeongin rodó los ojos, molesto por su insistencia, fijándose en que estaban entrando a una carretera solitaria, donde pasaba un auto cada tiempo incierto.

—Te recuerdo que la boda no se llevó a cabo —escuchó su risa y frunció el ceño.

—¿Esa es la justificación de por qué nunca apareció?

—¿Por qué debería darte una "justificación"—preguntó y vio el lugar donde estaban— ¿Por dónde te estás metiendo, Hyunjin?

—Imagino que aún viene de camino, igual que el día de la boda de Changbin—espetó con cierta diversión al hablar, e ignorándolo.

—Pues sí, viene de camino, seguro ya llegó a tu casa y yo estoy aquí, metida en su propio auto contigo mientras nos dirigimos a no sé dónde ya que esta calle es muy solitaria

—Jeongin, lo más probable es que Félix y Chan hayan ido a un hotel a las afueras de la ciudad, ¿o crees que se quedarían aquí? — preguntó irónico, haciéndolo negar suavemente con la cabeza y echarle una mala mirada.

—Aun así, siento que nos estamos alejando demasiado.

—Imagino que no quieres estar mucho tiempo en la calle para regresar y ver a tu desaparecido novio —

—¿Quieres callarte? Concentrémonos en buscar a Chan y a Félix porque estoy harta de ti y tu presencia —soltó con molesto, abriendo los ojos con asombro al sentir un fallo en el auto. — ¿Qué está pasando, Hyunjin? —preguntó asustado y lo miró.

—La gasolina —él susurró, mientas yo llevaba mi mirada hacia el marcador, abriendo la boca estupefacta al darse cuenta de que no tenían gasolina.

—¿Se nos acabó la gasolina?

—Eso te pregunto yo a ti, Jeongin —él me enfrentó, sintiendo como el auto se detenía a mitad de la calle, al igual que yo. — ¿Por qué no me dijiste que no tenías suficiente gasolina?

—Ay, yo que iba a saber —protestó, girando la mirada hacia la carretera y llevando una de sus manos a mi frente. — Estamos parados en medio de la nada, ¿qué vamos a hacer?

—Deberías bajar y remolcar el auto porque esto es culpa tuya.

—Eres un cretino —soltó el cinturón de seguridad y acercándolo a su asiento para intentar echarlo por la ventana, pero lo agarró.

—¿Estás loco, Jeongin? —reclamó, bloqueando su cuerpo contra el suyo mientras trataba de soltarse— ¿Encima de que estamos quedados a las afueras de la ciudad, pretendes matarte?

—¡Sí! —exclamó molesto todavía no entendía por qué. — No puede ser que de todas las personas en el mundo me tenga que quedar en la intemperie justo contigo.

—¿Eso te pone nervioso? —susurró cerca de su oído, dándolo la oportunidad de golpear su estómago y lograr zafarse de su agarre. — Estás loco.